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Techos para el 2005

Publicado 07-12-2003

Más de mil 700 familias podrán tener su casa propia gracias al proyecto “Elemental”, en el cual ya trabaja un equipo de profesionales. El campamento Lo Boza, en Renca, podría ser el beneficiado.

 

 

Entrar por Camino Lo Boza, en Renca, impresiona. Neumáticos, trozos de madera, plásticos, botellas y latas a un costado del camino de tierra dejan en evidencia que hasta allí no llega el camión de la basura. Las carretillas, que no son pocas, tienen dueño: cartoneros y vendedores de ferias que a duras penas logran mantener a sus familias.

 

Un par de años atrás el programa “Un techo para Chile” les permitió transformar sus viviendas de cartón y palos en mediaguas de mejor calidad. Muy pronto les quedaron estrechas. Las ampliaron, otra vez con desechos.

 

Cecilia Castro (34), madre de dos hijos (de 18 y ocho años), es dirigenta de la unidad vecinal Nº 44 del campamento Lo Boza. No se ha cansado de acudir a la municipalidad y recorrer instituciones en busca de ayuda para su gente, pero, con excepción de la campaña “Un techo para Chile”, nadie les ha tendido una mano.

 

Ni siquiera cuentan con un baño. Tienen que conformarse con pozos sépticos. Las infecciones abundan y en el invierno ni siquiera hay una ducha de agua caliente.

 

Por una casa propia

El 15 de noviembre, un grupo de trabajo del programa de vivienda “Elemental” – desarrollado por la Universidad Católica (UC) en conjunto con el Harvard Design School y el Harvard University David Rockefeller Center for Latin American Studies- se reunió con Cecilia y otros pobladores de Renca.

 

Son 160 las familias del campamento Lo Boza que quieren una casa propia. Y el programa “Elemental” justamente invitó este año a profesionales y estudiantes de arquitectura a participar en un concurso mundial para crear soluciones habitacionales para el quintil más pobre de la sociedad chilena (Vivienda Decoración Nº 387, 6.XII.2003).

 

La idea es contar con los mejores profesionales para construir – y no sólo diseñar- conjuntos de vivienda social dinámica, sin deuda en siete localidades de Chile.

 

En total serán mil 500 viviendas. Las familias beneficiadas aún no están definidas, pero en Renca los primeros contactos están hechos.

 

“En Lo Boza algunas personas no tienen recursos para postular a la vivienda – cuenta Cecilia- . Otras, con mucho esfuerzo, estamos tratando de juntar las 10 UF para inscribirnos en el Serviu (Servicio de Vivienda y Urbanismo)y así poder participar en el proyecto Elemental. Todavía no junto toda esa platita, mi marido es trabajador temporero, pero la tendré”.

 

Agrega:

 

– Nos hemos sentado con el ministro de Vivienda, Jaime Ravinet, a conversar para ver cómo podemos encontrar una solución. El proyecto Elemental es una alternativa. Aquí está en juego un tema de dignidad. No vivimos pésimo por las mediaguas que nos dieron, pero no es digno vivir así. ¡No es justo que mi hijo se tenga que bañar con un tarro y no tenga una ducha! ¡No es justo que le dé vergüenza traer a un compañero de colegio porque vivimos en un lugar así! Tenemos derecho a salir de la casa y no embarrarnos los pies.

 

Desventajas del terreno

Pilar Jiménez, miembro del equipo de la UC del proyecto “Elemental”, explica que aún falta definir si el terreno que pretenden utilizar estas familias de Renca, ubicado junto a sus actuales mediaguas, cumple con las condiciones necesarias para construir. Durante años fue utilizado como basural.

 

“Es un terreno en malas condiciones, pero estamos realizando el estudio de mecánica de suelos. Si es posible hacer el proyecto ahí, lo haremos – asegura Jiménez- . Pero aún no está definido. Incluso hemos barajado la posibilidad de construir en aquellas áreas que estén menos dañadas o buscar otro terreno en la comuna”.

 

Cecilia, a igual que el resto de los pobladores de Camino Lo Boza, no está dipuesta a irse de Renca: “Si hemos vivido toda la vida en una comuna, no tenemos por qué irnos a otra. Mis hijos tienen aquí su colegio, acceso a los consultorios, contamos con subsidios familiares que el Estado entrega para las familias pobres y alguien puede decir: ‘pero si apenas son 10 mil pesos’. ¡Pero para nosotros eso es mucho! Trasladarnos a otra comuna significaría no tener acceso a los consultorios tan luego. Nuestros maridos no tienen un trabajo estable, es cierto, pero aquí al menos tienen algo en qué darse vueltas. Sabemos dónde se vende droga y podemos proteger a nuestros hijos”.

 

El 15 de diciembre el estudio de suelos que prepara la UC permitirá saber si es viable construir o no en ese antiguo basural de Renca. Si el terreno requiere tratamientos especiales y los costos se elevan, Cecilia está dispuesta a buscar la cooperación de distintas instituciones para que el proyecto no se les vaya de las manos.

 

El equipo de la UC que participa en esta iniciativa tiene experiencia en casos complicados. Fueron contratados el 2002 por el programa Chile-Barrio y encontraron una solución para el campamento “Quinta Monroy”, formado por casi cien familias que durante los últimos 30 años ocuparon ilegalmente un terreno en el centro de Iquique y que tampoco estaban dispuestas a irse a vivir a otra parte.

 

El resultado: 93 casas que a partir del 2004 estarán listas, en el mismo lugar en que estaba el campamento.

 

Alejandro Aravena, director del programa , señala que comprar el terreno era caro y por eso algunas autoridades querían trasladar a las familias a Alto Hospicio. “Pero nadie estaba de acuerdo. Para evitarlo diseñamos un sistema de viviendas que involucrara a más familias. Eso permitió reunir los fondos necesarios para adquirir el terreno”, dice.

 

Las familias de “Quinta Monroy” no quedarán hacinadas. Cada edificio tendrá dos pisos, el propietario del primer piso podrá crecer horizontalmente sobre el terreno, mientras el propietario del segundo, lo hará hacia arriba.

 

En el campamento Lo Boza aún no pierden la esperanza. El estudio de mecánica de suelos no ha dado su veredicto. Las fórmulas para enfrentar un resultado adverso pueden cambiar su suerte·.

 

ADJUDICACIÓN

Los ganadores

Por videoconferencia, el ministro de Vivienda, Jaime Ravinet, anunció desde Biarritz, Francia, el nombre de los ganadores del concurso mundial de arquitectura “Elemental”, convocado por las universidades Católica de Chile y Harvard (Estados Unidos), con el apoyo de Fondef/Conicyt.

 

Ellos se adjudicaron la tarea de diseñar y edificar un total de mil 500 viviendas sociales dinámicas sin deuda – es decir una vivienda de 25 m2, ampliable, sin pago de dividendo- , que beneficiarán a más de mil 700 familias pertenecientes al quintil más pobre de Chile. Estos últimos sólo deben aportar un ahorro inicial de aproximadamente 250 mil pesos.

 

La mayoría de las viviendas sociales dinámicas sin deuda se pueden ampliar hasta al menos 50 m2. Y el concurso abrió el desafío de diseñar un conjunto de viviendas para al menos 150 familias, en una hectárea de terreno urbano, ampliables hasta 75 m¯. El propósito es que la unidad de vivienda sea flexible no sólo para el crecimiento, sino para el desarrollo de talleres o negocios.

 

Resolvieron esta tarea con éxito los arquitectos Teodoro Fernández (Chile), Naber Ponce de León (Estados Unidos, Venezuela e Irán), Luca Brunelli (España-Italia), Pedro Ondoño (España-Chile), Ralf Pasel (Países Bajos), André Makoswski (Venezuela) y Alejandro Batista (Uruguay). (Ver “Vivienda/Decoración” Nº 387, 6.XII.2003).

 

Los profesionales trabajarán en conjunto con estudiantes que participaron en el concurso y que también resultaron ganadores: Jeannette Kuo (Estados Unidos), Elisenda Rifé (España), José Rodrigo Martínez (México), Franziska Sack (Alemania), Luis Ignacio Mastrangelo (Argentina), Álvaro Bustos (Chile) y el equipo Torres-Tuga-García Huidobro (Chile).

 

Las viviendas posiblemente se levantarán en Antofagasta, Copiapó, dos localidades de la Región Metropolitana, Concepción y Valparaíso·.

 

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Mejorar el uso del suelo

Según Alejandro Aravena, arquitecto y director del programa “Elemental”, el concepto de vivienda social inicia ahora un giro hacia la calidad y las nuevas tecnologías, que adquieren cada vez más importancia.

 

Además, la idea “un lote igual a una familia” queda obsoleta porque bajo ese criterio sólo se consiguen viviendas sociales en la periferia de la ciudad.

 

“Una familia en el tiempo no va a poder mejorar nunca su localización en la ciudad. Lo primero que garantiza que aquí haya alguna posibilidad de romper el círculo de la pobreza es tener acceso a las oportunidades, no demorarse tres horas al trabajo o dos horas para llevar los niños al colegio – explica Aravena- . Si una familia vive en la periferia, simplemente no tiene acceso a las oportunidades”.

 

Pero para estar bien localizado hay que enfrentar desafíos: el suelo es más caro.

 

El cambio de estrategia es el siguiente: incorporar a un mayor número de familias en estructuras que se puedan ampliar, de forma tal que no exista hacinamiento y se pueda reunir una mayor cantidad de recursos para acceder a ese suelo que es más caro.

 

Juan Carlos de la Hiera, jefe del departamento de Ingeniería Estructural y Geotécnica de la UC, está a cargo del equipo que trabajará con los arquitectos.

 

“Queremos introducir desde el punto de vista estructural el tema de la prefabricación, es decir, instalar directamente vigas y columnas. Con esto se reduce la mano de obra y aumenta la rapidez en la entrega de las casas. Simplemente se ensamblan las nuevas estructuras”, explica.

 

Otro desafío es que las nuevas viviendas sociales sean antisísmicas, para lo cual van a introducir elementos que reducen entre seis y siete veces el riesgo o peligro sísmico, sin un aumento de costo directo en la estructura.

 

 

El Mercurio

7 de diciembre de 2003

página 29

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