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Nos sobra energía

Publicado 05-05-2004

El potencial geotérmico chileno podría generar más de la energía que nuestro país requiere para producir electricidad. El problema es que hasta hoy sólo se han realizado tibios estudios para ver su factibilidad de explotación, pese a que existen al menos 115 áreas geotermales potencialmente aprovechables. Geólogos critican la falta de visión del gobierno al no vislumbrar este enorme tesoro energético, más cuando el país se sobrecoge ante la posibilidad de quedar a oscuras por la crisis del gas.

 

 

En julio del año pasado, el Primer Congreso Internacional de Geotermia realizado en la Universidad Católica de Valparaíso y que reunió a científicos, funcionarios de gobierno y empresarios nacionales y extranjeros, ya advertía de la importancia de diversificar nuestras fuentes de generación de energía eléctrica para no depender del gas importado de Argentina, y eventualmente Bolivia, y de las precipitaciones. Un año después, la situación es la misma. Siguen faltando los recursos estatales para analizar a fondo las potencialidades de las llamadas energías alternativas. Empresas privadas están interesadas en invertir en ellas, pero no están dispuestas a explorarlas con fondos provenientes de sus bolsillos.

Una de ellas es la geotermia; una energía limpia, abundante y constante, proveniente del interior de la Tierra que no depende de contratos con empresas extranjeras ni de factores climáticos inmanejables.

De acuerdo a los estudios disponibles, bajo nuestro suelo existe tanta energía como para abastecer de electricidad a todo el país y sobrarnos.

Alfredo Lahsen es geólogo de la Universidad de Chile y uno de los que más ha investigado las potencialidades que tiene esta energía en el país. Según sus estudios su potencial de producción es de 16 mil MW (megawatts) diarios. Según la ex directora de la Comisión Nacional de Energía, María Isabel González, el país requiere 6.700 MW diarios.

Las cifras del Ministerio de Economía señalan que la demanda nacional diaria de electricidad es de 5.200 MW y el país tiene una capacidad instalada para generar 7.000 MW en el Sistema Interconectado Central (SIC).

Falta exploración

El principal problema con esta energía radica en lo poco explorado que está el subsuelo nacional. Si bien se han hecho algunos estudios, todavía faltan recursos para llevar adelante una investigación seria y profunda que dé garantías a los inversionistas en el largo plazo.

Según un catastro realizado por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Chile cuenta con 115 áreas geotermales potencialmente aprovechables para la generación de energía. Sin embargo, a abril de este año sólo se han otorgado 13 permisos para estudios exploratorios. Al resto sólo se le da un uso medicinal y turístico.

En el gobierno se defienden. Si bien la Comisión Nacional de Energía no respondió las consultas de La Nación sobre este tema, ya el año pasado en este mismo diario, Christian Santana, encargado de energías renovables del organismo señalaba que “tenemos potencial en este campo, pero para confirmar su utilidad se requieren exploraciones costosas y riesgosas. Nadie asegura que el recurso tenga la calidad suficiente que permita su aprovechamiento energético”.

Una herramienta que sí podría incentivar el desarrollo de estas energías alternativas o no convencionales está en la aprobación de la “ley eléctrica corta” aprobada en febrero en el Congreso. En términos generales, la normativa mejora las condiciones para el desarrollo de proyectos de pequeñas centrales de energía no convencional a través de la apertura de los mercados eléctricos a este tipo de centrales y del establecimiento del derecho a evacuar su energía a través de las redes de distribución sin pagar peajes por el uso del sistema de transmisión troncal.

El Estado debe invertir

El programa Chile Sustentable, con el apoyo de la CEPAL y la GTZ (Agencia de Cooperación Alemana por sus siglas en alemán), elaboraron un proyecto para el desarrollo de estrategias para la promoción del uso intensivo de energías renovables en nuestro país. “Chile tiene un potencial de generación eléctrica por geotermia que excede los 8.000 MW”, señala Sara Larraín, directora del programa y ex candidata presidencial.

“Chile puede generar más de 1.100 MW adicionales en base a recursos renovables propios, en los próximos 7 años, 600 de cuales pueden surgir de la geotermia , con la explotación de Campos de Calabozo, Laguna del Maule, Apacheta, entre otros”, agrega Larraín.

Alfredo Lahsen sostuvo durante el año pasado reuniones con algunos privados de Europa y Estados Unidos. Según él, estas empresas están esperando que exista un prospecto probado. Esto es “que estén todos los estudios básicos de geología, geofísica, geoquímica y que además tengan unos dos o tres pozos exploratorios”. Para ellos, los estudios son fundamentales, no por los recursos que implican, sino por lo que demoran en realizarse: de tres a cuatro años con un costo aproximado de uno a dos millones de dólares por pozo.

Estos empresarios no conciben que en nuestro país estos estudios deban ser financiados por los privados, como pretende el gobierno, sino que debe ser una labor del Estado para que así los privados inviertan, explicó Lahsen.

Similar postura tiene Patricio Robles, profesor de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica de Valparaíso. “El tema pasa por lo caro que resulta la exploración, alrededor de un millón de dólares y eso no es muy atractivo para los privados”

La clave para ambos está en diversificar la generación de energía, tal como lo señalaban los asistentes al Primer Congreso Internacional de Geotermia realizado el año pasado en la Universidad Católica de Valparaíso que ya advertían que el gas natural para la generación de electricidad no es la solución, porque dependemos de Argentina y eventualmente de Bolivia, países en los que están los grandes depósitos y en segundo lugar, porque el gas no es un combustible renovable.

“Si hace un par de años era fundamental diversificar las fuentes de generación de energía, con los sucesos actuales, hoy es de una relevancia máxima. No tenemos otra alternativa. Hay que diversificar sí o sí y con acciones variadas, que incluyan el trabajo con fuentes de energía renovables hasta el desarrollo de la energía nuclear”, sostiene Robles.

“Tenemos que proyectarnos y mirar más allá, no podemos estar siempre actuando sólo para apagar incendios”, agrega.

Dos lugares para una central

Alfredo Lahsen dirigió hasta diciembre de 2003 un proyecto de caracterización y evaluación de los recursos geotérmicos de la zona central y sur del país. Para la investigación recibió 250 millones de pesos de parte del Fondef y otros mil millones de pesos de parte entidades extranjeras.

Terminada la investigación, se determinaron dos lugares potenciales para la instalación de una central geotérmica: en Puyehue, en el Cordón Caulle, y la zona de los Nevados de Chillán.

El proyecto de caracterización continúa, pero de acuerdo a lo que permite la poca plata que dan para estudios a las universidades, no puede llegar muy lejos.

En forma preliminar, se pudo determinar que cada uno de estos lugares puede generar sobre 200 megawatts cada uno, “pero puede ser mucho más”. En cuanto a la temperatura que se encontrará en profundidad se espera que sea sobre los 200 grados Celsius (hasta 260), lo que la hace una energía totalmente aprovechable incluso con una turbina convencional.

En las dos zonas falta realizar estudios geofísicos y ubicar sondaje exploratorio para sacar fluidos y evaluar el potencial.

Qué es la geotermia

En el centro del planeta existe calor acumulado conocido como cuerpo de magma. Esta lava calienta la roca permeable que la recubre, aumentando la temperatura de las aguas que la rodean.

En algunas zonas del planeta este líquido que conduce el calor, escapa a la superficie formando fuentes termales o géiseres que generalmente están relacionados con zonas de gran actividad sísmica. Es precisamente en estos lugares, donde resulta más fácil conseguir agua caliente y vapor a menor profundidad con los que se puede generar la energía geotérmica.

El principal potencial de este vapor caliente es la generación de energía eléctrica, a través de tubos que perforan el suelo hasta llegar al reservorio que es el lugar donde se almacena el agua caliente o el vapor que pone en funcionamiento la turbina que genera electricidad.

Datos

En otros países desde hace décadas que la energía geotermal es aprovechada para generar electricidad. Italia, celebrará en julio próximo cien años del uso de esta energía.

Nueva Zelandia es uno de los países líderes en la generación de energía geotermal. El 8% de su energía eléctrica es generada por esta fuente.

 

La Nación

05/05/04

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