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Santiago tiene sed de árboles

Publicado 30-10-2002

Desde siempre la naturaleza ha jugado una importante labor en la regulación ambiental. Los desequilibrios producidos por el hombre son remediados por la madre natura, que hace más sustentable el entorno social, muchas veces saturado por la contaminación. Santiago es un claro ejemplo de ello: los árboles absorben anualmente más de 37 millones de toneladas de carbono presente en el aire capitalino.
Así lo demostró el estudio “Manejo del arbolado urbano y su relación con la contaminación atmosférica”, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, que también reveló que la proporción de ejemplares arbóreos es menor en las comunas de mayor contaminación.
Este documento realizado junto a académicos del Servicio Forestal de Estados Unidos y la Universidad de Nueva York, es la primera muestra seria que indica cuáles son los índices de absorción de la polución de los pulmones verdes santiaguinos.
Las emisiones contaminantes del transporte se traducen en 225 mil 992 toneladas de monóxido de carbono y 28 mil toneladas de dióxido de carbono al año. Por eso, la investigación informa sobre la relevancia de la forestación como mecanismo de inversión para el mejoramiento de la salud de las personas.
En este punto el informe revela que “los valores monetarios de beneficio a la salud recomendados por el Banco Mundial de 1994, establece que las especies arbóreas de la ciudad equivalen a una inversión de 40 millones de dólares”. Además, evidencia que los seis millones 240 mil árboles, distribuidos en 36 comunas, retienen todas las emisiones contaminantes distribuidas en el aire capitalino como carbono, material particulado, monóxido de azufre, óxido de nitrógeno y ozono.

Rol comunal
No todas las comunas tienen un plan de mantención de áreas verdes, puesto que las prioridades económicas de municipios de menores ingresos dificulta la inversión en este ámbito. Los del sector alto destina cerca de mil 300 pesos por habitante, mientras que los de menores ingresos sólo 250 pesos.
Los municipios con mayor cobertura arbórea son los del sector oriente. Vitacura con 44 por ciento, La Reina con 38.3 por ciento, y Las Condes con 37.3 por ciento. En tanto, la menor proporción está en las comunas con mayor contaminación: Quinta Normal, con 5.3 por ciento, Pudahuel, con 4.3 por ciento y San Ramón con 3.8.
Sin embargo, no se trata de arborizar con cualquier especie, pues existen algunas que contaminan al producir compuestos volátiles orgánicos nocivos para la salud humana, como por ejemplo el plátano oriental.

Seis hectáreas por habitante
El director de la CONAMA RM, Cristián Aqueveque, concuerda con que los árboles aportan beneficios importantes a la ciudad, porque retienen el material particulado, ayudando a la filtración de gases y generación de oxígeno. Por eso, sostiene que “la CONAMA ha estado orientada a fomentar las áreas verdes. En la Autopista del Sol estamos trabajando para la recuperación ambiental. Lo mismo estamos haciendo en Cerro Navia, Lo Prado, Quinta Normal y Pudahuel”.
Agrega que este proyecto es financiado por el Fondo de Desarrollo Regional y realizado en forma mancomunada con los municipios.
“El propósito es llevar adelante el Plan Verde, destinado a invertir en mil 800 hectáreas por año de aquí al 2010. Queremos lograr una cobertura de árboles en seis hectáreas cuadradas por habitante. Actualmente sólo tenemos tres”, afirma.
Aqueveque destacó además, que desde 1998 las empresas realizan compensaciones ambientales cuando superan los límites de emisión contaminante, lo que permite crear más áreas verdes.

Crítica ambientalista
El dirigente de la Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, reconoce el aporte de los árboles en la descontaminación, sobre todo en Santiago, donde el esmog ha invadido los cielos de la capital. Sin embargo, tiene sus reparos acerca de la acción gubernamental en la materia. En 1997 se estableció un Plan de Descontaminación que incluía un programa de forestación, recuerda, y agrega que la meta era plantar tres millones 700 mil especies arbóreas en distintos puntos de Santiago y sus alrededores.
El dirigente aseguró que “el objetivo no se logró. Incluso el Gobierno contrató una auditoría externa y ésta determinó que no se había cumplido en el 50 por ciento de las exigencias contempladas. De los contaminantes sólo se pudo reducir el anhídrido sulfuroso (que se produce por la quema de diesel). Es más, aumentaron las emisiones de óxido de nitrógeno, producido por los procesos de combustión de automóviles y también industrias”.

Pudahuel en alerta ambiental
La comuna de Pudahuel es una de las más afectadas por la contaminación ambiental. No es de extrañar que en períodos de mayor polución, los índices de material particulado suspendido en el aire sean los más altos de la Región Metropolitana. El alcalde Johnny Carrasco comenta que pese a que su comuna cuenta con valles y zonas boscosas, el problema “es la agresión que recibimos de la metrópoli”. Por esta razón, sostiene que están desarrollando una serie de iniciativas de arborización y reconstrucción. Agrega que gracias a convenios con Conaf, desde 1990 hasta la fecha, han plantado 12 mil 360 árboles. Pese a ello, manifiesta que “Aún faltan mil 500 ejemplares para eso necesitamos más recursos. Nos preocupa cómo vamos a financiar todo. Ahora lo que estaba sólo destinado al Plan de Recuperación Ambiental para Pudahuel (impulsado por la CONAMA) será repartido con otras comunas. No es que sea envidioso, pero Pudahuel necesita mucho más”, puntualiza.

La Hora de la Tarde
30 de octubre de 2002
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