Entrevistas

Mario Hamuy Wackenhut: Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015

Publicado 28-09-2015

hamuy“Nuestra visión del universo será muy distinta en 15 años más, gracias a los cielos de Chile”.

El transcendental impacto de su obra en el campo de la astronomía a nivel mundial en el ámbito de las supernovas, en particular la medición precisa de la tasa de expansión del universo, otorgó al astrónomo de 55 años el Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015, en una decisión unánime del jurado.

En 2011, los astrónomos Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess, recibieron el Premio Nobel de Física por una investigación que habían publicado en 1998. En ella revelaban que, contrariamente a lo planteado por Albert Einstein, la gravedad no estaba frenando la expansión del Universo, sino que dicha expansión se estaba acelerando. Tras recibir el galardón, Schmidt mandó a imprimir una placa de agradecimiento que fue enviada nada menos que a Chile.

“En un mundo perfecto, todos habríamos compartido el premio de manera igualitaria, pero en nuestro mundo imperfecto, haré todo lo que sea necesario para que durante los años venideros el mundo comprenda su contribución fundamental al descubrimiento de la aceleración de la expansión del universo”, reza la placa que hoy está instalada en uno los observatorios del Cerro Calán, en Santiago.

Uno de los aludidos en el mensaje era el doctor Mario Hamuy, director del Instituto Milenio de Astrofísica, quien acaba de recibir el Premio Nacional de Ciencias 2015. No solo los estudios en los que participó como parte del proyecto Calán-Tololo llevaron a este hallazgo fundamental que revolucionó la astronomía moderna, sino que es uno de los astrónomos que más ha investigado la Vía Láctea. Hijo del destacado economista y político chileno, Mario Hamuy Berr, incluso hay un asteroide que lleva su nombre.

¿Dónde estaba y cómo se enteró de la noticia?
Estaba en mi casa, yo sabía que el jurado se reunía a las cinco de la tarde y había dos posibilidades: me llamaba la ministra Delpiano para darme buenas noticias o me enteraba por Internet con algún comunicado de prensa del ministerio de Educación. Así es que estaba ‘tranquilo-nervioso’ en mi hogar acompañado de mis tres gatos: Tigre, Luna y Romeo.

Dejé mi celular a la mano, asegurándome que tuviese señal y curiosamente nunca sonó. Después supe que trataron dos veces de llamarme a ese número sin éxito ¡casi perdí el Premio por la mala señal! Sonó mi teléfono fijo de la casa y es la ministra: ‘Don Mario, le tengo muy buenas noticias’. A continuación me dice unas palabras muy solemnes que nunca me voy a olvidar: ‘en el nombre de la Patria, le informo que se le ha concedido el Premio Nacional de Ciencias Exactas por unanimidad del jurado”… mientras la escuchaba yo celebraba con el puño en alto sin meter bulla.

– ¿Cuál de sus trabajos cree que fue determinante para la obtención del Premio Nacional?
Sin duda el proyecto Calán Tololo, que permitió establecer distancias precisas de galaxias utilizando su luminosidad como medida. Esa fue una de las razones por las cuales el jurado decidió otorgarme el Premio Nacional. El proyecto condujo a un gran descubrimiento: la expansión acelerada del Universo en 1998 y tuvo gran impacto internacional.

– Usted ingresó a estudiar Licenciatura en Física a los 16 años. ¿A qué edad surgió su interés por la astronomía?
Fue la astronomía la que se acercó a mí. Desde que tengo uso de razón, el cielo me genera curiosidad. Sacaba los binoculares de carreras de caballos de mi papá y me subía al techo de mi casa buscando soledad y tranquilidad para apuntarlos al cielo. Miraba cometas, estrellas, la luna y así se fue consolidando este gran interés mío por esta disciplina.

También me impresionaban mucho los extraterrestres, al punto que llegaba a soñar con ellos. La astronomía era un vehículo para averiguar si había vida más allá de la Tierra. Me encantaba la ciencia ficción, especialmente la serie de televisión “Perdidos en el Espacio” (EEUU, 1965) donde una nave espacial visitaba distintos planetas y se encontraba con seres y animales desconocidos. Fue un gran estímulo para la imaginación.

– Científicos como Stephen Hawking han planteado la posibilidad de que exista vida fuera de la Tierra. También se han descubierto exoplanetas que podrían contener agua, uno de los elementos esenciales para vida. ¿Qué le parece esta posibilidad? ¿Es posible que no estemos solos?
Me sigue fascinando la idea, a mí y a toda la comunidad científica. A cualquier persona en la calle le interesa saber si existen o no civilizaciones extraterrestres. Sigue siendo una pregunta muy vigente y cada vez nos vamos acercando, científicamente -con datos y evidencia-, a acotar una respuesta. Antes había más incógnitas, ahora hay menos, pero queda un tramo largo aún para poder responder.

– ¿Qué personajes de la astronomía lo inspiran y han motivado su trabajo?Admiro a Albert Einstein, especialmente el insight que tuvo (1897-1955) para entender el mecanismo por el cual la gravedad opera. Cambió completamente ese concepto, desplazando a Isaac Newton (1643-1727), cuando descubrió que la gravedad curva el espacio y por lo tanto los objetos tienen que moverse lo más lento posible en un espacio curvo.

Einstein hizo predicciones que se pueden comprobar, y eso ocurrió con el eclipse solar de 1919, donde se demostró la deflexión de la luz de las estrellas al pasar cerca del sol, ratificando la genialidad de científico.

– ¿Cómo es el día a día de un astrónomo?
¿Después del Premio Nacional o antes? (ríe) bueno ahora son muchos llamados de felicitaciones y expresiones de cariño, numerosos descorches de botellas de champán y entrevistas. Mientras que antes, fue principalmente trabajo, porque no basta sólo la motivación, uno transpira bastante para poder responder las preguntas que se plantea. Así que vocación y trabajo duro son la clave para hacer descubrimientos y realizar un aporte al conocimiento.

– Su trabajo fue fundamental para que Saul Perlmutter, Adrian Riess y Brian Schmidt obtuvieran el Premio Nobel de Física 2011 ¿Cómo contribuyó su investigación a la comprensión del universo?
Yo trabajé en el equipo de Schmidt y la Academia de Ciencias de Suecia dijo que mi trabajo fue “esencial” para la calibración de las supernovas del tipo Ia y que sin eso no hubiera sido posible el descubrimiento de la aceleración del universo, que fue la razón del Nobel.

Nuestro hallazgo fue un remezón tremendo al entendimiento del universo. El 70% del universo está hecho de una sustancia cuyo origen se desconoce (la llamada energía oscura) y que es la que produce la aceleración. Es decir, había un 70% del cosmos que había pasado desapercibido. Luego, ¿cuál es el origen de esta energía oscura? Nadie lo sabe y actúa como una especie fuerza repulsiva que se opone a la gravedad y eso no estaba en el guión de nadie.

Por lo tanto, los esfuerzos de la comunidad científica están hoy destinados a determinar el origen de esta energía, que puede ser una nueva fuerza de la naturaleza. La naturaleza está operada por electromagnetismo, fuerzas nucleares fuertes, débiles y gravedad. Esas son las cuatro fuerzas, la energía oscura aparece como una quinta fuerza. Realmente vienen a cambiar sustancialmente las bases mismas de la física y de las leyes que gobiernan la naturaleza.

– ¿Cómo podemos definir la materia oscura y la energía oscura?
Materia oscura y energía oscura son dos cosas distintas aparentemente, la materia oscura fue la primera evidencia (1935) y es la sustancia que mantiene unidas a las galaxias. En los cúmulos de galaxias habitan unas mil de ellas, que son una especie de enjambre, como abejas que se mueven entre sí. Entonces para que ese enjambre no se disperse ni evapore, requiere una masa que los mantenga unidos a través de su gravedad y esa masa es muy superior -unas 10 veces- a la cantidad de masa que se ve en forma de estrella y es ahí donde aparece la primera evidencia de materia oscura.

Entonces la materia oscura es un efecto atractivo. En cambio la energía oscura opera en grandes escalas con el signo opuesto, en vez de atraer es un efecto repulsivo. Y para ambas sustancias no tenemos explicación empírica todavía. Sabemos que están allí, que operan, pero es un gran misterio.

Juntas constituyen el 96% del universo y el 4% restante es la materia conocida, común y corriente. A través de ese 4%, esa ventanita angosta, es que logramos explorar todo el universo y existe use 96% que está ahí por descubrirse.

– ¿A qué investigación está abocado hoy?
Soy medio monotemático, me he dedicado a las supernovas desde 1987 y actualmente estoy trabajando en establecer una técnica para medir distancias usando, esta vez, supernovas de tipo II. La idea es aprovechar el telescopio LSST (Large Synoptic Survey Telescope o Gran Telescopio para Rastreos o Sondeos Sinópticos) que viene a Chile en la próxima década y que va a mapear todo el cielo austral en tres días durante 10 años. Va a producir una base de datos de millones de supernovas de tipo I y II. A mí me interesa explotar los datos de las supernovas de tipo II para poner cotas a la energía oscura.

– ¿Será Chile la capital mundial de la astronomía con los proyectos que albergará?
Efectivamente acá se concentrará la mayor cantidad de poder de observación a nivel global. Así que desde el punto de vista observacional, efectivamente podemos denominar a Chile como la capital mundial de la astronomía. Ahora lo que tenemos que hacer es que además de albergar esos telescopios, debemos hacer que los jóvenes talentos chilenos puedan ser parte de esa aventura que es la exploración del universo. No sólo astrónomos, en la próxima década necesitaremos las estadísticas, las matemáticas y la informática para analizar esta cantidad increíble de datos que va a llegar. Es importante que los cielos despejados del norte de chile beneficien a la comunidad astronómica, pero también que permeen a otras disciplinas.

– Con este increíble panorama, ¿podemos predecir un gran salto en nuestra comprensión del universo?
Cada vez que se construye un nuevo instrumento cambia nuestra visión del universo. No me extrañaría que esta visión, gracias a los telescopios que hospedará Chile, en 15 ó 20 años más, sea muy distinta a las que tenemos ahora.

– En su opinión, ¿por qué es importante la divulgación científica y transmitir los resultados de las investigaciones científicas a la ciudadanía?
Porque la investigación científica que hacemos en Chile se hace con dineros públicos, por lo tanto el conocimiento debe ser público y debe llegar a la sociedad. Los científicos tenemos que esforzarnos en usar lenguaje simple y asesorarnos por los comunicadores, porque nosotros no somos expertos. Siempre he creído que debe existir una alianza entre el científico y los profesionales de la comunicación. Hace diez años que trabajo en ese modelo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *