La Obesidad constituye un problema mayor de Salud Pública por su alta prevalencia, principal factor de riesgo para Enfermedad Coronaria y otras Crónicas No Transmisibles. La Encuesta Nacional de Salud del año 2003 muestra un 35% de chilenos con hipertensión, 35% con hipercolesterolemia, 30% hipertrigliceridemia, 16% intolerancia a la glucosa y hasta 15% diabetes, 25% síndrome metabólico, 50% con riesgo cardiovascular alto o muy alto, 38% sobrepeso y 23% con obesidad. Una manera de determinar la importancia de atender los problemas de salud del adolescente, con un enfoque integral, es pensar en cuales serían las consecuencias si no se hacen estas inversiones. Dado el aumento exponencial de la obesidad a todas las edades, y sus riesgos a largo plazo, es que consideramos fundamental dar un apoyo interdisciplinario a los adolescentes. Los costos resultan elevados, para gobiernos e individuos, cada vez que un joven no llega a la edad adulta saludable.En Chile se han producido cambios socioeconómicos importantes; crecimiento económico, urbanización y globalización han modificado profundamente el modo de vivir, estando actualmente en un periodo de post-transición epidemiológica y nutricional temprana. Más que a condiciones medioambientales o sanitarias, y dado que las características genéticas no han variado mayormente, las enfermedades crónicas no transmisibles se relacionan con hábitos de vida poco saludables. La prevención de enfermedades cardiovasculares, aún cuando se padecen en la segunda mitad de la vida, para ser efectiva, debe hacerse desde etapas tempranas. Estudios locales nos demuestran que ya uno de cada cincuenta crónicos son menores de veinte años. En nuestro Centro de Salud el 58.6% de los adolescentes está malnutrido por exceso. Especial relevancia tiene el síndrome Metabólico en niños y adolescentes, cuya prevalencia es del 4-10%, llegando a 23 % en adultos en Chile; existe una alta prevalencia de complicaciones metabólicas en adolescentes obesos, entre ellas resistencia a la insulina e hiperinsulinismo, intolerancia a la glucosa, colesterol total y LDL elevados, siendo el índice de masa corporal el principal predictor para la presión arterial elevada, con un alto riesgo cardiovascular.Nuestra propuesta es una intervención que contemple y aborde la multifactorialidad: estado de salud física, familia y funcionalidad, dieta, actividad física, y aspectos psicológicos, para el tratamiento de la obesidad en el adolescente, considerando que nuestro problema es que los adolescentes obesos carecen de un programa específico de intervención integral. Nuestra hipótesis es que la intervención multidisciplinaria con enfoque de familia en la que se incluye intervención nutricional, psicológica, de actividad física, social y médica, realizada para adolescentes obesos beneficiarios del Centro de Salud Familiar Dr. Pedro Jáuregui Castro de Osorno consigue disminuir o frenar su �ndice de Masa Corporal, significativamente en comparación con la intervención médico-nutricional tradicional. Se ha diseñado entonces un estudio clínico controlado aleatorizado, longitudinal prospectivo. El principal resultado esperado es haber frenado o disminuido la obesidad en los adolescentes intervenidos. Al término del proyecto se espera haber conocido la prevalencia del síndrome metabólico en nuestros adolescentes y haber evaluado su recuperación después de la intervención; haber detectado e intervenido problemas de salud mental: depresión, autopercepción de vida social, situación psicoemocional; haber detectado disfuncionalidad familiar, así como la percepción de familia del adolescente, realizando estrategias de intervención; haber optimizado la ingesta calórica y porcentaje de grasa consumidos; haber educado en hábitos de vida saludables a los adolescentes intervenidos; haber Implementado un programa de actividad física y juegos; y haber involucrado a la familia en el tratamiento de la obesidad así como haber evaluado la influencia que estos tienen en el éxito o fracaso de la intervención. Siendo la obesidad una enfermedad multifactorial nada más tentador para el equipo que encararlo y tratarlo de la misma manera. Mucha de la literatura revisada, como discusión y conclusión, sugiere mayores grados de intervención familiar para un abordaje exitoso de los proyectos. Estamos haciendo nuestro ese desafío. Nos parece fundamental incorporar el abordaje desde el punto de vista de la salud familiar, realizando el análisis social y funcional de la familia del adolescente, consejerías nutricionales, médicas y sociales en familia, e interviniendo en casos necesarios. Tanto la multifactorialidad a intervenir como la incorporación del enfoque de familia a la intervención son nuestros aportes más destacables. |