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El níspero, cada vez mejor

Publicado 19-12-2002

Científicos de la UCV buscan perfeccionar este fruto, lo que podría significar eliminar los cuescos.

Un cambio radical podrían sufrir en cinco años más los nísperos que se exportan desde la V Región, si la investigación que realiza la Facultad de Agronomía de la UCV resulta exitosa. Ello porque no sólo se pretende mejorar la producción en términos generales, sino también se busca diversificar las variedades que actualmente existen en nuestro país, y (como cosa curiosa) también se intentará aumentar el porcentaje de pulpa del fruto, a través de una disminución concreta de la semilla (cuesco).
El proyecto se denomina “Metodología para mejorar el proceso productivo del Níspero Japonés y sus posibilidades de exportación en fresco”, y fue lanzado recientemente, ante la presencia de autoridades de la universidad, nacionales y empresarios interesados en exportar este nuevo producto.
El responsable de la investigación es el académico de la Facultad de Agronomía de la UCV, Eugenio López, quien explicó que la idea de este proyecto es desarrollar una metodología para el manejo del cultivo del níspero, de manera que sea mucho más rentable para los propósitos de exportación.
Si bien esta fruta aún es poco significativa en Chile –desde el punto de vista económico- alguno agricultores que manejan este cultivo con mano de obra calificada logran finalmente una muy alta rentabilidad, debido a que se vende a muy buen precio.
“Está claro que estos cultivos pueden ser muy rentables y perfectamente adaptables a propietarios de pequeñas superficies que trabajen manualmente de forma muy fina. Pos ello bien vale la pena mejorar su calidad”, comentó López, quien explicó que este proyecto, que se desarrollará durante cinco años, lo financia Fondef y un grupo de empresarios de la zona.

Objetivos
Debido a que existe diversidad de variedades de nísperos en el mundo, el proyecto se centrará en investigar cuál de los distintos portainjertos producidos por las raíces tiene las mejores capacidades para resistir los problemas de suelo (salinidad, exceso de agua, patógenos, etc.).
De este modo se intentará injertarles la variedad que da buena fruta, con el objetivo de obtener los mejores nísperos del mercado.
“Pensamos que existen portainjertos en otras partes del mundo mejor adaptados a zonas que tienen problemas de suelo, como por ejemplo cultivos en terrenos muy pesados. Con ellos podremos mejorar la calidad de la fruta, exportando una variedad comercial, probablemente mejor de las que existen actualmente en Chile, pero con el beneficio de que estarán evaluadas acá, en nuestras condiciones climáticas”, afirmó Eugenio López.
Entre las razones por las cuales ha sido difícil la proliferación del níspero en nuestro país figura el hecho de que comparte la superficie en zonas climáticas donde se pueden cultivar paltos –sobre todo al interior de la V Región-, los que tienen un alto porcentaje de producción exportable, buen precio y un manejo sin complicaciones.
Sin embargo, a pesar de que el negocio de las paltas es bueno y con grandes expectativas, cada vez es necesario tener más terreno donde sembrar, “ya no es suficiente que los agricultores cultiven 4 o 6 hectáreas. Por eso, estamos buscando que la opción del níspero les sea rentable a estos pequeños y medianos agricultores”, agregó el académico.
Junto con ello, precisó que el proyecto tiene contemplado también preparar las cosechas para que sean más resistentes a las plagas, que son causales de restricciones para-arancelarias cuando se realizan las exportaciones a mercados como el de EE.UU.
“La opción claramente constituye una buena alternativa de cultivo que como universidad nos interesa desarrollar, mantener y promover”, concluyó López.

Variedad chilena
El níspero chileno se caracteriza por presentar mucha semilla y poca pulpa, por ser muy delicado en su producción –se mancha con facilidad al contacto, lo que dificulta superar más del 30 o 40 porciento exportable-, condiciones poco atractivas para el mercado internacional. Sin embargo, se espera que con un tratamiento a través de ciertos manejos en el cultivo, se induzca a la planta a producir el fruto con semillas más chicas o incluso sin semilla, y que sea más resistente durante el proceso de exportación cuando esté determinado el manejo hormonal adecuado.

El Mercurio de Valparaíso
19 de diciembre de 2002
página 14

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