Publicado 07-08-2001
Acuerdos políticos para frenar el calentamiento de la Tierra
Cómo habrá sido el fracaso de la VI Conferencia de las partes de la Convención sobre el Cambio Climático (COP-6) que se celebró el año pasado en La Haya, que la misma se postergó
para una COP-6 bis, realizada recientemente en Bonn.
Y, para colmo, a este nueva situación se agregó la negativa de EE.UU. de no ratificar el reñido Protocolo de Kioto (1997), el cual establece reglas y metas para reducir aquellas emisiones que contribuyen al alza de temperatura del planeta.
Pero hubo acuerdos políticos que permitirán retomar una dirección más positiva en las negociaciones, señaló Eduardo Sanhueza, delegado de la Conama en estas reuniones. De regreso a Chile, informó a El Mercurio acerca de esos triunfos alcanzados.
Explicó que si bien las metas de reducción de los países implican costos, estos serán siempre similares porque están asociados a sus respectivas economías. Lo que se busca es que ninguno pierda ventaja competitiva frente al otro. La Administración Bush puso, en este sentido, un gran desbalance, indicó.
Las Obligaciones
El propósito del Protocolo de Kioto es evitar la intensificación del efecto invernadero y, por tanto, que los compuestos liberados por el hombre a la troposfera no sigan reteniendo más calor.
La canasta incluye seis gases invernadero con esta propiedad; el principal es el dióxido de carbono (CO2). Por razones de contabilidad, el resto de los gases son convertidos al equivalente de CO2: la moneda común para sumar o restar emisiones.
Ciertamente que el objetivo es bajar los niveles. Para ello, habrá acciones para demostrar avances locales y bonos de reducción de emisiones para transar posteriormente en un mercado ecológico internacional.
La meta es reducir las emisiones para el primer período 2008-2012, lo que globalmente implicará disminuir los gases invernadero en alrededor de un 30% con respecto a un escenario en que no se hubiera hecho nada.
Los países industrializados y aquellos de la ex Unión Soviética (Anexo 1) son los únicos que tienen hoy la obligación de reducir emisiones.
Los países con responsabilidades pueden bajar sus emisiones a través de procesos energéticamente más eficientes o plantando bosques para que el CO2 sea secuestrado (en suelos o árboles) y no devuelto a la atmósfera.
EL MERCURIO ECONOMIA
07 DE AGOSTO DE 2001 PAG. A-8
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