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La academia abre sus puertas al mundo mapuche

Publicado 25-06-2003

La Facultad de Educación de la Universidad de Concepción presentará hoy un proyecto de investigación que la compromete con los pueblos originarios.

 

 

En el corazón de la Universidad de Concepción quedó un compromiso sagrado entre la cultura mapuche y la winca. Un canelo plantado frente a la Facultad de Educación será el punto de encuentro obligado de ambas culturas cada Año Nuevo Mapuche, We Xipantu, en lo que el decano Abelardo Castro interpretó como una forma de “comenzar a pagar una deuda histórica” con los pueblos originarios.

 

La casa de estudios superiores sellará hoy su compromiso, como le corresponde, con un proyecto de investigación. A las 10 horas presentará una iniciativa financiada por el Fondo de Fomento de la Investigación Científica y Tecnológica, Fondef, titulado “Diseño de metodología educacional en alfabetización funcional para el desarrollo cultural en contexto intercultural”.

 

El proyecto busca crear e implementar un modelo socio-educativo destinado a las minorías étnicas nacionales y latinoamericanas. El equipo de investigadores que encabeza el profesor Alejandro Villalobos, entiende que “el rescate de la identidad étnica y la búsqueda de su propio desarrollo como pueblo puede permitir un mejor diálogo con la sociedad nacional”.

 

En su implementación participarán científicos de la Universidad de Atacama, representantes mapuches, de las escuelas de Tirúa y San Pedro de Atacama, del Servicio Nacional de Salud, además del respaldo académico de las universidades de Uppsala y de Estocolmo (Suecia).

 

La ceremonia de ayer de celebración del We Xipantu estuvo a cargo del Grupo de Teatro de la Comunidad Pehuenche de Cauñicú, cuyos 25 integrantes viajaron el lunes a Concepción para hacer su primera aparición ante un público externo.

 

Según Juan Ligay Flores, asesor cultural de la Escuela de Cauñicú, ya celebró el Año Nuevo Mapuche, fecha que coincide con el fin del Rimungen (otoño). El We Xipantu “es importante porque son nuestras raíces, llega en el invierno cuando aparecen los brotes de un cambio para nosotros”.

 

La cosmovisión mapuche el año nuevo es el inicio de la reconexión entre la materia y el espíritu y entre el hombre y la naturaleza.

 

En el pasado las celebraciones solían durar dos o tres días, pero esta vez sólo hubo representaciones en la U. de Concepción y una muestra de artesanía que permanecerá hasta hoy en el acceso a la Facultad de Educación.

 

CUADRO

Pehuenches

Juan Alberto Ligay Flores fue elegido por la comunidad pehuenche a la que pertenece para convertirse en el asesor cultural de la Escuela de Cauñicú, emplazada en el valle del río Queuco, en la precordillera, al Este de Ralco. Su compromiso es mantener la tradición y darla a conocer a los niños “para que nunca se destiña”.

 

En el Alto Biobío hay nueve escuelas bilingües y nueve asesores que se encargan de hacer que el dialecto, el chedungun, viva en las nuevas generaciones. La comunidad de Cauñicú es una de las más numerosas del Queuco, con unas 190 familias adscritas a ella.

 

Domingo Carilao es mapuche de Temuco, pero hace años que trabaja en el Departamento Provincial de Educación en los Angeles. Dice que los niños que llegan a las escuelas del valle del Queuco sólo hablan chedungun, por lo que deben aprender el castellano de sus profesores.

 

 

El Sur de Concepción

25 de junio de 2003

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