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El país está sometido a constantes situaciones de desastres de origen natural. Se estima que estas tienen importantes efectos sobre la salud mental (30 a 50 de la población expuesta sufre alguna manifestación psicológica). La experiencia internacional muestra que la respuesta en salud mental debe tener un enfoque integral y comunitario, realizado principalmente desde centros de Atención Primaria en Salud (APS). Basado en las recomendaciones de OPS/OMS y en la experiencia con intervenciones de salud mental en varios desastres naturales en distintas regiones del país en los últimos 10 años, el Ministerio de Salud formuló en el año 2008 el Plan de Protección de la Salud Mental en Situaciones de Emergencias y Desastres. Desde el primer día del terremoto y maremoto del 27 de febrero pasado que afectó la zona centro – sur de Chile, y hasta la fecha, los centros de APS han cumplido un importante rol en la protección y recuperación de la salud mental de las poblaciones afectadas, en el marco de dicho Plan. La VII Región del Maule fue una de las zonas más afectadas por este desastre, con importantes daños en la infraestructura, con la mayor proporción de muertes y muchas familias trasladas a viviendas transitorias. Esto hace, que sea un buen lugar para evaluar los efectos del desastre en la salud mental, las acciones desarrolladas en atención primaria, la forma como los servicios fueron utilizados y los efectos que tuvieron en la población. En general, se conoce muy poco acerca del efecto de los sistemas de salud frente a situaciones de catástrofes naturales, ya que resulta difícil desarrollar evaluaciones en circunstancias como estas. Este proyecto representa un aporte en este sentido, ya que sus resultados contribuirán al conocimiento en este campo, así como a mejorar la preparación del sistema de salud público para enfrentar los desafíos de la salud mental en futuras situaciones de emergencias y desastres, tanto en nuestro país como en otros que enfrenten similares problemas. Nuestro objetivo es estudiar la intensidad con que se realizaron las acciones de los centros de APS (como parte del Plan de Salud Mental en Emergencias y Desastres de MINSAL) y su posible asociación con el estado de salud mental en la población que es su beneficiaria. Se trata de un estudio transversal, donde el universo corresponde a todos los centros de APS (de zonas urbanas) y a toda la población mayor de 15 años, beneficiaria de FONASA, que reside en la VII Región y que fue afectada por el terremoto 27 02 10. El proyecto contempla tres etapas generales. En la primera etapa se realizará la evaluación de los centros de APS, que culmina con la medición de la intensidad con que cada uno de estos centros ha implementado acciones del Plan de Protección de la Salud Mental en Situaciones de Emergencias y Desastres del MINSAL, para terminar seleccionando aquellos 4 que más lo hicieron y aquellos 4 que menos lo hicieron (similares respecto de la intensidad del terremoto y de la presencia o no de maremoto). Se elaborará un cuestionario ad hoc para recoger el reporte tanto de actividades preventivas como terapéuticas, que fueron realizadas durante los 12 meses siguientes al terremoto. Se elaborará un sistema para medir la intensidad con que se aplicaron estas intervenciones (existencia, extensión de tiempo y cobertura que alcanzó). Este cuestionario será sometido a juicio de experto (técnica Delphi). Adicionalmente, se construirá un cuestionario que permita caracterizar la atención de salud mental en los centros de APS, en sus aspectos estructurales y de procesos de atención (se utilizará como base los cuestionarios usados en los proyectos FONIS SA06I20030 y FONIS SA08I20033), para controlar el efecto de estas otras variables. En la segunda etapa se tomarán tres poblaciones mayores de 15 años pertenecientes a los Centros de APS seleccionados. La primera será una muestra poblacional basada en hogares (544 personas, 68 por centro). La segunda corresponde a una muestra aleatoria de consultantes de morbilidad general (1.049 personas, 139 por centro). La tercera se basará en toda la población ingresada al programa de depresión durante un período de 6 meses (entre el 1 de mayo y el 31 de octubre del 2010). En las dos primeras muestras se utilizará el Cuestionario de Salud General de Goldberg en su versión de 12 ítemes (GHQ 12) para medir malestar psicológico y el SF 36 para medir calidad de vida. Se agregarán preguntas para controlar el efecto de otras variables relevantes (antecedentes personales de problemas de salud mental, efectos negativos del terremoto, pérdidas significativas recientes, etc.). En la muestra de pacientes en tratamiento por depresión se estimarán las tasas de ingreso de casos nuevos por 1.000 habitantes mayores de 15 años y la tasa de adherencia a los 6 meses. En la tercera etapa se procederá a analizar los datos para comparar la intensidad del malestar psicológico y calidad de vida en personas adscritas a los centros y el desempeño en el programa de atención integral de la depresión, con la intensidad de las acciones que ellos realizaron como parte del Plan de Protección de la Salud Mental en Situaciones de Emergencias y Desastres del MINSAL. |