Publicado 14-12-2001
Los extractos de este árbol, que actúan como detergentes naturales, abren su paso hacia las plantas de obtención del cobre.
A través del uso del quillay, científicos y expertos de Codelco esperan controlar las finas partículas de ácido sulfúrico en suspensión – aerosoles áltamente tóxicos- para reducir la llamada “neblina ácida” que se produce en la minería del cobre.
Dada la importancia del tema, este estudio recibió el apoyo de FONDEF, cuyo proyecto se presentará oficialmente hoy, a las 12:00 horas en el Centro de Extensión de la Universidad Católica de Chile (UC).
El equipo de trabajo de la UC está dirigido por el Dr. Ricardo San Martín. El grueso del quehacer investigativo se realiza en la planta de la División Radomiro Tomic.
Esta investigación, iniciada en abril de este año, despertó tal interés que ya en la zona del secano costero de la VII Región se plantaron, con el apoyo de la Conaf, más de 200 hectáreas de este árbol chileno.
La potencialidades de sus extractos se deben a la existencia de componentes conocidos como “saponinas” que actúan como verdaderos detergentes naturales.
Impera la naturaleza
En los procesos electrolíticos – separación del metal por una diferencia de potencial – se producen vapores muy tóxicos por la liberación de gases en un ambiente ácido.
Específicamente, en este sistema de electro-obtención de metales, las burbujas de gas estallan cuando alcanzan la superficie, produciendo aerosoles de ácido sulfúrico.
Estos vapores afectan a los operarios, al ambiente y a las estructuras de la planta, por lo que están fuertemente regulados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), de los EE.UU. y las normativas chilenas.
“La adición de surfactantes, compuestos sintéticos con acciones parecidas al quillay, es una forma eficiente de reducir este problema. Al igual que el jabón, modifican las burbujas de gas y la fuerza con que explotan”, explica el investigador.
Pero los surfactantes usados para estas aplicaciones deben reunir capacterísiticas muy especiales debido a las condiciones extremas de pH y temperatura en las que operan.
En tal sentido, los surfactantes tradicionales no son los ideales. Más aún, a partir del año pasado los fluorosurfactantes fueron cuestionados por la EPA.
Resultados alentadores
Desde entonces, esta situación obligó a la búsqueda de nuevas alternativas. Los productos candidatos son los extractos del árbol de quillay, que contienen alto porcentaje de saponinas.
Estos surfactantes naturales son generados en Chile a escala industrial por la empresa Natural Response mediante faenas ecológicamente sustentables.”Las saponinas son capaces de resistir las condiciones que imperan en soluciones electrolíticas. Por tanto existe una gran oportunidad para explorar esta aplicación ecológica y aumentar el mercado de extractos de quillay que produce el país” resalta San Martín.
El proyecto FONDEF -$230 millones- determinará los parámetros técnicos que permitan el uso de estos extractos en los procesos mineros. Cuenta con el apoyo del conocimiento alcanzado por otro proyecto FONDEF, también dirigido por San Martín.
“Los resultados que hemos obtenido hasta hora son muy positivos. Hemos demostrado que los extractos de quillay controlan eficientemente la neblina ácida y, sobre todo, sin afectar el proceso productivo normal del cobre”, informa el académico.
El Mercurio
14 de diciembre 2001.
Página A7.
Deja un comentario