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La diabetes mellitus es una enfermedad que resulta prioritaria para el estado. Esto justifica su inclusión en los planes AUGE y actualmente GES. Se estima que un 6% de la población mundial padece diabetes mellitus y que entre un 85% y 90% se encuentran los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) (Durán, Rivera & Franco, 2001). Por otro lado, de cada dos sujetos con diabetes uno desconoce padecer la enfermedad (Álvarez, 2005). En el estudio realizado por Wild, Roglic, Green, Sicree & King (2004) se proyecta que para el año 2030 los sujetos que padecen diabetes alcanzarán una cifra que asciende a los 366 millones de personas. A pesar de que la prevalencia de la diabetes mellitus tipo 1 y 2 aumenta en todo el mundo, se espera que la segunda aumente con mayor rapidez por la creciente obesidad y los menores niveles de actividad (Álvarez, 2005). La DM2 no tiene cura, pero si un tratamiento que de ser bien seguido puede garantizar una adecuada calidad de vida. Sin embargo, y pese a esto, las cifras de no adherencia al tratamiento se mantienen en torno al 50%. Actualmente, se advierte que las cifras de la no adherencia siguen siendo preocupantes, se estima que el 59% de las personas que sufren alguna enfermedad crónica no adhieren a su tratamiento de forma adecuada (Silva, Galeano y Correa, 2005). De acuerdo a la OMS (2004), la no adherencia debe ser considerada un problema de salud pública, debido a que por una parte tiene implicancia directa sobre la calidad de vida del paciente y su familia, genera invalidez y pérdida de productividad, y además no permite estimar la efectividad de las intervenciones. Desde la Psicología de la Salud, se ha puesto especial atención a los factores que pueden asociarse a bajas tasas de adherencia. Se ha logrado aislar una multiplicidad de factores que podrían dar cuenta del problema, entre los cuales se puede mencionar la percepción del apoyo social (Gallegos, Cárdenas & Salas, 1999; Ortiz, 2004; Álvarez, 2005), la presencia de psicopatología (depresión) (Goldney, Phillips, Fisher & Wilson, 2004), el estrés y el estilo de afrontamiento al estrés (Guthrie, Bartsocas, Jarros-Chabot & Konstantinova, 2003; Wiesli, et al., 2005; Ortiz, 2006; Polonsky, Fisher, Earles & Dudl, 2005), entre otras variables.
Por tal motivo, se propone un estudio no experimental transversal correlacional, con una muestra de pacientes diabéticos tipo 2 que se atienden en el Consultorio Miraflores de la ciudad de Temuco. Todos responderán instrumentos apropiados para medir las variables de interés. Además se les realizará un examen de Hemoglobina Glicosilada (Hb1Ac). Se espera demostrar por medio de pruebas de correlación que las variables psicosociales se relacionan con las llamadas conductas de autocuidado de la DM2 y con el indicador fisiológico de adherencia Hb1Ac. Se estima que determinar factores asociados a la conducta de adherencia el tratamiento de pacientes con DM2 permitiría generar intervenciones que consideren estas variables que han demostrado ser predictoras de adherencia al tratamiento de la DM2. Estos resultados podrían dar lugar a sugerencias para las guías clínicas que propone el Ministerio de Salud de Chile para el programa GES en Diabetes tipo 2. |