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Mujeres participativas y alta competencia escolar, son algunas de las profundas transformaciones de Corea del Sur

Publicado 26-11-2008

[26/11/2008]

Un país que pasó de ser agrícola a eminentemente industrial y urbano en menos de veinte años, niños que piden clases particulares en vacaciones para aventajar a sus compañeros, jóvenes que siguen prefiriendo que sus padres arreglen sus matrimonios y una frontera que permanece casi infranqueable con su vecino del norte, son las realidades que enfrenta esta moderna nación que crece a un ritmo de más de 7% al año

Para dar a conocer un poco más sobre este país, con el que Chile mantiene un Tratado de Libre Comercio desde 2004, el Programa de Estudios Asiáticos de la Facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, organizó una serie de charlas donde se abordaron distintas temáticas tales como el rol de la mujer, relaciones intercoreanas, cine, literatura, familia, educación, economía, política, y relaciones con Chile y la región, entre otros.

Dominada con mano de hierro por Japón durante buena parte de la primera mitad del siglo XX y dividida en dos después de la guerra en 1953, Corea ha vivido vertiginosas transformaciones hasta ubicarse hoy en día en el puesto 11 de las mayores economías del mundo. Todo lo cual ha repercutido fuertemente en esta sociedad de 49 millones de habitantes.

Uno de los grandes cambios ha sido la transformación del rol de la mujer. Disminuidas a las labores domésticas durante los siglos pasados y luego, obligadas a trabajar como obreras en las fábricas durante la ocupación japonesa, después de la guerra las coreanas comenzaron a educarse, a participar activamente en asociaciones gremiales y a tener un rol cada vez más activo en la sociedad. Como explicó Jennifer Jung Kim, sub-directora del Center for Buddhist Studies, UCLA, en los años ochenta las mujeres jóvenes se involucraban activamente en los grupos sindicales, no por un tema de igualdad de género sino de democratización. Luego, en los noventa, han estudiado preferentemente carreras liberales, participando en las transformaciones de sus comunidades.

Por otra parte, la profesora Wonjung Min, del Programa de Estudios Asiáticos UC, hizo un análisis a través de la literatura de lo que ha significado para esta sociedad pasar de ser principalmente campesina a eminentemente urbana en un corto tiempo: vecinos que no se conocen, soledad, pérdida de identidad, incomunicación, crisis de la relación filial y doble estándar social, entre otras consecuencias.

Otro problema es la violencia intrafamiliar. Si bien es un tema complejo con un 44% de mujeres que son violentadas sicológicamente o físicamente por parte de su pareja, en los noventas pasó de ser algo estrictamente privado a ser considerado como un delito, condenable por los tribunales. La violencia también afecta a los menores entre 7 y 12 años, aunque un dato curioso es que los ataques contra niños son mayores que en el caso de las niñas. En contrapartida, las mujeres mayores son más violentadas que los hombres mayores.

Otro aspecto problemático son los suicidios familiares, donde el progenitor termina con la vida de su mujer e hijos, y luego la suya propia. Este fenómeno da cuenta del fuerte sentido de grupo que tiene esta sociedad, muy distinto al concepto individualista que domina el Occidente. Otro ejemplo de esto es que muchos jóvenes siguen prefiriendo que sus padres arreglen sus matrimonios.

Pero, sin duda, que la educación es uno de los terrenos donde la sociedad coreana ha experimentado más cambios. De un 80% de población analfabeta en 1942, se pasó a un 99.8% de alfabetismo en la actualidad. Las ciencias y matemáticas han sido los principales énfasis del currículum y la educación es vista como el elemento fundamental para acceder a mejores oportunidades, no sólo en el área laboral, sino también en el matrimonio. Es por esto que los padres se esfuerzan de manera desmedida para que sus hijos logren buenos resultados académicos, mientras los niños piden clases particulares en vacaciones para aventajar a sus compañeros.

La situación política con su vecino del norte, por su lado, se ha mantenido en statu quo desde que el Presidente George W. Bush incluyera a Corea del Norte en el llamado “eje del mal”. Sin embargo, como explicó Jaime Silbert, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, la llegada de Barack Obama al poder podría ayudar a reanudar las negociaciones.

En el encuentro también participaron Songhee Park, National Policy Agency, Corea del Sur; María José Acosta, M.A. Information & Communication University, Corea del Sur; Alejandra Chacón, Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile; Eduardo Daniel Oviedo, Universidad Nacional del Rosario, Argentina; Jaime Pinto, M.A. en Ciencia Política UC; y Roberto Durán, profesor Ciencia Política UC.

Más información en http://www.puc.cl/icp/webcp/estudiosasiaticos. .

Fuente: www.universia.cl