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Científicos crían plumíferos sanitos con alimentación balanceada y libre de harina de pescado

Publicado 18-04-2002

Si los comerciantes y empresarios chilenos agarran papa con un cototudo estudio e investigación hecho por académicos de las universidades Católica y de Chile, pronto los paladares más exigentes del país podrán sentarse o acostarse a comer un pollo que tendrá gusto a campo y que estará libre de antibióticos y , sobre todo, de bichos tan dañinos como la salmonella y la escherichia coli, que enferman a la gallada.
La papa la contó ayer uno de los académicos, Alvaro García, quien señaló que la investigación los llevó durante años a establecer y la forma de producir e ingeniar un sistema para sacar pollitos listos para chuparse los bigotes y deleitar los paladares más finos y en los lugares más entretenidos, como el velador.
García indicó que la crianza de los plumíferos que ellos impulsan tiene hartas ventajas frente a los que hoy se producen masivamente en Chile, partiendo por la eliminación de dietas que contienen harina de pescado y otros productos artificiales.
“La idea del grupo de trabajo, añadió García, fue establecer un régimen alimenticio absolutamente limpio y que no contamine el organismo del ave ni tampoco al medio ambiente. Usamos prebióticos y probióticos, bacterias benéficas, además de componentes alimenticios como el quillay y un tipo de papa especial, entre otros”, aseguró el investigador.

Súper sanos

El proyecto que fue aprobado con 190 millones de pesos por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico FONDEF de CONICYT, contempla introducir una nueva metodología y sistemas de alimentación de pollos destinados al consumo de la gallada que prefiere productos naturales exentos de componentes químicos o artificiales.
De acuerdo con la experiencia mundial, la producción de este tipo de plumífero es realizada por pequeños empresarios, cuya producción no sobrepasa los dos millones de aves al año.
Las aves se alimentan sólo de vegetales producidos en forma orgánica, no usan antibióticos, sulfas ni otras drogas sintéticas. Son ciento por ciento naturales.
Otro de los académicos, José Luis Godoy, advirtió que un pollo especial, como el que ellos están criando en la parcela 4 del Fundo Santa Marte, en Padre Hurtado, costará alrededor de un 30% más que el que se vende en supermercados.
“Pero tiene varias ventajas como la seguridad que no contiene bacterias que eventualmente pueden ocasionar enfermedades de cuidado en el ser humano. Se demora un poco más en crecer, pero con características que lo hacen mucho más sano desde todo punto de vista”, explicó.
Y está claro, porque, la norma de crianza para este tipo de filetes para el paladar son tan estrictas, que consideran hasta los más mínimos detalles, como el espacio donde son criados y hasta las horas de luz y sueño.
Los pollos en las avícolas chilenas se desarrollan en grupos de entre 14 a 16 por metro cuadrado, en cambio los orgánicos no pueden sobrepasar los diez en igual espacio para evitar el estrés.

La Cuarta
Página 8
18 de abril de 2002

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