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Más de tres meses de retraso en trabajos científicos de UBB

Publicado 03-09-2002

Las pérdidas en investigación no se reflejan directamente en cifras, pero varios proyectos fueron profundamente afectados por las condiciones físico-ambientales a que estuvieron expuestos.

En la Universidad del Biobío, iluminada por el sol de inicios de septiembre, ayer todo parecía normal. Sin embargo la reciente subida del estero Nonguén en 5,40 metros, que provocó el anegamiento de varias dependencias de esa casa de estudios, dejó secuelas. Uno de los efectos más sentidos es el que perjudicó algunas investigaciones científicas.
Para los investigadores la pérdida más valiosa es el tiempo. Horas, semanas y meses de trabajo naufragaron.
Uno de los más damnificados es el setario o depósito de hongos, fuente investigativa y materia prima de proyectos Fondef como el “Control biológico de la mancha azul en el pino radiata”, ya finalizado y de el de “Bioreducción de resinas”, que partió en abril. Para el profesor José Navarrete, a cargo de los proyectos, se perdieron meses de arduo trabajo, que son irremplazables. Estos hongos requieren de condiciones especiales, como temperaturas bajo los 80 grados Celcius. A pesar de que las 10 cámaras de frío ya están funcionando al 100%, hubo daños en las cámaras de flujo laminar, que mantienen el ambiente libre de contaminación; en las digitales y accesorios para microscopía, que no son recuperables. “Esto provocará un atraso entre tres y seis meses en las investigaciones, porque aún cuando hay respaldos de los aálisis hechos hasta ahora, habrá que destinar personal específico -de un equipo de trabajo conformado por cinco personas- para concentrarse en la recuperación del setario”, sostuvo.

Catastro

Respecto a las pérdidas materiales y aún cuando recién mañana probablemente se conozcan los montos reales los primeros cálculos hacen prever que esta cifra superará los 80 millones de pesos, sólo en daños visibles.
De acuerdo al vicerrector de asuntos económicos, Sergio Moffat, se les solicitó a los decanos de cada facultad que elaboren un catastro de las pérdidas, lo que debe estar listo en estos días. Este sumará los daños ocultos, es decir, en equipos de computación, sistemas eléctricos y equipos de laboratorio, lo que acrecentará la cifra.
Moffat precisa que sólo el recambio del piso del gimnasio, que resultó completamente inundado cuesta alrededor de 30 millones de pesos (estará fuera de uso por al menos tres meses), a lo que hay que agregar las reparaciones en la biblioteca y varias salas de clases, que habrá que cambiarles alfombras y tabiques.

El sur (Concepción)
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3-9-02

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