Publicado 03-09-2002
En 20 años más se duplicará en Chile la población de adultos mayores, por lo cual la nutrición es clave.
Chile envejece y lo ideal es que lo haga de la mejor forma. Pero no sólo eso, ya que además de aumentar el número de personas mayores de 65 años, el nivel de salud ha mejorado en las últimas décadas y se han registrado cambios significativos en los estilos de vida.
La esperanza de vida actual es de 80 años para las mujeres y 75 para los hombres, lo cual no es menor si se considera que actualmente hay en Chile un millón y medio de adultos mayores y que la proyección que se hace para 2020 es que esta cifra se duplicará.
Por eso resulta fundamental que ellos cuenten con una alimentación saludable, tarea a la que se abocará durante los próximos 2 años la Universidad de Valparaíso, en conjunto con el Laboratorio Knop, la Universidad de Chile y la Universidad de Illinois, instituciones que desarrollarán un proyecto financiado por Fondef, denominado “Diseño y evaluación de alimentos saludables para el adulto mayor”.
La académica de la especialidad de nutrición de la Facultad de Química y farmacia de la UV Mariane Lutz comenta que los principales problemas de salud a nivel poblacional son las enfermedades no transmisibles que, junto con los accidentes, determinan casi dos tercios de las muertes totales del país. Entre las enfermedades más comunes en adultos mayores se encuentran la hipertensión arterial, artrosis, artritis, enfermedades coronarias, diabetes, enfermedades bronquiales obstructivas, cerebrovasculares y cáncer.
Alimentos funcionales
La profesional sostiene que las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes son responsables de altas tasas de moralidad y que, además, tienen un origen complejo y multifactorial, entre los que destacan los aspectos genéticos y ambientales (dieta), hipertensión, tabaquismo, obesidad, diabetes, sedentarismo y estrés.
Por ello, el proyecto que lidera la UV busca introducir innovación tecnológica en el campo de la formulación de alimentos funcionales, cuya elaboración no sólo contemple los clásicos nutrientes, sino otros elementos que puedan ejercer efectos beneficiosos para la salud del consumidor.
“En otras palabras, nuestro trabajo se abocará a desarrollar alimentos que estén especialmente formulados para los adultos mayores y que representen una alternativa que implique contar con un producto fácil de consumir, variado, nutritivo, agradable y de bajo costo”, explica la nutricionista, quien define como un alimento saludable aquél que contiene ingredientes de acción beneficiosa que incremente el bienestar del individuo o disminuya los riesgos de enfermedades.
De este modo, se explica por qué los alimentos saludables han sido definidos como el mayor desafío de la tecnología de alimentos e investigación nutricional. No resulta extraño entonces que se aúnen esfuerzos profesionales de químicos, bioquímicos, nutricionistas, médicos, tecnólogos e ingenieros con distintas especialidades para desarrollar y evaluar estos alimentos.
“En síntesis, con este proyecto se pretende contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los adultos mayores, en concordancia con la actual política de salud, cuyo énfasis es la prevención de enfermedades no transmisibles”, comenta Mariana Lutz.
Nutrición especial
En materia de formulación de los alimentos, se trabajará para que sea un producto base de alto valor nutricional, especial para los adultos mayores, con especificaciones técnicas acordes al programa del Ministerio de Salud.
Contendrá, por ejemplo, ácidos grasos omega-3, que es un alimento dirigido a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares; calcio y fitoestrógenos, orientados principalmente a la mujer; y rico en fibra dietética, cuyo objetivo es mejorar las funciones gastrointestinales del adulto mayor en general.
Marcia Franque
El Mercurio de Valparaíso
3 de septiembre de 2002
página 15
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