Mujeres en Ciencia

Fernanda Pérez y Paz Montenegro: mujeres, científicas y ecólogas

Publicado 30-03-2012

Ciencia y Género

[30/03/2012] Una conversación que no se había producido en ninguna de las versiones anteriores del Chile VA! Nacional 2012 ocurrió el miércoles 28 de marzo, en el último encuentro, cuando dos destacadas doctoras en Biología Evolutiva compartieron con los estudiantes lo que significaba emprender la carrera de la ciencia en el contexto nacional, donde predominan sus colegas hombres. (Fuente www.chileva.cl)

María Fernanda Pérez, bióloga, doctora con mención en Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Chile, con un posdoctorado en la misma casa de estudios, hoy es docente del departamento de Ecología de la Universidad Católica e investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad, y trabaja buscando mecanismos que expliquen la diversidad de las especies vegetales. Con la tierna fotografía de su hija de pocos meses sentada en las aguas calmas de un riachuelo, destacó ante los jóvenes chilevanenses las dificultades de combinar el rol de científica con el de madre.

“Estuve un mes en el desierto florido, en carpa, con mi hija, que hoy tiene 10 años. La foto es de esa época. Eso le ocurre a las mujeres en la ciencia: o eres una madre dura y dejas a tus hijos encargados, o te los llevas a terreno”, explicó.

La tarea es difícil, pero no imposible, y menos cuando se tienen ganas. Según la doctora Pérez, la carrera en Biología es larga, pero tiene la gran ventaja de que a los 40 años todavía se es considerado “investigador joven”. Hay muchos obstáculos por superar, siendo el principal de ellos encontrar una posición académica que permita elegir áreas y temas de interés, pero es tan apasionante que todo queda compensado. “Significa enseñar, investigar en un laboratorio e ir a terreno”, enumeró.

En Chile, existe un alto porcentaje de mujeres que se interesan en la ciencia. Históricamente, es un 60% de la masa de vocaciones. Sin embargo, en la academia no superan el 20%. En su propio laboratorio, compuesto por 20 investigadores, son solo dos mujeres. Según la ecóloga, la carrera cientifica es de una exigencia tan alta y depende tan esencialmente de lo que uno sea capaz de hacer, que suele ocurrir que plantearse un postnatal (ahora de seis meses) sea inviable. En ningún caso desanimó a las estudiantes interesadas. “Si ustedes son mujeres y aman la ciencia, ¡aperren y dedíquense!”, les dijo. Su colega, la doctora Paz Montenegro, la corroboró: “Se necesita amor por este trabajo, que es súper entretenido pero súper exigente”.

Respecto al campo laboral, tema que inquietaba a los estudiantes, la doctora Pérez expresó que, actualmente, existe un esfuerzo importante del estado (a través de Conicyt) para proporcionar becas de doctorado en áreas que se estiman estratégicas, lo que no puede ser si no positivo, pues “más ciencia genera más espacio”. Les aseguró a los chilevanenses que, dentro de los próximos 10 años, tendrán más oportunidades de las que ella nunca soñó.