Mujeres en Ciencia

Doctora Alejandra Zúñiga: La psicóloga de plantas

Publicado 29-07-2016

  • Hablamos con la Dra. Alejandra Zúñiga Feest, académica del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la Universidad Austral de Chile, sobre su investigación en el Notro y su aporte a la sociedad.

alejandrazunigaportadaEntre los pasillos y oficinas del edificio Emilio Pugín de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, se pueden encontrar desde peces que viven a kilómetros de profundidad en el mar a fósiles con miles de años. Pero en una de esas oficinas se guardan celosamente unas pequeñas plantas de lo que alguna vez serán grandes árboles de Notro. Es la oficina de la Doctora en Ciencias Biológicas Alejandra Zúñiga Feest que desempeña su labor científica en el Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas de la casa de estudios.

Esos pequeños árboles de Notro, que destacan dentro de la oficina con vista a la explanada de ingreso al edificio, poseen una característica que luego descubriremos: son resistentes a altos niveles de estrés ambiental.

-¿Qué es estrés ambiental en las plantas?

– Es una condición ambiental que restringe el crecimiento, la propagación o la reproducción de las plantas. Es una condición adversa para el desempeño de las plantas, como la producción de semillas o la capacidad de fotosíntesis.

Mi hija cuando era chica decía que era psicóloga de plantas porque podía saber si las plantas se sentían bien o se sentían mal según ciertos parámetros. Conozco qué instrumentos debería usar para saber cómo están las plantas, y reconozco cuando una planta no está en una condición óptima de crecimiento y está alejándose de eso, lo que le puede hacer daño.

– Si nos ubicamos en Los Ríos, ¿cuáles son los factores que se repiten en el estrés de las plantas?

– Hay plantas que resisten bastante estrés en Chile. Por ejemplo, las plantas que viven en la Antártica soportan bajísimas temperaturas y no se mueren con temperaturas de -27°C. Yo partí estudiando ese tipo de plantas.

Pero ahora derivé en árboles. Y los árboles de esta zona, cuando experimentan inundación, están en una condición estresante. Cuando queda sumergido un árbol, o una parte, eso indica que no puede captar aire. Y los árboles también necesitan aire. Sin embargo, en los hualves hay vegetación que es arbórea y que igual vive ahí. Algunas plantas tienen mecanismos que les permiten vivir en condiciones estresantes, como el arroz  que se cultiva en lugares que están sumergidos.

Trabajamos con platas que viven en suelos pobres, que no tienen alta disponibilidad de nutrientes. Chile tiene gran cantidad de volcanes los cuales al hacer erupción dejan depósitos, que poseen muchos nutrientes pero que no están disponibles. Están retenidos por características químicas del suelo, por lo tanto las plantas tienen que intercambiarlos por otras. Nosotros estudiamos árboles que tienen esa capacidad.

– ¿Qué muestreos hacen?

– Comenzamos a estudiar fuertemente árboles en un Proyecto Fondecyt desde hace 5 años.

He estado más en contacto con suelos volcánicos en especial, y hemos colectado semillas desde Punta Arenas hasta Chillán, de una especie que tiene esta área de distribución muy amplia. Así vemos cómo varían sus respuestas bajo una misma condición común de crecimiento. Eso es lo que llamaríamos experimentos para averiguar cómo es la plasticidad de la especie.

– ¿Qué especies están trabajando?

– Por ejemplo estas plantitas chiquititas (señala el almaciguero a un costado de su escritorio) es un árbol que deben conocer, es el Notro. Esa es la especie que más hemos estudiado.

– ¿Por alguna razón en especial?

– Justamente no todas las especies tienen la capacidad de crecer en estos suelos pobres, pero el Notro puede. Especialmente en Punta Arenas el Notro crece sobre prácticamente roca molida, que no es suelo aún. En la Cordillera de Los Andes, en Antuco, crece la Orites myrtoidea. Éste corresponde a un radal enano que es un árbol endémico de Chile. Es un grupo de plantas que tienen unas raíces especiales, al tenerlas ellas pueden adquirir nutrientes que otras plantas no podrían fácilmente.

– Al tener este conocimiento, ¿ustedes podrían trabajar en recuperar a las plantas?

– El proyecto que tengo ahora, un Fondecyt regular, estudia los posibles efectos positivos entre dos especies. Un árbol es el Pelú (Sophora microphylla), de Sudamérica y otras partes del hemisferio sur, que es fijador de nitrógeno. Se asocia en sus raíces con bacterias que fijan este elemento. Y el otro árbol es el Notro, que tiene la capacidad de solubilizar el fósforo que no está disponible.

Estoy evaluando si entre ellas dos, al crecer cercanamente en suelos volcánicos, pueden llegar a favorecerse recíprocamente. Y cómo también podrían favorecer la disponibilidad del fósforo en el suelo de origen volcánico. Sabemos que el Notro lo hace, pero lo que no hemos probado con evidencia es que en realidad eso facilite la vida de otras plantas. Sabemos que el Notro modifica en términos positivos el suelo donde crece, pero no tenemos evidencia de que lo haga para otras especies.

– ¿Cuál es la proyección de esta investigación en el aporte a la sociedad y el ecosistema?

– ¿Por qué plantar Notros en mi casa? Además del valor de ser nativo, el Notro mejora el suelo. También lo hacen el Avellano, el Radal y el Fiunque.

Por lo tanto, si como agricultor o persona que sufrió en su campo una erupción volcánica, antes de plantar trigo u otra hortaliza, podría plantar árboles nativos o combinar sus cultivos con ese tipo de árboles, porque ellos a la larga van a ir mejorando el suelo. Tal vez no ocurrirá de un momento a otro, va a tardar una cierta cantidad de años, pero mejorará todo el ecosistema.

Esas son un poco las proyecciones que esperamos al transferir el conocimiento de lo que estamos encontrando como evidencia. Yo podría decir “plantemos Notros porque me gustan las flores y porque son lindas, son rojas y los picaflores las polinizan y voy a atraer picaflores a mi jardín”, eso también podría ser una razón pero en realidad las razones son más bien subterráneas.

Fuente: PAR Explora Los Ríos.