Noticias

Algunas plantas se aclimatarían a diversas condiciones de luz para mantener su proceso fotosintético

Publicado 17-07-2018

  • Un estudio recientemente publicado por la revista New Phytologist sostiene que el avellano chileno (Gevuina avellana), que se encuentra principalmente en el sur de Chile, sería capaz de vivir y crecer sin complicaciones aparentes en ambientes de diversa luminosidad, característica que le proporcionaría ventajas para realizar su fotosíntesis, proceso fundamental para las plantas y para la vida en el planeta.

El avellano tiene la cualidad de crecer y desarrollarse en distintos ambientes, sean estos de soleados o de mayor sombra.

“El avellano presenta una gran amplitud de nicho ecológico. Su cualidad de crecer y desarrollarse en ambientes muy sombríos, semi-sombríos y a pleno sol no es común en las especies de árboles del bosque, donde generalmente existe una especialización a un ambiente lumínico dado, es decir, o son plantas de sol, o son de sombra”, explica el Dr. Enrique Ostria, nuevo fisiólogo de plantas del CEAZA y autor principal del estudio.

Según señala el especialista la fotosíntesis permite el ingreso de carbono a la cadena alimentaria, y, a su vez, libera oxígeno a la atmósfera.

“Este proceso está fuertemente limitado por la cantidad de luz. A baja luz, el ingreso de carbono es menor que la salida por el proceso de respiración. Con mucha luz, hay una inhibición de la fotosíntesis por sobrecarga de energía. Esta sobrecarga genera estrés oxidativo y generalmente causa daños severos a las hojas de las plantas”.

El Dr. Ostria detalla que el avellano “modula su capacidad fotosintética y el uso de la energía proveniente de la luz”. Esta cualidad le proporciona aclimatación lumínica lo que permite a este árbol optimizar el proceso que ingresa carbono (alimento) al ecosistema. Añade que ante los escenarios de cambio climático, cobra importancia al capturar CO2 y liberar oxígeno independiente de las condiciones de luz.

Las capacidades de esta especie cobran importancia en el contexto del cambio climático que afecta a nuestro planeta.

“El avellano tiene una flexibilidad para regular la cantidad de enzimas que fijan carbono, de proteínas que captan la energía de la luz, y de proteínas que protegen a las hojas cuando hay exceso de luz. Esto lo hace de manera súper coordinada con la cantidad de luz que hay en el lugar donde se encuentra creciendo”, agrega.

El científico señala que, dentro de los árboles nativos de Chile, existen nichos restringidos respecto a la luz. Pero también existen otros similares al avellano chileno, como el peumo y el boldo que si muestran amplio rango de hábitat lumínico. “Esta característica podría deberse a mecanismos parecidos descritos para el avellano respecto al uso y requerimientos de luz, aunque el avellano presenta una distribución lumínica más amplia comparado con el peumo o el boldo”.