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Investigadora del CIEP publica artículo en revista Nature

Publicado 31-10-2017

La investigación de la Dra. Frida Piper, fue el resultado de una colaboración internacional de 62 científicos que analizaron la respuesta fisiológica de distintas especies frente a condiciones extremas de escasez de agua y aumento de temperaturas, patrones cada vez más frecuentes en distintas regiones del mundo.

Los bosques, además de albergar una diversidad de especies de flora y fauna, producen beneficios ambientales, sociales y económicos que son importantes para la sociedad en su conjunto:  absorben y almacenan dióxido de carbono – gas producido por las emisiones de combustibles fósiles utilizados para  generar energía- mitigando el efecto “invernadero” que aumenta la temperatura asociada al cambio climático; regulan el ciclo del agua,  disminuyen el riesgo de erosión de los suelos y nos ofrecen escenarios de belleza escénica importantes para nuestra recreación y  las actividades turísticas.

Considerando estos servicios ecosistémicos, la investigación: “Síntesis multi-especie de los mecanismos fisiológicos en la mortalidad de los árboles inducida por la sequía”  (A multi-species synthesis of physiological mechanisms in drought-induced tree mortality), tenía como uno de sus objetivos conocer los procesos fisiológicos- limitaciones hídricas y nutricionales- de especies en riesgo para así mejorar las proyecciones de mortalidad y reducir la incertidumbre de las interacciones atmósfera-biosfera de carbono, agua y energía. La Doctora Piper aborda este y otros temas en las siguientes pregunta.

1. Medir efectos fisiológicos en especies arbóreas producidos por las condiciones climáticas, implica experimentar durante extensos periodos de tiempo ¿Cuál fue la metodología que guío el estudio en este caso?

El estudio consistió en un análisis de los mecanismos que causan la mortalidad de especies arbóreas en condiciones de sequía extrema. Los distintos participantes del estudio aportamos resultados que respondían a esa pregunta -mecanismos causales de mortalidad en sequía- pero que fueron obtenidos de diferentes especies, y con diferentes aproximaciones aunque todas ellas experimentales. Por ejemplo, algunos coautores trabajamos con plántulas y otros con juveniles, algunos con sequía inducida drásticamente mediante la supresión total de riego y otros con déficit hídrico más gradual. Yo aporté dos sets de datos al estudio, uno obtenido en coihue común y coihue de Chiloé durante mi tesis de doctorado; el segundo obtenido desde las investigaciones en Patagonia, en una especie invasora(arce). Estos datos son los únicos del estudio que representan los efectos de la sequía en la supervivencia de árboles que habitan Sudamérica.

2. El artículo es el resultado del trabajo de 62 investigadores de distintos países ¿Cómo se coordina una investigación de este nivel?

En esta investigación participaron 62 científicos de distintas partes del mundo.

 Esa fue una ardua tarea a cargo, principalmente, de los dos o tres primeros autores del estudio. Ellos diseñaron el contexto y el objetivos del estudio, luego contactaron a quienes trabajábamos en el tema, y luego lideraron la recolección, análisis e interpretación de los datos. Varios de los autores participamos en la discusión de los resultados. Un estudio de esta magnitud requiere en primer lugar un compromiso de agenda de cada uno de los participantes, es decir responder cada requerimiento relacionado al estudio en forma dedicada y oportuna, de modo que quienes lideran el estudio puedan avanzar y el proceso no se retrase o fracase porque alguien no envía información relevante sobre sus datos. También requiere ajustarse a los criterios que establecen quienes lideran el trabajo. Los datos metodológicos de cada participante y los resultados en si mismos, deben enviarse bajo un cierto formato. Obviamente requiere ética científica (que los datos sean reales, verídicos, fidedignos, y que si hay información faltante se declare como tal).  

3. ¿Cuáles servicios ecosistémicos asociados al bosque podrían verse afectados si continúa el aumento de su tasa de mortalidad?

 Los bosques son el principal sumidero de las emisiones de dióxido de carbono generadas principalmente por la actividad antrópica y nocivas para la vida del planeta a través del efecto invernadero que causan. Por ello, si tenemos menos superficie de bosque tendremos un aumento de las concentraciones de dióxido de carbono, un aumento del efecto invernadero, y un aumento de la temperatura global del planeta que conlleva a diferentes catástrofes y crisis, incluyendo desastres naturales, pérdida de la biodiversidad, plagas y enfermedades que afectan la salud humana y la producción de alimentos, hambre y pobreza. A escala más local, los bosques ofrecen sombra, refugio y alimento a muchos organismos incluyendo mamíferos y aves, que a su vez son reguladores de las poblaciones de otros organismos. Por ejemplo, los pájaros carpintero se alimentan de larvas que se hospedan en los troncos de los árboles. Los bosques también cumplen un  rol indiscutible en la provisión de agua, pues regulan su ciclo. Gracias al bosque el agua se conserva más en el suelo, en vez de perderse rápidamente por escorrentía y causando además erosión.

4. La región de Aysén cuenta con la mayor superficie de bosque nativo protegido. Desde tu trabajo científico ¿Qué efectos del cambio climático has podido constatar?

 La verdad es que los efectos del cambio climático en los bosques de Aysén son aún menores cuando se comparan con otras regiones de Chile, como por ejemplo la Araucanía donde la araucaria o pehuén están mostrando síntomas de decaimiento . No obstante, desde mi experiencia hay un fenómeno claramente asociado al cambio climático en Aysén que tiene que ver con las plagas de insectos. Desde el CIEP hemos venido estudiando la plaga de “oruga espinuda”, pero también hay otras. Esta plaga está ocurriendo de manera más frecuente y más extensiva. Hasta el momento lo que sabemos es que su principal “víctima” que es la lenga, está bien adaptada a esta oruga a través de diferentes mecanismos que hemos identificado. Pero la gran incertidumbre es si la lenga será capaz de resistir ataques más frecuentes. La ocurrencia de esta plaga en “nuevas víctimas”, es decir especies que no solían ser afectadas, es también un tema de preocupación y por ende de investigación.

5. El conocimiento científico es fundamental para orientar las decisiones que se toman en el ámbito público, sobre todo en las políticas de desarrollo vinculadas a los recursos naturales. ¿Crees que en Chile existe un espacio de encuentro entre la ciencia y estas políticas?

Sí, creo que existen los espacios, aunque ello no garantiza que sean vinculantes. Los resultados que la ciencia muestra en materia ambiental no siempre apoyan las formas de desarrollo económico que predominan en el país, más bien todo lo contrario.

Compatibilizar el desarrollo económico con la protección ambiental y con la salud humana es un gran desafío que no se alcanza sólo con desarrollo científico. Se requiere un cambio en políticas de estado que considere normativas ambientales más exigente y equiparables a la de países desarrollados, y decisiones ambientales basadas en criterios científicos y tomadas por personal idóneo. Sin voluntad política, de poco sirve lo que la voz de la ciencia diga en temas ambientales.

6.¿En qué áreas de las políticas públicas relacionadas con el bosque podrían aplicarse los resultados de esta  investigación?

Sin lugar a dudas la información obtenida es relevante para toma de decisiones que se realicen en los ámbitos de conservación de biodiversidad (ej. Snaspe), puesto que permitirá identificar nuevas áreas y especies bajo riesgo, como también entregar herramientas para diseñar estrategias de mitigación.

Puede acceder a la investigación en el siguiente enlace: http://www.nature.com/articles/s41559-017-0248-x

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