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Convenio de Colaboración CONICYT-SOFOFA

Publicado 13-10-2005

[13/10/2005]

un Paso Decisivo

Considerado como una pieza vital en el aprovechamiento productivo de la Ciencia y la Tecnología, este acuerdo reforzará los necesarios lazos entre empresa e investigación.

El deseo de catapultar a nuestro país como una de las plazas de avanzada en términos de competitividad exige el esfuerzo mancomunado de sus habitantes, para fortalecer su sector productivo, que es donde se generan las fuentes de trabajo y la riqueza de un país. Teniendo en cuenta que esta no es sólo una responsabilidad que le compete a la empresa, si no a diversos sectores de la sociedad, CONICYT y SOFOFA, suscribirán un importante acuerdo que tiene como objetivo avanzar en una mayor vinculación entre la ciencia, la tecnología, la innovación y el mundo productivo.

La Ceremonia de firma que será presidida por el Presidente de Conicyt, Eric Goles y el presidente de SOFOFA, Juan Claro, se realizará el día 1 de Agosto de 2003, a las 15:30 horas, en el Centro de Conferencias Sofofa – Av. Andrés Bello 2777 piso 2 – Las Condes

No sólo se trata de una declaración de buenas intenciones, sino de un plan concreto de acciones tendientes a introducir los beneficios de la investigación aplicada en el ámbito empresarial.

El acuerdo, ya contempla algunas líneas de acción que comenzarán a operar una vez que los presidentes de ambas instituciones, Eric Goles Chaac y Juan Claro, respectivamente, firmen el acuerdo y se definan los coordinadores para la ejecución de las mismas.

Para los organizadores, el acuerdo responde a la necesidad de incorporar tecnologías innovadoras a las empresas chilenas con el fin de optimizar los recursos y aumentar su competitividad a nivel internacional, a través de la investigación, de la capacitación y aplicación de nuevas tecnologías.

Respecto de las acciones concretas, la más importante está relacionada con el desarrollo de un programa de inserción y formación de recursos humanos competente y acorde a las necesidades del sector industrial en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología -en particular en Investigación y desarrollo- a fin de alcanzar en el menor plazo posible los desafíos que el mundo de hoy impone a la competitividad en este campo.

Asimismo, el acuerdo contempla la puesta en marcha de un plan de acción conjunto que facilite y estimule la participación del sector empresarial en las oportunidades que derivan del Acuerdo con la Unión Europea, en el campo de la investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación.

Como primera medida, las instituciones acordaron desarrollar estudios conjuntos que permitan evaluar el aporte del sector empresarial al gasto en Investigación y Desarrollo durante los últimos años y definir iniciativas para aumentar esta participación.

Este acuerdo viene precedido por un intenso diálogo entre CONICYT y el mundo empresarial, el cuál tuvo su primera materialización en octubre del año pasado, con la suscripción de un convenio de colaboración con la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).

Vinculación con el mundo empresarial

La inversión en investigación científica y tecnológica ha demostrado ser rentable en todos los países desarrollados. Del mismo modo, los aportes que ha hecho la comunidad científica chilena a la riqueza nacional han superado con creces los recursos invertidos.

La inteligencia del país, la capacidad de agregar valor a sus productos naturales y de crear nuevos productos y servicios, pueden verse fuertemente enriquecidos gracias a la contribución de la comunidad científica, que en algunos ámbitos ha alcanzado la masa crítica necesaria para hacer aportes de relevancia para el país.

Como ha sido sistemáticamente demostrado, la inversión en investigación científica y tecnológica es altamente rentable. Pero ello no ha sido así sólo en los países desarrollados, sino que Chile ha podido dar muestras palpables de tal verdad.

Al respecto podemos citar los aportes hechos por el desarrollo de la matemática en diversos ámbitos, que van desde modelos reales para optimizar la producción de cobre hasta la generación e interpretación de imágenes con propósitos médicos; la biología ha proporcionado soluciones relevantes a las enfermedades presentes en salmones y vides, de gran significación económica para el país; la acuicultura ha el cultivo de la merluza austral; la física ha permitido la erradicación de la mosca de la fruta del territorio nacional y con ello ha abierto las puertas para el comercio con países enormemente severos en sus regulaciones fitosanitarias; en radioquímica se ha desarrollado el knowhow para la producción de radioisótopos, los que hoy en día dada la situación sociopolítica que vive el mundo- son casi imposibles de importar.

El deseo de catapultar a nuestro país como una de las plazas de avanzada en términos de competitividad exige el esfuerzo mancomunado de sus habitantes, para fortalecer su sector productivo, que es donde se generan las fuentes de trabajo y la riqueza de un país. Teniendo en cuenta que esta no es sólo una responsabilidad que le compete a la empresa, si no a diversos sectores de la sociedad, suscribirán un importante acuerdo que tiene como objetivo avanzar en una mayor vinculación entre la ciencia, la tecnología, la innovación y el mundo productivo.No sólo se trata de una declaración de buenas intenciones, sino de un plan concreto de acciones tendientes a introducir los beneficios de la investigación aplicada en el ámbito empresarial.

El acuerdo, ya contempla algunas líneas de acción que comenzarán a operar una vez que los presidentes de ambas instituciones, Eric Goles Chaac y Juan Claro, respectivamente, firmen el acuerdo y se definan los coordinadores para la ejecución de las mismas.

Para los organizadores, el acuerdo responde a la necesidad de incorporar tecnologías innovadoras a las empresas chilenas con el fin de optimizar los recursos y aumentar su competitividad a nivel internacional, a través de la investigación, de la capacitación y aplicación de nuevas tecnologías.Respecto de las acciones concretas, la más importante está relacionada con el desarrollo de un programa de inserción y formación de recursos humanos competente y acorde a las necesidades del sector industrial en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología -en particular en Investigación y desarrollo- a fin de alcanzar en el menor plazo posible los desafíos que el mundo de hoy impone a la competitividad en este campo.Asimismo, el acuerdo contempla la puesta en marcha de un plan de acción conjunto que facilite y estimule la participación del sector empresarial en las oportunidades que derivan del Acuerdo con la Unión Europea, en el campo de la investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación.

Como primera medida, las instituciones acordaron desarrollar estudios conjuntos que permitan evaluar el aporte del sector empresarial al gasto en Investigación y Desarrollo durante los últimos años y definir iniciativas para aumentar esta participación.Este acuerdo viene precedido por un intenso diálogo entre CONICYT y el mundo empresarial, el cuál tuvo su primera materialización en octubre del año pasado, con la suscripción de un convenio de colaboración con la Confederación de la Producción y el
Comercio (CPC).

La inversión en investigación científica y tecnológica ha demostrado ser rentable en todos los países desarrollados. Del mismo modo, los aportes que ha hecho la comunidad científica chilena a la riqueza nacional han superado con creces los recursos invertidos.

La inteligencia del país, la capacidad de agregar valor a sus productos naturales y de crear nuevos productos y servicios, pueden verse fuertemente enriquecidos gracias a la contribución de la comunidad científica, que en algunos ámbitos ha alcanzado la masa crítica necesaria para hacer aportes de relevancia para el país.

Como ha sido sistemáticamente demostrado, la inversión en investigación científica y tecnológica es altamente rentable. Pero ello no ha sido así sólo en los países desarrollados, sino que Chile ha podido dar muestras palpables de tal verdad.

Al respecto podemos citar los aportes hechos por el desarrollo de la matemática en diversos ámbitos, que van desde modelos reales para optimizar la producción de cobre hasta la generación e interpretación de imágenes con propósitos médicos; la biología ha proporcionado soluciones relevantes a las enfermedades presentes en salmones y vides, de gran significación económica para el país; la acuicultura ha el cultivo de la merluza austral; la física ha permitido la erradicación de la mosca de la fruta del territorio nacional y con ello ha abierto las puertas para el comercio con países enormemente severos en sus regulaciones fitosanitarias; en radioquímica se ha desarrollado el knowhow para la producción de radioisótopos, los que hoy en día dada la situación sociopolítica que vive el mundo- son casi imposibles de importar.