Publicado 03-11-2002
El escenario aparentemente no es muy novedoso: la típica sala de clases de un liceo de Santiago, cerca de 45 alumnas sentadas y, como panorama de media mañana, una supuestamente aburrida y difícil clase de física. Hasta ahí nada las diferencia de otras estudiantes. Pero desde hace unas semanas, y gracias a la tecnología, las alumnas de II Medio del Liceo Carmela Carvajal de Prat de Providencia le perdieron el susto a los ramos científicos.
Ellas son parte del plan piloto que está implementando el programa Edunova del Departamento de Ingeniería de la Universidad Católica (UC), junto a Microsoft y Hewlett-Packard (HP). La idea es que, a través de un software, las niñas accedan a contenidos educativos e interactúen entre ellas para lograr un mejor aprendizaje.
En la práctica, cada estudiante cuenta con un dispositivo portátil iPaq Pocket PC (HP), el cual se encuentra interconectado a través de una red inalámbrica. Así, acceden a programas sobre ciencias especialmente diseñados por Discovery Channel, con contenidos relativos a la clase de física. Luego de ver los programas, las niñas se reúnen en grupos de a tres y reciben en sus terminales las preguntas enviadas por el profesor. Entre todas discuten y buscan la respuesta. Si está incorrecta, aparecerá un mensaje en la pantalla y las niñas deberán volver a intentar dar con la solución.
Para medir y comparar el impacto de la experiencia, se están monitoreando otros dos cursos; uno en el que también cada alumna cuenta con un dispositivo, pero trabaja individualmente en las respuestas, y un tercero que no tiene acceso a esta tecnología y funcionan pasando materias de la manera tradicional.
El plan piloto dura cinco semanas y ya lleva cuatro de funcionamiento. Según lo que opinan las propias involucradas, la llegada de los computadores a la sala definitivamente les ha alegrado el panorama en clases. Es como un juego, donde hay que estar atenta a lo que muestra el programa y después contestar las preguntas. Lo bueno es que el sistema de pruebas es mejor, porque al final uno entiende por qué respondió mal y además puede discutir con las compañeras, dice Fabiola Garrido, alumna de II Medio D.
Algo parecido opina su compañera de grupo Nancy Pizarro. En una clase normal una está toda lateada, porque el profesor habla y habla y uno no hace nada, pero acá es mucho más dinámico. El profe es un aporte y uno le pregunta si tiene dudas, pero nada más. Una va aprendiendo sola y con la ayuda de las compañeras.
Es que en esta experiencia la labor del docente es completamente distinta. Éste actúa sólo como un facilitador, que guía a las niñas, responde preguntas y ayuda en el aprendizaje.
Pruebas al instante
En el Carmela Carvajal, el profesor a cargo de los tres cursos monitoreados es Arnoldo Ávila, profesor de física desde hace 27 años. Hasta antes de esta experiencia, poco y nada sabía de las tecnologías de punta, pero con el apoyo y la capacitación del equipo de la UC, ha logrado sacarles partido a los minicomputadores. La labor se hace más fácil y permite que los profesores vayamos detectando en el momento cuáles son las deficiencias de las alumnas, qué cosas les cuesta más aprender, en qué se equivocan y qué preguntas se demoran más en contestar, para reforzar esas áreas, dice.
Lily Corvalán, Country Manager de Personal System Group de HP, destacó la importancia de utilizar este tipo de dispositivos de bolsillo en la sala de clases, ya que además del software, funcionan como un computador tradicional que cuenta con acceso a internet y procesadores de texto, por lo que los datos recopilados de las actividades de diagnóstico pueden procesarse tanto en Pocket PC como en el PC del profesor. El profesor puede llevar la actividad educativa descargada desde internet a la misma sala de clases y no se necesita una infraestructura especial como en el caso de los computadores personales. Además, es una tecnología amigable tanto para el profesor como para las alumnas.
El apoyo de los grandes
El proyecto Edunova se viene desarrollando hace más de un año y está a cargo del profesor Miguel Nussbaum, de la Universidad Católica (UC). La iniciativa es fruto de una alianza entre la UC, Microsoft Chile y HP a partir del proyecto Fondef Diseño, desarrollo e implementación de tecnología portátil para el mejoramiento de la calidad y gestión de la educación: Educando para reducir la brecha digital.
Como un hecho inédito, contó con el financiamiento y el apoyo de los especialistas de Microsoft Research en EE.UU. Rodrigo Alonso, gerente general de Microsoft Chile, valoró la importancia de este acuerdo: Es la primera vez que una universidad de Latinoamérica consigue apoyo para un proyecto así, lo que habla muy bien de las potencialidades de Chile como un polo de desarrollo tecnológico.
Si bien es una primera prueba, ya existen planes de replicar la misma experiencia en otros cuatro colegios del país durante el próximo año. Miguel Nussbaum dice que las potencialidades de esta tecnología son ilimitadas y que el objetivo es trabajar para reducir los costos. En estos momentos, el valor de cada dispositivo bordea los US$ 500 ($360 mil), pero el objetivo es masificarlo hasta llegar a unos US$ 100 o US$ 200 como máximo, para que una gran cantidad de colegios pueda acceder a ellos.
El Mercurio
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