Mujeres en Ciencia

Clio Cresswell, doctora en Matemáticas: “Enamorase no es fácil, involucra distintos sentimientos que transformamos en ecuaciones y patrones”

Publicado 25-01-2018

  • “Matemáticas y Sexo”: ese es el título del exitoso libro donde esta investigadora australiana afirma haber obtenido, mediante complejas ecuaciones, la fórmula para un matrimonio perfecto. De visita en nuestro país, en el contexto del Congreso del Futuro, la doctora Cresswell revela el misterio del amor verdadero.

Es, quizás, una de las materias escolares más temidas por su aparente dificultad, pero las matemáticas según la doctora Clio Cresswell de la Universidad de Sidney, son divertidas y no más difíciles que cualquier otra cosa que desees conquistar. Su best seller “Matemáticas y Sexo” (2003), donde luego de una larga investigación concluyó que ser honestos y quejarse sobre lo que molesta de la pareja, es determinante para la la relación, la catapultó a la fama internacional.

Es la creadora de una teoría que un séquito de admiradores trataba de entender durante su exposición en la cumbre científica donde la investigadora australiana fue una de las invitadas especiales.

¿Cómo es que algo tan inasible como el amor, puede explicarse con ecuaciones?

Las matemáticas son el estudio de patrones y cuando miras una ecuación puedes describirlos, ya sea desde ingeniería o la biología. Ahora, usamos esas ecuaciones para entender el comportamiento humano y también, el animal. Entonces, enamorarse es un buen caso, porque existe un mito de que amar es simple, pero no lo es. Incluye un gran rango de emociones durante el proceso y no sabes lo que sucederá. Puedes llevar esa amplia gama de sentimientos a ecuaciones y fórmulas, en todas las relaciones humanas, en especial el amor.

¿Cómo decidiste ahondar en el tema amoroso?

Siempre he estado muy enamorada de las matemáticas y, una vez, descubrí unas ecuaciones acerca de cómo comportarse en el matrimonio. Comencé a compartirlas para destacar lo mucho que las usamos en este mundo moderno y noté que a la gente le interesaba el tema. Así que decidí escribir todo un libro acerca de las relaciones amorosas, pensando que así, todo el mundo se entusiasmaría con esta disciplina. ¡Problema educativo resuelto!

Bueno, pero es una materia complicada para la mayoría de las personas

Es difícil, pero todo lo es. Si quieres ser un atleta olímpico o bailarina de ballet, es duro, requiere mucho esfuerzo y dedicación. Y es así, con todo lo que haces. Y la vida es aburrida sin retos.

Dedicas gran parte de tu tiempo a recorrer el mundo hablando de la ciencia. ¿Por qué es importante para ti la difusión científica al público general?

Bueno, es como esa historia de que si un árbol cae en un bosque y nadie lo oye, ¿hizo algún sonido? Si imaginas a todos estos intelectuales top, trabajando alejados de la sociedad y nadie escucha acerca de sus investigaciones, ese trabajo no tiene ningún impacto en la humanidad. Creo que, como científico, tienes que llevar tus resultados hacia la sociedad, pero para generar cambios, cualquiera sea tu área de investigación. Y no estás modificando nada, si trabajas oculto y solo. De hecho, es vital la comunicación, interactuar con la comunidad, entender la influencia de tu investigación en ella y ser retroalimentado.

La prensa internacional te ha nombrado como “la mujer matemática más conocida del mundo”, ¿has sufrido discriminación desarrollándote en un mundo masculino?

Nunca me di cuenta, hasta hace poco. Estaba algo cegada, porque trabajo sola la mayor parte del tiempo. Para mí ha sido un tema de identidad, porque estoy en un área muy dominada por hombres –en la ciencia, pero especialmente en las matemáticas- y de edades bastante avanzadas además, porque no hay suficientes expertos, así que nadie se retira. Sudece que que no te identificas con la gente que te rodea y, eso, es duro. Pero sólo ahora lo noto y me siento exhausta de haber estado luchando batallas en mi subconsciente, sin siquiera darme cuenta.

¿Tuviste que luchar bastante más para abrirte camino?

Siempre tuve que probar que soy inteligente, capaz, mostrando mis grados académicos… lo odiaba. Luego, mi investigación se centró en el cerebro y cómo se conecta y sienten las matemáticas, lo que algunos miraron despectivamente, considerándolo como un aspecto fememenino de esta ciencia. Sin embargo, estoy orgullosa, he sobrevivido y contribuyo a la sociedad.

¿Qué dirías a las niñas y adolescentes que gustan de la ciencia?

¡Hay tanto que puedes hacer en la ciencia! Es difícil encontrar tu propia identidad y reconocer que realmente te gustan las matemáticas, sobre todo, cuando tus padres prefieren que seas un médico. Pero se trata de no rendirse cuando se pone difícil. No hay que asustarse.

¿Qué sigue ahora en tu búsqueda del conocimiento?

Quiero descifrar cómo las matemáticas evolucionan, desde los animales; qué significa tener una capacidad matemática y qué podemos hacer con ella. Por ejemplo, si la estudias por 20 años, ¿tu cerebro cambia? O, si juegas fútbol toda tu vida ¿se generan modificaciones neurológicas?

Hay tanto del funcionamiento del cerebro humano que no conocemos…

Eso es correcto. El pensamiento matemático es una capacidad humana única y una mirada desde donde abordar e investigar el cerebro.