Publicado 27-07-2003
Categóricamente a favor de la incursión chilena en el desarrollo biotecnológico resultó el informe que la Comisión Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología presentó al Presidente Ricardo Lagos.
El grupo integrado por científicos, académicos y vinculados a la empresa, tuvo como objetivo identificar y proponer las acciones que deberá asumir el país para permitir el despegue de la biotecnología como herramienta de desarrollo productivo y social.
La biotecnología es apreciada hoy como uno de los desarrollos de punta en el mundo y está presente prácticamente en todos los sectores. Aunque desapercibida en Chile, en Estados Unidos y Europa es fuente de continuas polémicas, por el temor y sorpresa que ello genera.
Jaime Dinamarca, gerente de Medio Ambiente de la Sociedad de Fomento Fabril, Sofofa, e integrante de la Comisión, comentó los aspectos más definitorios de la entrega, dejando en claro que el país no tiene otra opción que adoptar esta tecnología.
Desarrollo incipiente
El desarrollo de la industria de la biotecnología en Chile aún es débil. El año 2002 existían 31 empresas, la mayoría pequeñas, con ventas anuales totales que alcanzaban entre 8 y 9 millones de dólares, siendo la mayoría relacionadas a los sectores de diagnóstico médico y veterinario y en la producción de enzimas y productos químicos finos.
Poco desarrollo existe todavía en los sectores tradicionales de la economía chilena (minero, forestal, agropecuario y acuícola). La principal aplicación biotecnológica comercial en el país es la multiplicación de semillas transgénicas para exportación.
Dinamarca destacó que el informe recoge de una manera bastante compleja la discusión realizada a nivel nacional e internacional, siempre dejando en claro que las prevenciones tenidas por las autoridades sectoriales del país, se han ido despejando con el tiempo, a base de la evidencia empírica.
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