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Científicos de la U. de Chile combaten el cáncer con tratamiento pionero

Publicado 20-06-2003

Durante el segundo semestre de este año investigadores de la Universidad de Chile aplicarán un tratamiento pionero a pacientes con cáncer de piel o melanoma en etapa IV, que es el más avanzado y grave de su tipo.

 

La nueva técnica molecular se empleará, en una primera etapa, en 15 pacientes con enfermedad avanzada que no han respondido a las terapias tradicionales para combatir la enfermedad. La labor de los especialistas consistirá en manipular el sistema inmune utilizando células previamente modificadas, las que serán usadas en el tratamiento oncológico.

 

“En los últimos cinco años se ha comprobado que las vacunas de células dendríticas modificadas producen respuestas clínicas e inmunológicas significativas en enfermedades como melanoma maligno, linfoma no Hodgkings y otras neoplasias. Nuestro trabajo científico está orientado a crear terapias alternativas que brinden mejores posibilidades de sobrevida a una gran cantidad de pacientes”, plantea el doctor Flavio Salazar, académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

 

El especialista obtuvo el 2003 recursos del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) por 310 millones de pesos, que le permitirá perfeccionar las investigaciones iniciadas en Suecia, las cuales siguió desarrollando en Chile una vez que se incorporó a la Casa de Bello. “El año pasado, junto con el doctor Carlos Ferrada, cirujano del Hospital Clínico, iniciamos el primer protocolo inmunoterapéutico realizado en Chile para tratamiento del cáncer. Los 15 pacientes incluidos en este estudio fase I nos sirvieron ara demostrar la inocuidad del método que, según hemos comprobado, no tiene ningún efecto colateral. Además, observamos que en el 60 % de los casos hubo respuesta inmunológica detectable, mientras que en dos pacientes se constató regresión tumoral, lo que es muy esperanzador. Ahora, con el apoyo de Conicyt, podremos continuar con esta investigación”, añade Salazar.

 

La técnica empleada por el grupo que dirige el académico, consiste en extraer sangre del enfermo a partir de la cual se aíslan poblaciones de glóbulos blancos u monocitos, que son cultivados en el laboratorio y estimulados con proteínas llamadas citoquinas. Esto las convierte en células dendríticas o estrelladas las cuales son sensibilizadas con extractos de células tumorales, propias o ajenas, que luego se reinyectan en los pacientes para provocar una respuesta inmunológica contra las células malignas.

 

Según el especialista, hasta ahora a los pacientes se les inyectaban células dendríticas para que ellos mismos produjeran su propia interleuquina II. Como esto no siempre daba los resultados esperados, el doctor Salazar decidió que el 2003 aplicará, después de cada vacuna, la citoquina específica.

 

“La terapia con interleuquina II está aprobada por la FDA para melanoma, carcinoma renal y otros cánceres. El problema es que este fármaco biológico tiene efectos colaterales importantes cuando se aplica en dosis altas, que es la manera como se viene haciendo hasta ahora, pudiendo provocar náuseas, fiebres y otros malestares que pueden derivar, incluso, en la muerte. Lo que hacemos nosotros es suministrarlo en dosis bajas ya que, según nuestras investigaciones, el procedimiento es igualmente efectivo sin los mencionados efectos adversos”, añade.

 

El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en habitantes de países desarrollados. Modernas técnicas de cirugía y trasplantes, nuevos fármacos y mejores métodos de irradiación han permitido combatir con resultados promisorios varias patologías. Sin embargo, algunas células malignas sobreviven a estas terapias y se diseminan en el organismo, lo que hace necesario generar nuevos tratamientos alternativos, como la inmunoterapia.

 

“El cáncer en Chile muestra una marcada tendencia al aumento debido a la mayor longevidad de la población y al aumento en el nivel de desarrollo económico. sin embargo, eso no se condice con el incremento de investigaciones regionales en este ámbito”, plantea Salazar.

 

De hecho, el único grupo que está trabajando en inmunoterapia celular dentro de América del Sur es el liderado por Salazar. “Recientemente estuve en Europa donde presenté las investigaciones que nuestro grupo multidisciplinario ha realizado en Chile y debo decir que estamos al nivel de las que se efectúan en el primer mundo. Las diferencias están marcadas, más bien, por el nivel de inversión que cada país le inyecta a sus proyectos”, recalca.

 

Según el especialista, en nuestro país existe el know how necesario para desarrollar productos y procedimientos inmunoterapéuticos basados en vacunas biológicas destinadas a combatir el cáncer. “Si todo prospera según lo esperado, el potencial económico de esta investigación se proyectará más allá de las fronteras nacionales, produciendo un impacto regional de gran envergadura”, adelanta.

 

Laboratorio de alta seguridad biológica

Ya comenzaron los trabajos de construcción del nuevo laboratorio de alta seguridad biológica que será un elemento fundamental para que los científicos vinculados al Fondef puedan hacer investigación de punta y desarrollar vacunas biológicas para inmunoterapia, según estándares internacionales.

 

“Contaremos con un laboratorio GMP (Good Manufacturing Practices) acreditado por el Instituto de Salud Pública, que cumplirá con todas las normas y estándares internacionales que regulan a estos recintos. En este lugar trabajarán expertos en congelar, manipular células y producir las vacunas”, plantea Flavio Salazar. En el Fondef, además del Hospital Clínico y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, están participando tres empresas asociadas: Oncobiomed Ltda., Oncomed Ltda. y la recientemente incorporada Tecnofarma S.A.

 

El Heraldo (Linares)

20 de junio de 2003

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