Publicado 10-05-2004
Desde el 14 de junio, la Pontificia Universidad Católica de Chile, en conjunto con la Revista del Campo, publicarán una serie de cursos de actualización para profesionales.
Conceptos como la eficiencia fotosintética en relación con la edad de las hojas es difícil que figuren en los archivos de un agrónomo egresado hace cinco años porque entonces no se empleaban. Hoy, en cambio, su aplicación a través de técnicas de poda y manejo de follaje permiten optimizar la captación de la radiación solar en los huertos frutales y, con ello, mejorar los rendimientos y la calidad de la fruta.
Si recién en el siglo XVIII se duplicó el conocimiento disponible en la era cristiana, hoy en el área biológica, como en la informática, esto ocurre cada 18 meses.
En ese contexto, la actualización profesional de los ingenieros agrónomos y forestales resulta vital para el desarrollo de un país como Chile, que aspira a convertirse en potencia silvoagropecuaria.
Con ese afán, la Universidad Católica, con el apoyo de Fondef de CONICYT, creó el primer programa de actualización profesional para ingenieros agrónomos y forestales en un campus universitario virtual, el que a partir del 14 de junio será publicado por Revista del Campo.
Se trata de una serie de 12 cursos vía internet que abordarán durante 2004 los temas de actualización más relevantes para un agrónomo o ingeniero forestal que se desenvuelva actualmente. Temas como riego programado; optimización del uso de la luz en especies frutales; reguladores del crecimiento, bioestimulantes y mejoradores del suelo; conservación de la biodiversidad, entre otros, serán tratados en cursos de modalidad virtual a los que podrán acceder los alumnos que se matriculen en el Programa Agroforestal por Internet UC.
Cada curso tendrá una duración de 4 meses y su síntesis más una pregunta serán publicadas en las páginas de la Revista del Campo entre el 14 de junio y el 22 de noviembre.
El programa de e-learning o educación en línea, el primero en su tipo que ejecuta la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la UC, surge en respuesta a la necesidad de los profesionales del agro de actualizar sus conocimientos a distancia.
Dado su trabajo en terreno y la carencia de una oferta de actualización en materias específicas, salvo las opciones integrales como los magíster o doctorados, los ingenieros agrónomos y forestales hasta ahora no cuentan con una modalidad a la medida de sus requerimientos. Esto es, que entregue una formación de calidad, sobre temas específicos y en un formato lo suficientemente flexible para adecuarse a los requerimientos de un profesional que por lo general está en terreno cuando no de viaje.
En tal sentido, el “campus virtual” donde se impartirán las clases, tiene como objetivo captar alumnos no sólo de todas las regiones de Chile, sino también de toda Latinoamérica.
El alumno matriculado que apruebe los dos cursos de las 24 combinaciones existentes recibirá un Diploma en Tecnología Agroforestal, en la mención correspondiente, avalado con la excelencia académica de la Univerisdad Católica. A su vez, los lectores de la Revista del Campo podrán adentrarse en técnicas de última generación.
Actualizarse sí o sí
Surgida hace 12 mil años, la agricultura debió esperar otros 6 mil para encontrarse con un cambio radical: el arado. Hoy los ritmos son demasiado distintos. La obsolescencia de los pesticidas es, en general, de 4 años, el mismo periodo en que las variedades vegetales son opacadas por otras nuevas.
El dominio de conceptos y nuevas tecnologías como las aplicaciones del ozono como sanitizador de aguas en centrales frúticolas, el uso de MCP-1 para prolongar la vida en poscosecha de frutas y hortalizas, el uso de estaciones meteorológicas automatizadas para programar el riego, entre otras, tienen un doble propósito. A nivel individual, permiten valorizar al agrónomo o ingeniero forestal en un mercado cada vez más agresivo.
“La obsolescencia del conocimiento dentro de los ingenieros agrónomos y forestales juega en su contra a la hora de ser demandados por las empresas agrícolas. Los productores chilenos viajan constantemente y se ponen al día en el estado de las ciencias, a raíz de lo cual el profesional chileno queda rápidamente obsoleto a la vista de la industria”, explica el profesor de riego de la UC y Ph.D del Technion, Luis Gurovich, quien fue el gestor del diplomado.
La opinión de Gurovich la avalan las cifras. En Chile, menos del 1% de los egresados de las facultades silvoagropecuarias vuelven a pisar un aula para perfeccionarse. Peor aún, de ese mínimo grupo, la mayoría corresponde a recién egresados que siguen en la universidad para cursar algún posgrado. Los que retoman los libros fuera de la universidad son los menos y aducen falta de tiempo y lejanía de los centros de estudio.
A nivel país, en tanto, la apertura comercial en que se inserta el agro obliga a manejar los últimos avances silvoagropecuarios en un mundo cada vez más competitivo.
“En Chile, tenemos toda la tecnología de punta, pero está en manos de unas pocas empresas. Lo que falta es su uso generalizado por ausencia de profesionales que la conozcan y que sean capaces de manejarla”, agrega Gurovich.
Este retraso en el uso masivo de tecnologías de punta va en desmedro de la competitividad del agro chileno. El encarecimiento de la mano de obra ha elevado los costos de producción, lo que, a juicio de Gurovich, no ha ido a la mano de la aplicación masiva de nuevas tecnologías que equiparen dicha pérdida de competitividad.
Así, por ejemplo, usar estaciones meteorológicas automatizadas para predecir enfermedades puede evitar entre 3 y 5 aplicaciones de pesticida, es decir un ahorro de entre US$ 450 y US$ 750/há.
Programación
Los cursos del programa y su periodo de publicación en la Revista del Campo (con una frecuencia quincenal) es el siguiente:
14 de junio al 23 de agosto: Riego Programado; Optimización de la luz; Hidráulica Agrícola.
21 de junio al 30 de agosto: Poscosecha de frutas; Información como Recurso; Reguladores de Crecimiento.
6 de septiembre al 15 de noviembre: Conservación de la Biodiversidad; Gestión de Calidad; Riego Superficial.
13 de septiembre al 22 de noviembre: Conservación de la Biodiversidad; Recursos Naturales; Inventarios Forestales.
Datos Clave:
COSTO:
Cada curso tiene un costo de $ 500.000. Los socios del Club de Lectores de “El Mercurio” pueden acceder a un descuento de 20% del arancel.
EVALUACIÓN:
Cada curso contempla exámenes presenciales a efectuarse 2 semanas después de la publicación de la última clase.
MATRÍCULA
Las inscripciones se realizan en el sitio www.diploagroforestal.puc.cl. Los socios del Club de Lectores de “El Mercurio” lo pueden hacer en las distintas Casas Club.
Aparecido en El Mercurio (Revista Del Campo)
10 de mayo de 2004
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