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Investigación financiada por CONICYT evidencia la capacidad de las orcas de imitar la voz humana

Publicado 02-02-2018

  • El estudio, que es parte de un proyecto de Postdoctorado de Fondecyt,  podría contribuir a entender transmisiones orales en mamíferos y los orígenes de la cultura humana.

Este estudio ha proporcionado la primera evidencia experimental de imitación vocal en orcas.

Con el objetivo de indagar en los orígenes del habla humana, el sicobiólogo José Francisco Zamorano realizó un estudio comparativo entre especies, para medir la capacidad de imitación oral de parte de orcas y belugas, considerada como una forma compleja de aprendizaje social, y un eventual primer eslabón respecto a cómo los dialectos fueron fundamentales para la creación de la cultura.

Los resultados del estudio, apoyado por el Programa Fondecyt de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, fueron sorprendentes. Se trata de la primera evidencia de imitación vocal en orcas, que demuestra la capacidad de este animal de reproducir sonidos, tanto de otros miembros de su propia especie, así como del habla humana, al haber registrado un “hola” y un “adiós” por parte de uno de estos seres.

“Lo que arroja este estudio experimental es que la evolución ha dotado a las orcas de capacidades imitativas realmente sofisticadas y apoya la hipótesis de que los dialectos, que se han documentado en estudios de campo en esta especie y en otros cetáceos, se pueden adquirir y mantener a través del aprendizaje social y, más específicamente, a través de la imitación y, por tanto, se pueden calificar como tradiciones culturales”, comentó el doctor Zamorano.

Lo que el equipo de investigación espera obtener como resultado a futuro, es demostrar que existen otros mamíferos sociales, que tienen la misma capacidad de imitación, memoria y aprendizaje ya identificados en orcas y belugas.  De esta forma, buscan comprender, en última instancia, los orígenes del habla humana, considerando la idea de que el lenguaje es un elemento que no tiene un carácter hereditario, sino que responde a trasmisiones culturales.

“Lo que arroja este estudio experimental es que la evolución ha dotado a las orcas de capacidades imitativas realmente sofisticadas”, sostuvo el doctor Zamorano.

El proyecto se ha realizado mediante el trabajo conjunto de investigadores del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva del Centro de Investigaciones Médicas, de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile; en colaboración con científicos de las Universidades Complutense de Madrid, Politécnica de Madrid, y de Saint Andrews; además del Max-Planck Institute for Evolutionary Anthropology.

Para la realización de este trabajo, que se publicó en la prestigiosa revista Proceedings of the Royal Society B (Biological Sciences), se utilizó el mismo paradigma que ya había sido empleado en el estudio de la imitación motora en orcas, Orcinus orca. El sujeto es entrenado a responder a la señal “haz lo que el otro hace” o “haz lo que yo hago”, en la que se le pide que copie la acción motora o vocal (familiar o novedosa) que está realizando otro sujeto (que actúa como modelo) de la misma o de otra especie.

La imitación de sonidos novedosos, es decir, aprender a producir un sonido nuevo solo por escucharlo, es una propiedad central del habla humana, que ha impulsado la evolución de otra adaptación única en nuestra especie: la cultura humana. Aunque la capacidad de copiar sonidos de individuos de la misma especie está muy extendida en las aves, es notablemente rara en los mamíferos y, entre los primates, es prácticamente exclusiva de los humanos.

 

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