Irène Joliot-Curie

Irène Joliot-Curie

Foto: The Nobel Prize

Premio Nobel de Química 1935

Fisicoquímica francesa, hija de Pierre y Marie Curie. Obtuvo el Premio Nobel de Química en conjunto con su marido, Jean Frédéric Joliot, en 1935, por su investigación en torno a la síntesis de nuevos elementos radiactivos. Ambos estudiaron las reacciones en cadena y los requisitos para la construcción acertada de un reactor nuclear que utilizara la fisión nuclear controlada para generar energía mediante el uso de uranio y agua pesada.

Irène Joliot-Curie, quien desde muy pequeña demostró su interés y habilidades en las matemáticas, comenzó sus estudios de física y matemáticas en la Universidad de La Sorbona en octubre de 1914, pero debido al estallido de la Primera Guerra Mundial tuvo que abandonar y dedicarse a trabajar con su madre como enfermera radiológica de los heridos de guerra.

Tanto sola como en colaboración con su marido, realizó un trabajo muy importante sobre la radiactividad natural y artificial, la transmutación de los elementos y la física nuclear. En 1932, año en el que empezó a trabajar en la Facultad de Ciencias de París, Irène y Frédéric fallaron en la interpretación de un experimento (en el que irradiaron parafina utilizando polonio) que Chadwick repitió y amplió y cuya correcta interpretación condujo al descubrimiento del neutrón en ese mismo año, por lo que recibió el Premio Nobel de Física en 1935.

Este descubrimiento cambió la tabla periódica, a la se añadieron más de 400 radioisótopos. La concentración y aislamiento de estos radioisótopos y su disponibilidad permitió su uso en medicina, investigación y en la fabricación de nuevas armas. También cambió la forma de ver los elementos químicos, la relación entre ellos, incluyendo los fenómenos de fisión de núcleos pesados en otros más ligeros o la fusión de núcleos ligeros para formar núcleos más pesados.

En 1955 Irène diseñó los planos de unos nuevos laboratorios de física nuclear en la Universidad de Orsay, al sur de París, donde equipos de científicos pudieran trabajar con aceleradores de grandes partículas con menos trabas que en los laboratorios de París. A comienzos de 1956 Irène fue enviada a las montañas porque se encontraba enferma, pero no mejoró. Ingresó en el Hospital Curie de París donde murió de leucemia en 1958.

Irène Joliot-Curie

Foto: The Nobel Prize