Noticias

ADN de restos arqueológicos encontrados en Sudamérica dan nuevas claves para descifrar el primer poblamiento del continente

Publicado 17-05-2016

  • Los científicos chilenos, Calógero Santoro y Vivien Standen, de la Universidad de Tarapacá, forman parte de este proyecto internacional que busca conocer detalles acerca del poblamiento de América.
Restos fueron encontrados en

Los muestras arqueológicas estudiadas fueron encontradas en Los Andes Centrales de Perú, Chile, Bolivia y Argentina.

Un artículo publicado en la revista científica Science Advances plantea que a través del ADN mitocondrial de muestras arqueológicas encontradas en distintos lugares de Sud América, incluyendo los Andes Centrales y el norte de Chile, se podrá obtener mayores pistas sobre el poblamiento de América.  La publicación, liderada por Bastien Llamas de la Universidad de Adelaida de Australia, reúne a más de treinta expertos de distintos países y universidades de América y Australia, entre los que se encuentran los arqueólogos Vivien Standen y Calogero Santoro, ambos pertenecientes a la Universidad de Tarapacá y miembros del proyecto Anillo “Escallonia”, financiado por CONICYT.

A pesar de la gran cantidad de estudios que existen al respecto, aún falta información sobre el momento, las rutas y los procesos socio-culturales que dieron origen a la historia de la humanidad en el continente americano. Las evidencias arqueológicas muestran que los seres humanos fueron capaces de alcanzar el sur de Chile, hace más de 14 mil años, pero aún quedan dudas respecto de las vías de entrada al continente y las fechas estimadas del arribo y consiguiente dispersión y colonización. Esto limita comprender, por ejemplo, las razones de la baja diversidad genética reconocida hoy entre las poblaciones nativas de América. Una posible explicación sería que la colonización europea, iniciada a partir del siglo XVI, excluyó una importante fracción de la población nativa a través del mestizaje y las diversas enfermedades introducidas desde el Viejo Continente, que al ser desconocidas en el Nuevo Mundo provocaron una drástica disminución de la población.

Los resultados del estudio interdisciplinario del genoma mitocondrial, de individuos que vivieron entre los 8 mil y 500 años atrás, sugieren que un pequeño grupo llegó al continente americano hace 16 mil años por una ruta costera iniciada en Beringia, cuando el Estrecho de Bering aún no se había formado. El aislamiento geográfico de América fue un factor determinante en el retraso de la colonización humana hasta el final del Pleistoceno (20 a 10 mil años atrás).

El artículo en Science Advances, en particular, destaca que los primeros pueblos podrían haber llegado desde Asia y atravesaron por el Istmo de Bering, hacia el final de la última glaciación. Sin embargo, América del Norte estaba cubierta por hielo glacial por lo que no sólo las Montañas Rocosas habrían bloqueado el acceso hacia el interior de América.  Dada esas circunstancias, la ruta costera por el Pacifico fue una alternativa clave de ingreso al continente.

Para los investigadores participantes de este estudio, el momento y las vías utilizadas en la primera ola migratoria son fundamentales para comprender el tamaño, velocidad y naturaleza de los primeros habitantes de América.  Hay datos específicos que muestran que los pequeños grupos fundadores del primer evento migratorio al continente, dieron pie a la mayor parte de los ancestros de los nativos americanos de hoy.

Las nuevas tecnologías de estudios genéticos están permitiendo generar importante información para responder a las interrogantes levantadas en este estudio, a partir del ADN mitocondrial de muestras arqueológicas encontradas en América del Sur, específicamente de los Andes Centrales de Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Además, la información es lo suficientemente completa como para dimensionar las consecuencias genéticas de la colonización europea a partir del siglo XVI, que habría provocado una importante reducción de la diversidad genética de los nativos americanos que se observa hoy día.

Finalmente, el artículo plantea que la falta de muestras arqueológicas en Beringia puede ser suplido por la información del genoma ancestral de América del Sur y con ello enfrentar con nuevos datos el problema de la entrada y rutas de dispersión por el continente de los primeros colonizadores humanos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *