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Dr. Haroldo Salvo, director del CGNA: Un premio para La Araucanía

Publicado 28-11-2014

Una innovación de la Araucanía obtuvo el galardón más importante en el área en nuestro país, el Premio Nacional a la Innovación Avonni. AluProt-CGNA, un lupino con mayor contenido y calidad de proteína que soya, desarrollado por el CGNA (Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola), ganó la categoría “Recursos Naturales Arauco”.

Avonni es organizado por el ForoInnovación y cuenta con el apoyo de El Mercurio, TVN y el ministerio de Economía. Su secretario, Luis Felipe Céspedes, comentó sobre AluProt-CGNA que “es un ejemplo de que es posible desde regiones generar logros con el potencial para convertirse en emprendimientos de clase mundial”. Lo cierto es que estos “ejemplos” sólo pueden construirse si trabajamos juntos, no son solamente el logro de una institución.

El CGNA nació en 2005 gracias a un esfuerzo del Estado por descentralizar la ciencia, a través del Programa Regional de CONICYT (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica) que impulsó la creación de centros regionales, con el apoyo de los Gobiernos Regionales. El tiempo ha demostrado que fue el enfoque adecuado, el GORE y CORE de La Araucanía han sido un apoyo fundamental.

En sus primeros pasos, una institución requiere de apoyo. INIA, UC Temuco y UFRO cumplieron ese rol. Hoy La Araucanía requiere del trabajo conjunto de todas las instituciones para aportar en su desarrollo científico y la creación de valor. El desafío es gigantesco.

El papel de los pequeños, medianos, grandes agricultores e industria ha sido vital. Sus ganas de innovar nos inspiran: juntos hemos logrado interesantes rendimientos y prototipos para alimentación saludable. También nos motiva la innovación social: cooperativas de la Agricultura Familiar Campesina han aumentado su siembra en 18 veces, logrando que algunos agricultores dupliquen su ingreso. Ésta es una llave para contribuir a la superación de la pobreza y crear valor.

En definitiva, éste es un premio para La Araucanía, para sus agricultores, agroindustria, científicos, su Gobierno y, sobre todo, para darnos cuenta de que somos capaces, de que se puede.

 

 

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