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Atraído por Chile

Publicado 01-07-2014

Cuando Fabrizio Canfora llegó a hacer su doctorado, no tenía en sus planes instalarse definitivamente en Chile, pero las posibilidades que le ofreció CONICYT a través del PAI y la ciudad terminaron de convencerlo de quedarse.

“Las posibilidades que se me abrieron en Chile a través del PAI me cambiaron la vida", comenta Fabrizio Canfora.

Cuando Fabrizio Canfora estudiaba física en la Universidad Federico II de Nápoles poco podía pensar que su carrera científica lo llevaría a vivir a un punto tan alejado como Valdivia, donde no solo encontraría la tranquilidad que necesitaba para desarrollar su investigación sino que se casaría e instalaría indefinidamente.

Fabrizio había finalizado su doctorado en la Universidad de Salerno en diciembre de 2003 y había obtenido su primera posición postdoctoral en esa misma casa de estudios unos meses después, trabajando en la termodinámica de agujeros negros y en el análisis de las posibles consecuencias de la presencia de dimensiones extra para la dinámica del campo gravitacional en cuatro dimensiones. Pero en ese momento tomó la decisión que le cambió la vida, cuando viajó a realizar su segundo postdoctorado, esta vez en el prestigioso Centro de Estudios Científicos de Valdivia, CECS, dirigido por el doctor Claudio Bunster.

“En noviembre de 2006 llegué al CECS, atraído porque es muy famoso en el área de la ciencia donde yo trabajo, pues entre sus integrantes hay personas muy conocidas en el ambiente de la física. Para mí esto era muy estimulante, y aunque al principio no estaba en mis planes quedarme, con el tiempo esa decisión cambió”, explica Canfora, quien precisa que al tratarse de una ciudad muy tranquila, cumple con un requisito que para él es fundamental para hacer investigación, a lo que se suma el ambiente muy estimulante que ofrece el CECS.

“Luego de tres años trabajando en el CECS, me ofrecieron quedarme, mejorando mi posición de post doc, entonces encontré en CONICYT al Programa PAI, que desde un primer momento me pareció una alternativa excelente, porque complementaba lo que estaba haciendo, ya que antes había trabajado con un Fondecyt de doctorado”, explica el doctor Canfora.

Fabrizio Canfora postuló al Concurso de Proyectos de Inserción de nuevos/as investigadores/as posdoctorales en la Academia, Centros e Institutos de Investigación Nacionales de PAI, que tiene como propósito fortalecer la capacidad académica, científica y tecnológica de instituciones nacionales, por medio de la inserción laboral de investigadores en la academia y en el sector productivo, mejorando los niveles de productividad. Este  financia a través de CONICYT hasta el 80%, 60% y 40% de los años 1, 2 y 3 respectivamente, de ejecución del proyecto, a los que se suma un monto único anual por investigador para gastos operacionales, equipamiento menor y viajes relacionados con la ejecución del proyecto de inserción o presentación de sus resultados.

Gracias al nivel de sus investigaciones, el doctor Canfora fue seleccionado por la Sociedad Italiana de Relatividad General y Física de la Gravitación, para recibir el premio SIGRAV 2012, que se entrega cada dos años a físicos menores de 40 años.

“Considero que este programa es excelente, pues sugiere a las instituciones contratar a investigadores de muy buen nivel y como contempla la ayuda con el sueldo del recién llegado, es un claro incentivo para los centros de investigación. A esto se suma que cuentas con recursos para investigar y asistir a congresos”, explica.

Hoy encabeza un pequeño grupo de investigación, formado por dos estudiantes, trabaja con un círculo de personas que se comienza a agrupar en torno a este proyecto, y de este modo mantiene colaboración con siete personas repartidas en la Universidad Austral y en Valparaíso.

Las posibilidades que se me abrieron en Chile a través del PAI me cambiaron la vida. Esto me permitió dar un salto como investigador, y en mi vida personal, porque trabajas mejor con estabilidad, sin eso no puedes hacer un trabajo de excelencia y en mi opinión este programa hace subir el nivel de la investigación y así lo pude demostrar”, concluye.

 

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