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Las exportaciones anuales de frutas frescas chilenas han alcanzado valores del orden de billón de dólares. Según ODEPA (Oficina de Estudios y Políticas Agrarias/Chile) las exportaciones de frambuesa y arándano frescos alcanzaron en el año 2007, alrededor de 4.100 y 16.500 ton., generando un ingreso superior a US$ 27 y US$ 134 billones, respectivamente. Sin embargo, los berries son altamente perecibles con una elevada actividad fisiológica postcosecha. Como consecuencia tienen cortos períodos de madurez y senescencia lo que hace la comercialización un desafío. En general la vida útil de los berries es limitada por las enfermedades causadas por hongos, especialmente el Botrytis cinerea. Los sistemas de envase y la baja temperatura son tecnologías que contribuyen en el aumento de la vida útil, calidad y seguridad de las frutas frescas. Por otra parte, hoy uno de las más serias preocupaciones ambientales es la cantidad de residuos producidos y acumulados como consecuencia de la utilización de envases y embalajes. La mayor parte de los materiales utilizados en las industrias de envase se produce a partir de combustibles fósiles y son prácticamente no degradables. Por causa de esto, materiales de envase de alimentos, como cualquier otro material de envase de almacenamiento de corto plazo, representan un gran problema ambiental mundial. Se estima que un 25% de los residuos producidos en el mundo son provenientes de los envases. Actualmente existe un gran interés por materiales reciclables, que son aquellos materiales reutilizados por la industria con el objetivo de minimizar los residuos ambientales, y por los materiales biodegradables, definiéndose como tal, a aquellos materiales que se degradan debido a la acción de microorganismos que naturalmente están presentes en el ambiente, tales como, las bacterias, hongos y algas. Así, la búsqueda de nuevos materiales para envases que permitan extender la vida útil de alimentos, junto con el mejoramiento de la calidad alimentaria y, más aún, con la reducción de la cantidad de residuos de envases desechados en el ambiente, es un tema de gran interés en el área de empaque de alimentos. Un gran esfuerzo para extender la vida útil y mejorar la calidad alimentaria reduciendo residuos de envases ha alentado la exploración de nuevos eco-materiales de envase. Los envases activos antimicrobianos son reconocidos por incrementar la vida útil de los productos envasados, mantener la calidad y asegurar la inocuidad alimentaria. Dentro del concepto de envase activo, el envase antimicrobiano está definido como el envase incorporado con agentes antimicrobianos activos en sustitución de tales sustancias adicionadas directamente en los alimentos. El concepto de envase antimicrobiano supone la liberación gradual del agente antimicrobiano del envase hacia el alimento, inhibiendo o retrasando el crecimiento de microorganismos en la superficie de los alimentos. Así, el objetivo de este proyecto es desarrollar un envase reciclable y/o biodegradable, amistoso con el medio ambiente, y además con capacidad antimicrobiana especifica contra Botrytis, que evite el desarrollo de este hongo durante la comercialización de los berries, incrementando la calidad, vida útil (en al menos un 30%) e inocuidad del producto en el mercado destino. Para verificar la eficiencia del envase desarrollado se realizará un estudio de vida útil de las frambuesas y de los arándanos envasados. Se trabajará con envases tradicionales y muestras envasadas con el nuevo material de envase. El estudio se llevará a cabo durante 10 y 30 días, respectivamente para frambuesas y arándanos, a 2 y 12 ºC , analizándose: pérdida de peso, color, textura, análisis microbiológicos y análisis sensorial del producto. La posibilidad de utilizar un envase de impacto ambiental positivo, con capacidad antimicrobiana específica para evitar el desarrollo de Botrytis permitirá, por una parte, poner en mercados nacionales e internacionales un envase amistoso con el medio ambiente, más acorde con las exigencias actuales de los consumidores a nivel mundial. Paralelamente al trabajar con un envase antimicrobiano será posible incrementar la vida útil de los berries, alcanzar mercados más alejados, y presentar un producto con una mejor calidad, con una mayor inocuidad alimentaria, y dar una mejor imagen de la marca país en los mercados extranjeros. |