Publicado 07-09-2002
A juicio de la presidenta de Biosonda, los empresarios nacionales “deben ser capaces de competir con los países desarrollados”.
Si de diversificación de exportaciones se trata, los productos del laboratorio Biosonda son un buen aporte. Elabora la sustancia conocida como Blue Carrier, a partir de la proteína hemocianina, que se extrae del molusco loco o Concholepas concholepas. El producto, con 20% del mercado global, se utiliza con éxito en la terapia del cáncer de vejiga.
La hemocianina es una proteína muy usada en biomedicina y biotecnología para inducir la producción de anticuerpos contra moléculas pequeñas, asimismo, en el diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades y drogas de abuso y también como agente inmunoterapéutico no específico para algunos tipos de cáncer humano.
Biosonda, con diez años de existencia, postuló en 1998 al Fontec de Corfo, entidad que cofinanció dicho trabajo. Otros en desarrollo, que también recibieron el apoyo financiero de ese fondo, son el de la “Determinación de aninas biogénicas en harina de pescado”, y el “Desarrollo de ensayos de tipificación sanguínea”, en conjunto con la empresa A&B.
Asimismo, recientemente inauguró un moderno Centro de Inmunobiotecnología, iniciativa para la cual Fontec aportó UF 2.171, de un total de UF 10.858. Tiene por ejemplo, la particularidad de permitir a una empresa privada realizar investigaciones que en general sólo son llevadas a cabo por universidades nacionales o compañías transnacionales. Estas nuevas instalaciones le permitirán pasar de un volumen de producción artesanal a uno de escala semi industrial.
El laboratorio está trabajando, asimismo, con el apoyo de Fondecyt, en un estudio sobre mecanismos inmunoestimulantes del litre –planta causante de una severa alergia en individuos sensibles- conducentes a crear aplicaciones en la terapia de tumores de la piel.
En forma paralela, toma parte en un proyecto Fondef de la Universidad Austral de Chile, tendiente a desarrollar un ensayo basado en técnicas de biología molecular para la detección de tuberculosis en ganado bovino en predios y mataderos. Y también en un proyecto Fonsag, destinado a desarrollar un test de inmunodiagnóstico para pesquisar el hongo Angiosorus solani, que afecta la producción de papas en el norte.
La doctora María Inés Becker, presidenta de Biosonda, considera que entre los desafíos que enfrenta la biotecnología como actividad empresarial en Chile está el agregar valor a los recursos naturales, bajando su explotación intensiva y aumentando el margen de ganancia en su comercialización.
A juicio de la profesional, los empresarios nacionales “deben ser capaces de competir con los países desarrollados pese a no contar con los suficientes recursos financieros y tecnológicos, hacerlo con un alto nivel de calidad de productos y servicios, y aprovechar la ventaja competitiva que surge al utilizar en forma inteligente los recursos naturales”.
El Diario Financiero
El Portal PYMES
7 de septiembre de 2002
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