Entrevistas

Nicolás Schneider, geógrafo: “La niebla es el futuro hídrico desde el norte de Valparaíso hasta Arica”

Publicado 08-07-2015

nicolas schneider

En 1994 Naciones Unidas instauró el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, reconociendo que se trata de un problema de dimensión planetaria que afecta aproximadamente a la sexta parte de la población mundial, es decir al 70% de todas las tierras secas, equivalente a 3.600 millones de hectáreas, y a la cuarta parte de la superficie total de tierras del mundo.

Durante 2015, Italia será el país anfitrión de un acto en la Expo Milán 2015 cuyo lema es “Alimentar el planeta, energía para la vida”, muy en consonancia con el lema del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación 2015. De acuerdo al Informe sobre el Estado de la Inseguridad Alimentaria de 2014, más de 800 millones de personas en el mundo no tuvieron acceso a los nutrientes necesarios entre 2012 y 2014, cifra que equivale a uno de cada ocho habitantes del planeta.

De acuerdo al organismo internacional, más del 99,7% de los alimentos proceden del suelo, por lo que resulta clave recuperar tierras degradadas para garantizar la seguridad alimentaria. Asimismo, en julio de 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, considerándolos como aspectos esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Del mismo modo, exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para contribuir al suministro de agua potable y saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos los habitantes del planeta.

Alto en el Desierto
En nuestro país existe una serie de instituciones y personas interesadas en el fenómeno de desertificación y comprometidas con el cuidado del agua. Nicolás Schneider Errázuriz, es uno de ellos. Geógrafo, Magister en Desarrollo Rural, el Coordinador de Fortalecimiento Regional PAR de Explora, tiene más de 10 años de experiencia en la materia. Ganador del Premio de los 100 Jóvenes Líderes 2013, ha trabajado en la Universidad Católica y en la FAO, entre otros organismos.

Schneider es fundador de la Fundación Alto en el Desierto, dedicada a la cosecha y reutilización de aguas en la Provincia de Limarí. Los atrapanieblas de Cerro Grande de Peña Blanca (Ovalle) y el proyecto educacional Alto en el Desierto son dos iniciativas actuales de lucha contra la desertificación.

¿Cómo nació su interés por estos temas? ¿Está trabajando en algún proyecto relacionado?
Por temas profesionales migré 10 años a la región de Coquimbo. En especial en su provincia de Limarí, me llegó profundamente el tema cuando puede ver y conocer a miles de familias que no tienen agua para una vida digna, en pleno siglo XXI. Además pude palpar el drama de la sequía, y las migraciones que se producen por la falta de agua y por ende de oportunidades económicas.

¿Cómo se mide la sequía, sólo por el déficit de precipitaciones?
No, la sequía se mide en una serie de indicadores. Destacan el SPI (Standard Precipitation Index), Índice de Palmer, Índice Precipitación y Evapotranspiración Estandarizado SPEI en sus siglas en inglés. Esto nos indica, más allá de las preferencias entre uno y otro índice, que existe una correlación de factores y no es solo la falta de precipitaciones en un lugar y tiempo dado. La sequía no es solo falta de precipitaciones, es una serie de relaciones y factores que a su vez limitan el desarrollo de las comunidades en especial de las rurales en todo el mundo, siendo territorios críticos los que tienen la condición borde a desiertos. (Atacama, Sahel en Africa, etc.).

¿Existen estudios recientes sobre el fenómeno de la desertificación, su impacto y formas de abordarlo?
Lo que más existen son estudios, en especial por parte de agencias internacionales, gobiernos y universidades a lo largo del mundo. El impacto también se encuentra muy abordado en especial desde los años 70 en adelante, pero pese a los múltiples diagnósticos la forma de abordarlos no son tomadas en cuenta por los gobiernos, debido a que la desertificación es un enemigo silencioso, que afecta en directo no siempre a los grandes centros de toma de poder y casi siempre a comunidades en condición de vulnerabilidad y pobreza. Es bastante caro realizar las acciones, -además se deben coordinar con un trabajo de educación ambiental de grandes y chicos a largo plazo-, cosa que hasta el día de hoy no ha sucedido. Y si es que ha ocurrido sucede en forma aislada.

¿La desertificación es un fenómeno que avanza en forma irreversible en Chile? ¿Y en el mundo?
Es un fenómeno reversible a lo largo del mundo incluido Chile, lo que sucede es que al no existir instrumentos claros para su combate, políticas públicas, profesionales comprometidos y un trabajo en serio su tendencia se hace irreversible.

¿Qué prácticas pueden detener el avance del desierto en Chile?
En Chile se pueden realizar una serie de prácticas que tendrían resultados pero que requieren de seguimiento ya que sus impactos solo se consiguen a largo plazo. En un primer término se debe elaborar un plan escolar para las zonas afectadas por la desertificación, que son mayoritarias en Chile, además un trabajo de educación con adultos y tercera edad. Luego uno de los temas más soterrados es la recuperación del suelo, para lo cual en Chile no hay herramientas masivas y concatenadas con otras acciones. La realización de zanjas de infiltración, protección de cárcavas, cultivos que sean amigables con el suelo y obras de almacenamiento de agua cuando existan lluvias son elementos básicos para ello. Además la cosecha de agua lluvia, la utilización de atrapanieblas y áreas costeras, la protección de las fuentes de aguas ancestrales de comunidades rurales son acciones que se pueden sumar a las anteriores.

¿Qué alcances tiene la reutilización del agua?
En Chile aún no se recicla el agua, no hay de parte del Estado ni de privados, políticas públicas para la cosecha de aguas lluvias, para la reutilización de agua de lavamanos. Tampoco se obliga a las empresas constructoras tener diseños hídricamente amigables. Los únicos que realizan esto son pequeños proyectos ambientales, como lo hace el proyecto Un Alto en el Desierto, en donde 10 escuelas rurales con un poco más de 100 alumnos cosecharon/reciclaron más de 250.000 litros de agua con pequeñas acciones. La cosecha y reciclaje de agua es el camino, aunque esto no es entendido.

Un informe reciente del Banco Mundial establece que una de las líneas de acción de la Estrategia Nacional para los Recursos Hídricos es el fortalecimiento de la institucionalidad, ¿le parece esta una medida prioritaria para el mejoramiento de la gestión de las aguas de Chile?
Absolutamente, la materia hídrica y sus instituciones se encuentran obsoletas. Se podrán realizar una serie de cambios pero si no hay quien fiscalice todo esfuerzo será en vano. Se debe modernizar la institucionalidad del agua, proteger a las comunidades rurales (que si se van, mayor será la desertificación) y realizar algunos cambios a uno de los códigos de agua más liberales del mundo.

¿Existe compromiso con el cuidado del agua?, ¿Cómo puede educar?
No existe un compromiso con el agua, pese a su importancia. Se pierden millones de litros diarios en ciudades poco sustentables. Tampoco las personas tienen internalizado el cuidado, al ser un bien que sale desde la llave y hay que pagar por ella. Se puede educar pero no de la misma manera, los estudiantes deben ser verdaderos cosechadores y recicladores, que utilicen esa agua para acciones concretas como huertos, forestación, hermoseamiento de la escuela. Con el método científico, con el apoyo de los apoderados y alianzas con universidades y centros de investigación. Se debe salir de las aulas para realizar una acción directa en el aprovechamiento hídrico existente, independientemente del área geográfica en donde se encuentre.

¿Es la niebla el futuro hídrico de los sectores costeros de Chile?
La niebla es el futuro hídrico de los sectores desde el norte de Valparaíso hasta Arica; existe un inmenso potencial estudiado. Lo que pasa es que estos proyectos necesitan apoyo durante años para tener frutos palpables y medibles. Este seguimiento nadie lo hace y muchas veces quedan como proyectos piloto. Se debe invertir en esta materia, realizar el seguimiento por años, para así poder ayudar a miles de familias principalmente rurales y vulnerables que hoy no tienen acceso al agua, o la tienen de mala manera (problemas jurídicos, de calidad) o la reciben en camiones aljibes por parte de los municipios.

http://www.un.org/
http://www.unaltoeneldesierto.cl/

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