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Tecnología de punta al alcance de todos

Publicado 20-07-2003

El uso de embriones para el mejoramiento de los rebaños es una tecnología emergente que usualmente ha sido utilizada en nuestro país por un coto cerrado de grandes productores, básicamente por los altos costos que tiene su importación.

 

Pero incluso entre el selecto grupo de individuos e instituciones capacitados financieramente y dispuestos a aliarse con la ciencia para obtener grupos de animales de mejor constitución y de alta rentabilidad, la implantación de embriones era usada en forma muy limitada.

 

En el país el uso de tal tecnología importaba no más de cien casos al año, lo cual ciertamente constituye una cantidad exigua si lo que se quiere conseguir es mejorar la calidad del ganado local para prepararse al proceso exportador en ciernes.

 

Su baja utilización, obedecía al alto costo de internar y aplicar la tecnología, que llevaba a que la implantación de un embrión se empinara sobre los 500 dólares, según indica el médico veterinario José Cox Ureta, director del laboratorio de reproducción animal de la Universidad de Concepción.

 

Sin embargo, gracias a un proyecto ejecutado por el investigador y que contó con financiamiento Fondef, por parte de Conicyt, se pudo reducir drásticamente los costos de producción de embriones, para que fuera adoptado por productores comerciales y pequeños.

 

La importancia del uso de tal tecnología salta a la vista si se tienen en cuenta una serie de elementos: la incorporación de nuestro país al circuito de exportadores de carne, la necesidad de aumentar rápidamente la población de ganado nacional, la rentabilidad que puede llegar a tener el negocio, entre otros factores.

 

Los resultados de la investigación no se pueden calificar sino como sorprendentes, ya que actualmente la implantación de los embriones no supera los 80 dólares, en el caso de genética de elite y no más de 35 dólares la genética comercial para la producción de mellizos de carne.

 

Un elemento que hay que considerar para apreciar en su debida magnitud la importancia del estudio es que el trabajo con embriones es de corto plazo de tal forma que se pueden producir hasta 200 crías de un solo reproductor élite en un año.

 

Vanguardia tecnológica

Según Cox, el desarrollo de la tecnología para producir de los embriones no estuvo exenta de dificultades dados los muchos factores que inciden para que se obtengan los resultados requeridos.

 

Se trata de manejar la estimulación hormonal para obtener óvulos, manejar con éxito la punción folicular para capturarlos, madurarlos in vitro, preparar los espermatozoides para que fecunden con éxito y luego cultivar los embriones para que tengan un potencial de desarrollo razonable, explica Cox.

 

A nivel mundial, las técnicas de manejo arrojan altos rango de éxito en el manejo de embriones. Por ejemplo, se considera un 50% de éxito en captura de óvulos, 90% de éxito en su maduración, 80% en fecundación y 30% de desarrollo de blastocistos, que son las unidades que son guardan y congelados a la espera de su implantación.

 

Pero, en la Universidad de Concepción, el equipo que está trabajando en el proyecto ha obtenido resultados superiores a los que marcan la actividad de los mejores laboratorios internacionales, lo cual alienta buenas perspectivas hacia el futuro.

 

Uno de los elementos más atrayentes de la tecnología que están utilizando los investigadores es la capacidad que tienen de elegir el sexo de la criatura que nacerá lo cual tendrá una incidencia fundamental especialmente entre el ganado de lechería, donde las hembras son las más requeridas por los productores.

 

Para los responsables de la iniciativa uno de los aspectos claves para desarrollar la iniciativa fue la necesidad que tiene nuestro país de ser autosuficiente en la producción de embriones, por los riesgos existentes en otros países en términos sanitarios.

 

Esta es una razón por la cual los embriones utilizados para formar el núcleo genético fueron traídos desde Nueva Zelandia y Australia, países considerados “limpios” y no desde Estados Unidos, Canadá o la Unión Europea, donde se han descubierto focos de diversas enfermedades que no existen en Chile.

 

La Discusión

20 de julio de 2003

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