Publicado 17-05-2004
Directores de los fondos, que evalúan un positivo escenario, creen necesario hacer cambios y crear un nuevo ministerio.
Mañana se adjudican los 364 proyectos del concurso 2004 de Fondecyt durante una ceremonia en CasaPiedra.
El viejo discurso sobre el impulso que debe dar el quehacer científico-tecnológico al desarrollo de Chile se está refrescando. Algo se agita con manos más decididas en esta dirección y apologías más convincentes se empiezan a escuchar cada vez más entre los políticos.
Entrevistados por El Mercurio, los directores de los diversos fondos para la ciencia opinan que lo hecho hasta ahora ha estado bien, pero que es necesario realizar otro despegue.
Ellos piensan en la necesidad de crear una institucionalidad más amplia, coherente y con mirada de largo plazo, como lo sería un ministerio.
Tienen mucho optimismo con el Programa Bicentenario en Ciencia y Tecnología que perfila el gobierno espera articular un mejor rumbo. Quizás llegó el momento de iniciar un fuerte cambio en la estrategia estatal seguida por cerca de 22 años.
Parte de estas materias serán analizadas mañana en un simposio científico sobre “Instrumentos de desarrollo en el presente y futuro de Chile”, ocasión en que también se adjudicarán los 364 proyectos del concurso regular 2004 del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondecyt.
A esta ceremonia oficial asistirán el ministro de Educación, Sergio Bitar, y el director de Conicyt, Éric Goles.
Además de conversar con quienes están a la cabeza de los fondos para la ciencia, durante dos días revisamos el total de esos proyectos seleccionados para echar el siguiente vistazo: ¿cuánto de este conocimiento básico está insertado en los desafíos económicos del país, en particular con trabajos que dinamicen e impacten el sector exportador de recursos naturales?
Aunque esa tarea no le corresponde a Fondecyt, la búsqueda fue relevante, porque este fondo es el más importante motor de las investigaciones y congrega a los científicos de mayor peso en el país. En sus 22 años, ha invertido 241 mil millones de pesos en sus concursos regulares.
A duras penas, hallamos esa asociación: un tercio de los proyectos están vinculados, directa o indirectamente, con problemas chilenos, incluyendo temas ambientales.
También llamó la atención otro dato: ingeniería y matemáticas suman 84 proyectos, de un total de otros 107 que pudieran tener relación con este ámbito. ¿No habrá muchos números?
¿Quién hace qué?
Al Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef) le corresponde apuntar a la exploración de aplicaciones, al igual que otros fondos de innovación. No obstante, grandes innovaciones demandan profundas investigaciones interdisciplinarias de ciencia básica.
El Fondo de Investigación Avanzada en Áreas Prioritarias (Fondap) y programas de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt) buscan esos objetivos.
Pero ¿puede Chile, con sus escasos recursos, tener tantos fondos dispersos? ¿No habrá que rearmar el sistema y priorizar áreas relevantes? ¿Hay una política científica explícita, definida de la A hasta la Z, que asegure hacia dónde va el país? Las respuestas fueron varias.
“Es cierto que otros países han convenido proyectos con orientación, pero en Chile en materia de investigación básica privilegiamos la calidad de los trabajos y de quienes los presentan, afirma Patricio Velasco, director de Fondecyt.
La cuestión es que este fondo es un nicho crucial porque, como define Velasco, es la fuente nacional de conocimiento científico sólido y de capacidades de recursos humanos en las distintas disciplinas. Del total de publicaciones generadas en Chile, el 35% recibe apoyo de este fondo.
Destaca que objetivos más concretos los cumplen los otros fondos públicos. “Hay que entender que Fondecyt es el eslabón base que alimenta al resto. El 50% de los directores de Fondef lo han sido anteriormente de Fondecyt”.
Ambos fondos responden al 30 y 20% de la alta demanda por recursos, respectivamente.
Velasco sostiene la necesaria diversificación instalada en distintos ámbitos, “porque si se pactan áreas determinadas de investigación se corre el riesgo de tener ‘zonas de ceguera”.
Aunque admite que el investigador, quien elige y propone los temas, vive en un entorno cuyas propias señales pueden no estar en sintonía con las necesidades del país.
“Creo que Fondecyt ha hecho lo correcto y que, a este nivel, no se debiera priorizar. Es donde se descubren y consolidan los científicos del futuro”, dice Roberto Hojman, director del Fondo de Investigación Avanzada en Áreas Prioritarias (Fondap).
Fondap partió en 1999. Y, hasta la fecha, ha invertido la suma de 15 mil millones de pesos.
“Nuestro objetivo es mirar el mañana; nuestro compromiso es el desarrollo de la ciencia en total. Para algo más puntual están los otros fondos”, dictamina también Sergio Lavanderos, presidente del Consejo Superior de Ciencia de Fondecyt.
“Creo que tenemos una mezcla interesante de proyectos y que no estamos desconectados de la realidad. Nuestro capital humano es excelente. Nuestra misión es expandirlo e influir en la gente joven”, recalca.
No obstante, sostiene que tenemos que diferenciarnos de América Latina. “Debemos buscar nichos competitivos con imaginación, gente joven comprometida y estímulos tributarios con ayuda de nuestros legisladores”, indica Lavanderos.
“Es cierto que tenemos muchos fondos, pero hemos empezado a coordinarnos, en particular a través de los nuevos programas de Conicyt, como Marea Roja o Genoma Chile”, añade.
Destaca que “sólo con mil 500 científicos activos estamos dentro de los países con más de 10 mil publicaciones indexadas al año. Ocupamos el lugar 21 en impacto y el 43 en número de publicaciones. Esto demuestra nuestra calidad”, puntualiza.
Eugenio Spencer, a cargo de los programas de Doctorados de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), cree que estamos en el momento más difícil, con un sistema de muchos fondos paralelos y descoordinados.
No obstante, Spencer evalúa este hecho como el resultado de una evolución positiva del quehacer científico chileno. “De alguna manera el sistema ha funcionado bien y las investigaciones han mejorado la calidad de la educación universitaria”.
Empero, opina que es necesario actuar ante los nuevos desafíos. Gran parte de la investigación chilena no está llevando a la generación de nuevo conocimiento y, proporcionalmente, a patentes.
“No existe en Chile la cultura de involucrar los proyectos con problemas sociales y económicos del país. Los jóvenes científicos tienden a aceptar este reto. Pero hace falta que el sector productivo entienda que los doctores son útiles para que la demanda por ellos aumente”, indica.
La inversión de Fondef desde su fundación, en 1991, es del orden de 120 mil millones de pesos. Jorge Yutronic, su director, indica que hasta la fecha han financiado 600 proyectos, los que han originado 46 patentes.
“Fondef es como un crédito hipotecario, cuya meta es crear riqueza en el mercado. Pero hay muchos instrumentos diferentes para que los proyectos tengan impacto. Las patentes, en tanto, es un vehículo más, sobre todo si se considera que poco se protege el conocimiento en minería, agropecuaria, pesca y forestal”, plantea Yutronic.
Destaca que recién en los últimos cinco años nos atrevemos a patentar en tecnología de la información y biotecnología.
“Además, si no hay negocio, no sirve de nada. Lo que nos falta es un tipo de emprendedor o empresario cuyo negocio sea la tecnología. Este señor sí que está obligado a patentar”, precisa.
Señala que Fondef es un mecanismo para hacer esto, pero se enfrenta con la realidad de que en Chile no hay tradición de proteger el conocimiento.
“Hoy tenemos subvaloradas las patentes. Cualquier país que se precie de desarrollado tiene que aumentar su número de patentes, pero hay que educar en esto. El proceso no es automático”, enfatiza Sergio Lavanderos.
Yutronic señala que el 90% de los proyectos Fondef son exitosos. Pese a que el investigador chileno es muy conservador, es muy capaz. Pero su eficiencia es muy alta, porque toma riesgos menores.
“El científico suele proponer algo de lo que ya existe y no intenta hacer un gran cambio, uno radical. El propósito nuestro es provocarlos para que hagan realmente propuestas más osadas”, especifica Yutronic.
Negocios de patentes
“Fondef analizó, con apoyo de asesoría internacional, una muestra del 73% de sus proyectos ejecutados durante 1999-2003. Había un cambio de actitud. Los investigadores se la jugaron por aumentar los productos nuevos más que a mejorarlos.
En efecto, estos proyectos generaron 85 nuevos productos a la venta y 58 nuevas organizaciones empresariales.
A juicio de Yutronic, sólo el 10% de los académicos está interesado en contribuir a la convergencia que debe haber con el mundo empresarial.
Pero hay ejemplos emblemáticos, como el cultivo de la merluza del sur. En siete años estará facturando unos mil millones de dólares al año, comparable con lo que es hoy el salmón y con un 40% de retorno para el fisco. De hecho, en los últimos tres años hay 50 proyectos en acuicultura.
“El problema no es la diversificación de fondos, sino que su fragmentación. Esto implica que no se puede concentrar suficiente plata para hacer apuestas mayores, nuestra actual falencia”, enfatiza Yutronic.
La solución que avizora él y otros científicos es crear más programas selectivos o consorcios, como los hay por decenas en los países desarrollados y emergentes, para que los premios puedan ser gigantescos o, bien, los fracasos profundos.
El Bicentenario
Hay harto entusiasmo con el Programa Bicentenario. Roberto Hojman, a cargo del éste, sostiene que se va a definir qué áreas de investigación priorizar y qué políticas a seguir en desarrollo científico-tecnológico
Además, evaluarán lo existente para hacer un “orden mental institucional”, pensando en las estructuras de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), en los institutos de investigación, en las universidades y en otros fondos del Estado para evitar la superposición de proyectos.
Estimularán la complementariedad y reducirán la burocracia. La iniciativa, que se prolongará por una década, contará con 100 millones de dólares en seis años. La mitad proviene del Banco Mundial y la otra del erario nacional.
“No resolveremos todos los problemas, pero sabremos dónde dirigir el sistema y cada uno de sus instrumentos. Existe la posibilidad de que se reordene todo a través de un estudio que encargamos a un grupo de especialistas nacionales e internacionales”, informa.
Entre otras cosas, también se identificarán anillos de investigación interdisciplinaria e instituciones interesadas en crear alianzas estratégicas para valorizar más los recursos naturales. Además, aspira aumentar a 500 los ahora cerca de 200 doctores graduados al año.
Hay importante cantidad de recursos para fortalecer el vínculo universidad y sector productivo, un aporte que tendrá un efecto de bola de nieve en la medida en que dichas alianzas vayan produciendo impacto en la riqueza y la economía del país.
PERFILES
PATRICIO VELASCO
“Desde los 90 hemos duplicado la inversión en ciencia y tecnología. Pero nos falta lograr un más estrecho nexo entre el conocimiento y su aplicación. No es una tarea trivial”, dice el director de Fondecyt.
JORGE YUTRONIC
“Somos pocos, pero hacemos harto. Falta arriesgarnos en mercados más inciertos a través de la generación de nuevos productos. Falta dosis de rebeldía, atreverse a ser distintos”, indica el director de Fondef.
ROBERTO HOJMAN
“Las cosas hay que empezar a hacerlas de otra manera, porque pasamos a una segunda fase de exportación. Pero debemos cambiar nuestra cultura hacia una más internacional”, señala el director de Fondap.
SERGIO LAVANDEROS
“Hay más inserción de gente nueva al sistema. Pero se requieren más científicos comprometidos para buscar nuevos nichos y ser mundialmente competitivos”, precisa el presidente del Consejo Superior de Ciencias de Fondecyt.
EUGENIO SPENCER
“El sistema ha evolucionado bien, pero ahora hay problemas tan urgentes que no se puede salir al extranjero a buscar soluciones. Hay que desarrollarlas aquí”, puntualiza el director de los Programas de Doctorados de Conicyt.
ÁREAS
LOS PROYECTOS seleccionados por Fondecyt este año en agronomía son doce; los de producción animal y salud, siete.
PLATAS
EL TOTAL de proyectos del concurso Fondecyt 2004 recibió 20 mil millones de pesos. Obtuvieron más fondos biología, medicina e ingeniería.
Fuente: El Mercurio Cuerpo A
Fecha: Lunes 17 de mayo de 2004
Periodista: Lilian Duery A.
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