Publicado 04-08-2002
Los próximos 36 meses ocuparán a Erica Castro Inostroza en un problema que podría cambiar la vida de la mitad de las mujeres chilenas sexualmente activas.
Con una experiencia de 13 años en el campo de la obstetricia, Erica Castro es la primera académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción en ganar un millonario proyecto del Fondo de Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica, Fondef. Tendrá que unir sus capacidades con las de colegas del área químico farmacéutica, microbiológica, de la ingeniería, la biología, la bioquímica y hasta la biología marina para fabricar un probiótico vaginal.
Y esto es casi una revolución si se entiende que en Chile hay una muy elevada prevalencia de infecciones en el tracto genital femenino, la más frecuente de ellas, la vaginosis.
Lo complejo es que diversos estudios muestran que la mitad de las mujeres presentan esta enfermedad y apenas un 20 % de ellas sabe que la tiene. Es asintomática, señala Erica Castro, pero de inmediato agrega que el desconocimiento no es sólo de las mujeres. Los servicios de salud y los médicos no la estaban diagnosticando.
En la región sólo hace cinco años hay un trabajo intensivo por difundir los problemas que genera, entre ellos una alta incidencia sobre el parto prematuro o retardo del crecimiento intrauterino. No es la única causa de estos problemas, pero si hay un mejor control podría evitarse una cadena de complicaciones que suele terminar en la congestión de las maternidades.
Según la investigadora, la vagina actúa como una barrera natural a las infecciones, pero los problemas surgen cuando su flora bacteriana se desequilibra. Cada gramo de este tejido –cuyo peso total no supera los 10 gramos- suele tener hasta cien millones de bacterias.
Algunas de ellas, las que despiertan la atención de Erica Castro, son los lactobacilos. Tienen la capacidad de adherirse a las células vaginales y servir de pantalla protectora al ingreso de otras bacterias e inclusive, de virus como el temido Virus de la Inmunodeficiencia Humana, VIH, causante del Sida. No es que las también llamadas lactobacterias inmunicen a las mujeres, pero ayudan a prevenir. Esa es la clave.
Señala que una de las propiedades de uno de estos lactobacilos es la producción de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) que actúa como microbicida, es decir: destruye las partículas virales e inhibe la replicación e instauración en el tracto genital femenino.
En una alianza con el Ministerio de Salud, el Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela) de Tucumán (Argentina), la Clínica Sanatorio Alemán, el Centro de Atención y Fomento de Salud de la Mujer, el Laboratorio Pasteur y la propia Universidad de Concepción, la académica desarrollará su trabajo de toma de 3 muestras, de transferencia tecnológica y elaboración de un producto que permita reconstituir la flora vaginal.
Aún no se sabe qué forma tomará este medicamento de carácter preventivo, pero ése es el tema que la impulsara los próximos tres años.
EL SUR DE (CONCEPCION-CHILE)
04 DE AGOSTO DE 2002
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