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Chile necesita contar con un programa de mejoramiento genético que permita disminuir la dependencia de la industria del cerezo para el mercado fresco de variedades generadas en el extranjero. Ello contribuirá a mantener su competitividad global; evitará el riesgo de no contar con las nuevas variedades propietarias que generan los programas extranjeros; y, permitirá solucionar problemas productivos locales como ampliar el período de cosecha, extender la zona de cultivo hacia el norte del país y disponer de variedades con una excelente poscosecha que permita llegar con una fruta de calidad a los cada vez más distantes y exigentes mercados internacionales.
Con esta problemática en vista, BioFrutales S.A. presentó al concurso INNOVA-Chile de mejoramiento genético un proyecto para desarrollar en Chile un programa que permita minimizar el tiempo necesario para el lanzamiento comercial de una nueva variedad, tratando de maximizar su eficacia y rentabilidad. La biotecnología actualmente ofrece esta posibilidad a través del uso de la ingeniería genética, particularmente si se utiliza la cisgenia para solucionar aquellos problemas que no se puedan abordar por medios convencionales. Los objetivos técnicos del Programa propuesto a INNOVA-Chile fueron la obtención de variedades (i) de maduración muy temprana y muy tardía, para extender el período de cosecha; (ii) de bajo requisito de frío para ampliar la zona de cultivo al norte de la Latitud 33º; (iii) con larga vida de poscosecha (fruto firme y pedicelo resistente a la deshidratación y el pardeamiento), que posibilite su exportación por barco en vez de por avión como hoy ocurre mayoritariamente; (iv) resistentes a la partidura, para evitar las pérdidas por lluvias durante la cosecha; (v) de floración tardía, para evitar los riesgos de las heladas de primavera; (vi) con fruta de gran tamaño (<10 g); y, (vii) de gran productividad, es decir, resistente a enfermedades, con alto potencial de dardificación y autofértiles.
El presente proyecto es parte de la propuesta antes señalada y está destinada a establecer una plataforma de transformación genética en cerezo a partir de la experiencia y éxito que el INIA ya ha alcanzado con otras especies de Prunus como el duraznero y el ciruelo japonés. Para ello, se instaurará un sistema de regeneración en cerezo, acoplado a un sistema eficiente de transformación genética, que permita el uso de sistemas de alto flujo productivo para la introducción de genes que hasta ahora no se encuentran disponibles, no se expresen de la forma esperada o que no están disponibles dentro de la especie Prunus avium.
La posibilidad de realizar cambios discretos en los genomas de variedades de cerezo comercialmente aceptadas, confiriéndoles caracteres deseados sin una mayor modificación del resto de las características de la variedad, representa una ventaja importante para cualquier programa de mejoramiento genético. Adicionalmente, esta tecnología permitirá implementar estudios sobre el comportamiento de genes candidato homólogos de la familia Rosaceae, adicionando al cerezo a las pocas especies disponibles hacer este tipo de estudios dentro de esta familia.
El Programa de Ingeniería Genética propuesto busca desarrollar las capacidades técnicas que permitan ofrecer alternativas de solución a problemas como la resistencia a patógenos virales y a la falta de frío invernal. A más largo plazo, la técnica permitirá la generación de frutos con una mejor poscosecha y la generación de variedades con distintas épocas de producción, caracteres probablemente multigénicos y que están siendo estudiados mediante genómica funcional en otras especies, tanto en el país como en el extranjero.
Metodológicamente el proyecto contempla inicialmente un análisis de todas las alternativas experimentales para posibilitar un sistema reproducible de regeneración de esta especie. Sobre éste, será adicionada la transformación genética, en un formato que buscará la utilización de la intragenia y cisgenia como producto final. Bajo la experiencia en otras especies en estudio por este grupo de trabajo, serán implementadas tecnologías de escalamiento productivo, como son los biorreactores, que permitan obtener tanto sistemas masivos de propagación como sistemas de alto flujo de transformación genética para esta especie.
Los productos que se esperan obtener serán nuevas tecnologías no disponibles en el país para esta especie, las cuales podrán ser utilizadas para la micropropagación, para la generación de nuevas variedades o para utilizar la especie como modelo para la evaluación de genes candidato. Ello generará nuevas líneas genéticamente modificadas que podrán ser liberadas directamente al mercado o utilizadas en el Programa de Mejoramiento Genético de esta especie. Adicionalmente, se generarán nuevas tecnologías susceptibles de ser protegidas por derechos de propiedad intelectual. Tanto las nuevas variedades como las nuevas tecnologías serán de propiedad de quienes las generen y las empresas que contribuyen al proyecto serán las encargadas de comercializar estas tecnologías sea a través de sus socios o de terceros.
El proyecto será desarrollado por el INIA, la UNAB y PIPRA, con el apoyo de Biofrutales S.A., que será el responsable de la gestión de la propiedad intelectual que se genere. El costo total del proyecto será de M$ 1.050.973, con una aporte valorado de M$ 174.380 por parte del Consorcio Biofrutales S.A. |