Publicado 23-11-2003
El biólogo molecular Fernando Romero, junto al cardiólogo Raúl Salvatici, analizan las propiedades del veneno de la araña del trigo. Más de un millón de dólares se han invertido en esta investigación en Chile, financiada en parte por el Fondef.
El año 1951 el científico italiano Carl Djerassi, que emigró a Estados Unidos el año 1939, solicitó la patente como anticonceptivo oral, de la hormona sexual femenina progesterona. La concentración de esos primeros preparados hormonales era 200 veces más elevada que los que se comercializan en la actualidad, razón por la cual sus efectos secundarios eran mayores, pero de todas formas fueron una revolución en la medicina, ya que sus propiedades anticonceptivas fueron probadas y aprobadas por sus usuarias. Pero fue el año 1960 cuando se comercializó la primera píldora anticonceptiva en los EE.UU.
En los años sucesivos, la píldora iría apareciendo en otros países, incluso Chile. La píldora debió soportar muchos problemas para instalarse definitivamente, incluso en 1968 el Papa Pío VI rechazó en su encíclica Humanae Vitae la píldora como un método de contracepción válido.
Desde los años 70, la píldora anticonceptiva se ha convertido en un método para controlar la natalidad de uso común en muchos países del mundo. Se calcula que en todo el planeta unos 80 millones de mujeres la toman.
En las puertas del siglo XXI, la píldora anticonceptiva ya forma parte de la vida de millones de mujeres en todo el mundo. Ahora, después de 43 años, la discusión es otra, la píldora anticonceptiva masculina.
Ultimos avances
En el XVII Congreso Mundial de Ginecología y Obstetricia Figo 2003, que se realizó este mes en nuestro país, se presentaron los últimos avances e investigaciones que tiene la medicina al respecto.
El médico holandés Henk Jan Out, director para Europa del área de anticoncepción masculina de Laboratorios Organon, fue uno de los encargados de revelar en qué están las investigaciones.
El médico señaló que la suspensión de la ovulación mensual es sin duda más fácil que lograr suprimir la producción diaria de millones de espermios. Explicó que ésa es una de las principales razones por las cuales la investigación de la anticoncepción hormonal se ha centrado en los métodos femeninos.
La píldora masculina que ha dado mejores resultados es el prototipo que comprende la ingesta por vía oral de tabletas de progestina combinada con inyecciones (semanales, mensuales o trimestrales) o implantes de testosterona. Estos últimos, son pellets que se colocan por debajo de la piel, en el brazo del hombre por un año. Todos estos estudios están en sus fases preliminares, se estima que un anticonceptivo masculino de este tipo sólo estará en el mercado, en unos seis años más, considerando que las investigaciones mantengan su actual ritmo y no tengan ningún revés.
Con respecto a los métodos que ya existen, la OMS aprueba el uso del preservativo, mientras que en relación a la vasectomía, señala que “los testículos siguen produciendo espermios. Al no ser utilizados se degradan y algunos de sus compuestos pasan a la sangre la que crea anticuerpos contra ellos”.
Otro de los puntos de discusión en el mundo científico, es la disponibilidad que tendrían los hombres para tomar o implanterse un método anticonceptivo. Se cree que es difícil que acepten, sobre todo si se considera que los actuales métodos anticonceptivos femeninos están probados en su efectividad y efectos secundarios. Pese a eso, en el Congreso Figo se publicó una encuesta realizada por el Contraceptive Development Network Center a más de 1.800 hombres en Ciudad del Cabo, Edimburgo, Shangai y Hong Kong, en la encuesta se desprende que una gran mayoría coincide en que un método anticonceptivo hormonal masculino es un descubrimiento esperado por muchos varones.
La araña del trigo
Diversos estudios se están realizando en todo el mundo para lograr un anticonceptivo para los hombres. Al parecer, en unos pocos años más, habrán más alternativas a las ya existentes para los varones, el preservativo y la vasectomía.
En nuestro país existe una investigación bastante particular, que ya es observada con mucha atención en el resto del planeta y se ganó el respeto de la comunidad científica. El biólogo molecular Fernando Romero, junto al cardiólogo Raúl Salvatici, investigadores de la Universidad de la Frontera, descubrieron que el fluido que utiliza para atacar la araña de trigo o viuda negra (genus latrodectus) produce un efecto anticonceptivo que duraría cerca de 20 minutos.
Este líquido evita que los espermios adquieran la capacidad de fecundar. Estos científicos chilenos, que llevan siete años investigando este tema, cuentan con el respaldo y financiamiento del Fondef, además reciben el aporte de un laboratorio farmacéutico. El costo de los estudios es superior al millón de dólares.
El doctor Romero ha explicado ya en varias publicaciones científicas el modo de actuar de este descubrimiento. “Cualquiera sea la concentración de espermios, lo que ocurre es que cuando están en presencia de este veneno, en vez de pasar a alcalinos, éstos se acidifican, lo que significa que se detiene toda la bioquímica del espermio que lo hacía apto para fecundar al óvulo”, explica Romero.
Esta investigación que se tardaría unos tres años más en lograr resultados definitivos, pretende lanzar al mercado un anticonceptivo que se pueda usar minutos antes del contacto sexual, y que además no sea necesario tomarlo todos los días, tal como lo hacen las mujeres en la actualidad.
El Sur de Concepción
23 de noviembre de 2003
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