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Académicos puntualizan

Publicado 15-05-2003

Gran malestar provocaron algunas de las declaraciones de don Iván Saavedra, publicadas por El Mercurio el 10 de abril. Es por ello que los académicos e investigadores firmantes queremos manifestar lo siguiente:

 

Que un académico de la más importante universidad chilena se refiera a CONICYT y a los instrumentos que este impulsa (FONDECYT, FONDEF, FONDAP, etc.) como un mecanismo para entregar sobresueldos, es de una insensatez que linda con la mala fe.

 

Estos instrumentos, la mayoría creados a partir de 1983, y regulados por la Contraloría General, operan en base a fondos concursables, con reglamentos públicos y transparentes.

 

Con ellos y gracias a ellos, se ha podido incidir fuertemente en el desarrollo de la Ciencia y de la Tecnología en Chile, ubicando a nuestro país como un claro referente regional. Por otra parte, los instrumentos de apoyo científico administrados por CONICYT han producido un fortalecimiento de los postgrados de nuestras universidades como también un gran incremento de publicaciones de alto nivel; de modo que tanto en áreas de la Medicina, la Física, la Química, la Biología, las Matemáticas y las Ciencias de la Tierra, como también, de manera emergente, en las Ciencias Sociales y Humanas, podamos contar hoy con un incuestionable reconocimiento internacional.

 

Sugerir que CONICYT-FONDECYT es una agencia subcontratante de funcionarios universitarios es demostrar una ignorancia inexcusable de parte de un profesor universitario supuestamente activo en investigación, que años atrás participó en el sistema FONDECYT y que además fue conocido en el pasado por su defensa de la libertad y el desarrollo de las universidades.

 

Es importante que El Mercurio informe a sus lectores sobre el accionar y la organización de la ciencia en Chile y sobre el consecuente desarrollo de la masa crítica que nuestro país requiere. Juicios irresponsables como los del señor Saavedra no se condicen con el trabajo responsable y creativo de los universitarios, intelectuales e investigadores de nuestro país.

 

Patricio Arce, U. Católica; Rodolfo Araya, U. de Concepción; Diana Comte, U. de Chile; Víctor Ayala, U. C. del Norte; Ricardo Baeza, U. de Talca; Alfredo Banfi, Hospital Luis Calvo Mackenna; Gabriel Barrenechea, U. de Concepción; Iván Carrasco, U. Austral; Hugo Carrasco, U. de La Frontera; Rafael Correa, U. de Chile; Juan Manuel Fierro, U. de La Frontera; Eduardo Friedman, U. de Chile; Gabriel Gatica, U. de Concepción; Bernardo González, U. Católica; Katia Gysling, U. Católica; Norbert Heuer, U. de Concepción; Patricio Hinrichsen, La Platina; María Inés Icaza, U. de Talca; Elizabeth Lira, U. A. Hurtado; Cristián Mallol, U. de La Frontera; Juan Molina, U. de Concepción; Martín Montecino, U. de Concepción; María de La Luz Mora, U. de La Frontera; Sergio Navarrete, U. Católica; Freddy Paiva, U. de Concepción; Rodolfo Rodríguez, U. de Concepción; Juan Segura, U. de Chile; Manuel Suárez, Sernagiomin; Avelino Suazo, U. de La Serena; Alejandro Toro, U. Católica; María Antonieta Valenzuela, U. Católica; Luis Valladares, INTA; Alejandro Venegas, U. Católica.

 

La Nación

15 de mayo de 2003

página 13

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