Publicado 17-06-2004
Los países desarrollados gastan aproximadamente en investigación cerca de una 3% de su producto bruto. Chile tiene una investigación baja para su estado de desarrollo, estimándose que en los sectores productivos el porcentaje sobre el producto bruto que se invierte en investigación se acerca a un porcentaje de 0.6% sobre el producto bruto.
Estimaciones desarrollas indican que la pesca constituye una excepción positiva, ya que el monto proporcional sobre el producto bruto es superior al 1,0%, lo que si bien dista de la investigación de países desarrollados, casi duplica el promedio nacional.
La investigación en Chile se inicia en forma significativa con la creación del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y del Intec durante la segunda mitad de los años 60. Esta investigación estaba centrada principalmente en aspectos tecnológicos, pero con el correr de los años, la investigación efectuada por el IFOP se fue trasladando hacia la investigación de los recursos.
Otra institución que se crea en la década de los 70 es Fundación Chile, cuya labor se centró en la transferencia de tecnología en campos tan diferentes como la agroindustria, el sector forestal, el sector pesquero, los recursos humanos y educacionales. El gran acierto de Fundación Chile es la introducción de la producción de salmones y truchas, campo en el que el país exporta en la actualidad US$ 1.200 millones, sobrepasando a Noruega y situándose en el primer lugar entre los productores. Fundación Chile sigue investigando para producir industrialmente otros productos acuícolas, así también como en otros mejoramientos tecnológicos, producción de vacunas, etc.
El desarrollo de la industria pesquera a partir de la introducción del manejo industrial hizo que esta rama en aproximadamente 50 años creciera hasta alcanzar un producto anual de US$ 2.600 millones, de los cuales US$ 1.200 millones son producción exportable. Se agrega a esto la implementación de más de 500 establecimientos fabriles que dan trabajo directo a aproximadamente 100.000 trabajadores, considerados entre el sector industrial y el artesanal.
Todo esto ha conllevado a la instalación de las carreras de ingeniería pesquera y acuícola, oceanografía y biología marina en aproximadamente 14 universidades distribuidas desde Arica a Magallanes. Estas universidades han formado departamentos de investigación en diversos aspectos del conocimiento, las que han visto un punto de apoyo para sus trabajos en el Fondef de Conicyt, en el Fondo de Investigación Pesquera (FIP), en las líneas de financiamientos para trabajos de investigación de Corfo, así también como en las demandas producidas por la propia industria.
Polos de Investigación
En un reciente seminario efectuado en la Casa Central de la U. De Chile a propósito de los 12 años de trayectoria del FIP, Felipe Sandoval, Subsecretario de Pesca, quien a su vez preside el Consejo de Investigación Pesquera, manifestó que la nueva normativa considerada en la denominada Ley “corta” de Pesca, establece el incremento de recursos para este Fondo, que se elevará desde los $3.500 millones actuales hasta llegar a los $6.000 millones. Esto permitirá incrementar el número de proyectos seleccionados para desarrollar. Además, se buscará hacer lo más transparente posible la administración de los recursos junto con manejar de la forma más racional los actuales fondos existentes, de modo que no compitan los diferentes actores por los mismos fondos.
En este marco, Sandoval agregó que se introducirán cambios en la institucionalidad del IFOP y del FIP con el objeto de racionalizar el manejo de los recursos que se destinan a proyectos de investigación pesquera. Según lo manifestado por Sandoval, “la investigación desarrollada por el IFOP, de esta manera, quedaría más vinculada al Estado propiamente tal, que a una autoridad determinada. Todos estos cambios van a requerir de una redefinición en materia de investigación pesquera en Chile. En este sentido, hemos recogido diversas opiniones de los distintos actores involucrados y, ciertamente, se ha apreciado que no existe pleno consenso entre ellos. Pero, sin embargo, como autoridad tenemos que tomar una decisión que lleve a buen término las modificaciones analizadas con el objeto de desarrollar un nuevo proyecto de investigación pesquera en chile. Estamos trabajando con representantes de Corfo y de los Ministerios de Hacienda y Economía, de forma tal de poder establecer un esquema definitivo”.
Resultados en el IFOP
Por su parte, el director ejecutivo del IFOP, Guillermo Moreno, manifestó que desde su creación en 1964, el Instituto se ha vinculado indisolublemente con el desarrollo de la investigación pesquera tanto teórica como aplicada en diversos campos. Si bien durante los primeros años se orientó hacia la descripción y fomento de la pesca extractiva y al descubrimiento de nuevas pesquerías, incentivando el ingreso hacia nuevas áreas y zonas de pesca, en la actualidad se focaliza hacia el desarrollo de investigaciones que son la base para la toma de las decisiones en el sector público. Actualmente, el Instituto cuenta con una amplia cobertura a nivel nacional, con 20 sedes a lo largo del país. Desde el año 2002, ha centrado su gestión en la entrega de las bases técnicas y todos los antecedentes científicos disponibles para una adecuada toma de decisiones en torno a las regulaciones pesqueras, tanto en términos de políticas públicas, como de ordenamiento y medidas de manejo. Moreno precisó que el Instituto ha organizado sus labores en torno a cinco sistemas: el Oceánico, la Zona de Humboltd, la Zona de Fiordos y Canales, la Zona Antártica y el Sub-antártico, donde los principales focos han sido el área de Humboltd, la Antártica y los Fiordos. Desde sus inicios, se han desarrollado 176 proyectos, los que además, han dado lugar a tesis de investigadores de primera línea. Si bien el IFOP, como explica Moreno, obtiene resultados descriptivos, “ello no obstante, nos permiten captar con cierta profundidad lo que realmente ocurre en una determinada pesquería, con un cierto stock. Los datos que obtenemos son considerados como una verdadera materia prima para que la autoridad pueda, luego, tomar medidas tanto de administración como de regulación. También nos permite disponer de una serie de datos, los que a su vez permiten iniciar otras investigaciones más comprensivas e integradas sobre determinados recursos”.
Claro ejemplo de ello, sería lo ocurrido con especies de enorme interés económico con el jurel y la merluza, donde se han analizado sus estrategias de ocupación en el espacio durante el transcurso de varios años. De esta forma, los investigadores han podido establecer dónde están presentes y cómo están construidos sus cardúmenes. Como en el caso del jurel, una relevante línea de acción se relaciona con el estudio de la relación entre la presencia de una determinada especie y ciertas condiciones medioambientales y oceanográficas- su distribución espacial y temporal, su variación en el tiempo, en fin- efectuándose cuantificaciones directas de los recursos con distintos métodos como los monitoreos oceanográficos y ambientales, la línea de evaluaciones hidroacústicas y cuantificaciones de los stocks desovantes.
Investigaciones Universitarias
Cerca de 600 investigadores, entre los que se cuentan oceanógrafos e ingenieros pesqueros, trabajan actualmente desarrollando investigación pesquera en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. El director de la Escuela de Ciencias del Mar, Teófilo Melo, precisó que esta investigación es financiada a través de distintos recursos que provienen de la Ley de Donaciones y mediante proyectos concursables, tal como el mismo FIP. Entre los años 1993 y 2003 han participado en 40 proyectos, entre los que destacan aquellos vinculados con las especies pelágicas (jurel, sardina y anchoveta), y en otros como la reineta y el pez espada, y en programas con especies demersales (merluza común y merluza del sur). Melo destaca investigaciones relacionadas con la situación de los descartes y los denominados sub-reportes de pesca, donde han sido evaluados los índices de desempeño del sector completo, desde las capturas hasta los desembarques, procesamiento y comercialización de los recursos con el objeto de comprender el desempeño completo de cada recurso. En este estudio, en particular, se determinó que en el sector había una sub-utilización de algunas especies. Otro proyecto que menciona es el efectuado en el año 2002, vinculado con la selectividad de las artes de pesca de espinel empleados por la flota artesanal que opera sobre la merluza del sur en las X y XI Regiones. Se tomaron en cuenta factores como la voracidad del pez y tamaño de su boca, estableciéndose finalmente que definir un cierto espinel selectivo no tendría mayor relevancia para esta especie, dada su voracidad.
Melo también mencionó aquellas investigaciones relacionadas con los crustáceos como camarón nailon, langostino amarillo y colorado, como asimismo proyectos vinculados con la selectividad en la pesca de la langosta y centolla y dispositivos para reducir las faunas acompañantes.
Sobre la administración de los recursos que se destinan a la investigación, Melo señaló que si bien existen varios fondos a los que las universidades pueden optar, considera como un aspecto mejorable el que “actualmente los proyectos se encuentran muy delimitados y normados en sus aspectos metodológicos, y nosotros como universidad quedamos limitados en las metodologías a emplear. Ello, sin embargo, no nos resta independencia, sino que simplemente nos limita en nuestro accionar en el sentido de incorporar nuevas metodologías y tendencias a nuestras investigaciones.
En el caso de la Universidad Católica del Norte, el académico Enzo Acuña, menciona que desde el año 1994 han sido efectuados 27 proyectos donde han participado como ejecutores principales o acompañados por otras instituciones, donde el objeto de las investigaciones ha sido mayoritariamente los crustáceos, como también programas que consideran recursos bentónicos como el loco y la macha y programas que contribuyan al desarrollo de la pesca artesanal en la Zona Norte. Además, destaca que entre los años 1997 y 1998 se estudió intensamente la presencia y posibilidades para la pesca artesanal en las III y IV Regiones. Se establecieron cuáles eran los recursos presentes, aquellos que ofrecían mayores posibilidades, contribuyendo, asimismo a definir las áreas de manejo para el sector artesanal y en el establecimiento de áreas aptas para la acuicultura y en los registros de pesca artesanal. Finalmente, menciona el aporte efectuado al establecimiento de las áreas de reserva y los denominados parques marinos.
Con respecto al actual sistema de financiamiento para la investigación pesquera, Acuña precisó que si bien los fondos se encuentran perfectamente delimitados, “se le puede sacar un mayor partido. En el caso particular del FIP, es de la mayor relevancia lograr que el conocimiento que se ha generado, pueda ser transferido no sólo a los sectores productivos, sino que se pueda encontrar a disposición de la comunidad científica nacional. Mucha información queda guardada en los informes, puesto que se conocen los resultados de las investigaciones, pero no todo el universo de datos que se fue generando a lo largo del curso de la investigación. Por tanto, es necesario que haya una mayor divulgación en términos de publicaciones. El otro aspecto a mencionar, es que existe mucha información que se podría trabajar entre estudiantes tesistas, tanto de pre como de post-grado. En algunas investigaciones se obtienen muchos datos, y el uso que se hace de esos datos puede ser diverso, cumpliéndose de esta forma, un sinnúmero de objetivos”.
Para el académico de la Universidad de Concepción, Franklin Carrasco, la investigación en el ámbito pesquero resulta fundamental para lograr un correcto funcionamiento. Esta Universidad participa en una serie de proyectos a través de fondos concursables como el mismo FIP y fondos provenientes del Gobierno Regional. En particular, esta universidad ha desarrollado iniciativas relacionadas con la situación de la pesquería del jurel en la VIII Región y más allá de las 200 millas, como asimismo proyectos que pertenecen a otras pesquerías pelágicas como el desove de la anchoveta y sardina común entre la VII y X Regiones, estudios sobre la corvina en la Zona Centro Sur y respecto de la biología del pez espada, por mencionar algunos. De igual forma, se desarrolló un proyecto que analizó al recurso pulpo presente entre la X y XI Regiones.
Finalmente, el director del Instituto de Ecología y Biología Marina de la Universidad Austral, Carlos Moreno, manifiesta que esta institución ha desarrollado 21 proyectos por un valor de $783 millones, los que han considerado como temas, el manejo pesquero y los recursos bentónicos, proyectos del área ambiental y aquellos vinculados con la marea roja, para mencionar algunos. También han efectuado proyectos que se han orientado a la búsqueda de nuevos modelos de evaluación, los que han introducido nuevos factores para el análisis de pesquerías bentónicas. Este sería el caso de un modelo dinámico para el manejo del recurso loco en la X Región.
En el ámbito medio ambiental, Moreno precisa la necesidad de abrir nuevas líneas de investigación que consideren, por ejemplo, la definición de nuevos parques marinos y áreas de reserva entre la VIII y X Regiones, asociándolos con el rol que deben cumplir también como áreas de manejo definidas para sectores artesanales.
Conclusión
En resumen, se puede señalar que la investigación en el campo pesquero es de muy buena calidad, pudiendo compararse con la desarrollada por países desarrollados. Esta investigación cubre el campo de los recursos pesqueros así también como el tecnológico, lo que permite fijar políticas nacionales de administración y entregar productos finales de buena calidad y con costos competitivos a nivel internacional. Todo ello se traduce en el gran incremento que la industria pesquera ha registrado a nivel nacional e internacional, habiendo anotado un crecimiento en cincuenta años, que partió de una cifra de prácticamente cero a un nivel anual de exportación actual de US$ 2.200 millones.
Quiénes investigan en pesca y acuicultura
El FIP
El Fondo de Investigación Pesquera (FIP) fue creado a través de la modificación de la Ley General de Pesca y Acuicultura durante el año 1991. Su objetivo principal es el de cuantificar los recursos o biomasas de la pesca pelágica, demersal, bentónica, crustáceos, algas y especies acuícolas.
Funciona con el aporte económico de la industria privada, la que lo hace mediante el pago de las patentes pesqueras, habiéndose proyectado inversiones para el año 2004 por $2.100 millones y para el próximo año se proyectan invertir $ 4.000 millones. Este fondo genera entre 30 a 40 trabajos que dimensionan los distintos recursos y que sirven para aplicar las políticas pesqueras del Estado, a través de fijaciones de cuotas y vedas. Los trabajos se originan en las regiones y son evaluados y controlados hasta su conclusión por un consejo de ocho profesionales, quienes son encabezados por el Subsecretario de Pesca y por un representante de la Marina de Chile, que actúa como vicepresidente del FIP. Los trabajos que concursan por los fondos pertenecen a los departamentos de investigación de las distintas universidades, de institutos como el INPESCA, el IFOP, Fundación Chile y de empresas consultoras privadas.
El Fondef
El segundo de estos centros es el Fondef, organismo dependiente de Conicyt. Este organismo financia investigaciones relacionadas con aspectos tecnológicos en diversas áreas de la producción, entre las que se encuentran las del área pesquera.
Los trabajos presentados se originan, en general, en el sector privado en colaboración con algún centro de investigación universitaria. Estos dos sujetos de crédito presentan trabajos a una licitación pública y cuando son seleccionados por un consejo, se lleva a efecto mediante la supervisión del Fondef, quedando el resultado final de la investigación como propiedad de la universidad que ha ejecutado el trabajo, la que lo puede licitar o transferir al sector productivo.
El Fondef administra anualmente aproximadamente US$ 50 millones, de los cuales US$ 20 millones corresponden al sector pesquero, el que recibe cerca de unos 30 proyectos al año, de los cuales se aceptan aproximadamente 12. Estos fondos se complementan con el aporte del sector privado para cada proyecto.
La Corfo
Otro sector importante en el financiamiento de la investigación pesquera en Chile es la Corporación de Fomento de la Producción. Este organismo maneja dos líneas de financiamiento. La primera corresponde al Fomento de Desarrollo Tecnológico (FONTEC) y la otra, al Fondo de Desarrollo e Investigación, FDI. Ambos Fondos entregan el sector privado una suma cercana a los US$ 30 millones, correspondiendo US$ 15 millones a cada uno, de los cuales un 15% corresponden al campo pesquero, a los cuales debe agregarse el aporte del sector privado. Ambos fondos son administrados por un Consejo público y privado.
El Inpesca
El sector privado de la VIII Región ha conformado un Instituto de Investigación denominado INPESCA que cubre parcialmente las necesidades de esa Región y que coordina sus trabajos con las universidades y otros centros de investigación.
Universidades
Universidad Arturo Prat, Depto. de Ciencias del Mar
Universidad Austral de Chile, Facultad de Pesquerías y Oceanografía.
Universidad Católica de la Santísima Concepción, Facultad de Ingeniería.
Universidad Católica de Temuco, Depto. de Ciencias de la Acuicultura.
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Facultad de Recursos Naturales.
Universidad Católica del Norte, Facultad de Ciencias del Mar.
Universidad de Antofagasta, Facultad de Recursos del Mar.
Universidad de Concepción, Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas.
Universidad de los Lagos, Depto. de Acuicultura y Recursos Acuáticos.
Universidad de Magallanes, Escuela de Ciencias y Tecnologías en Recursos Agrícolas y Acuícolas.
Universidad de Valparaíso, Facultad de Ciencias del Mar.
Universidad del Mar, Escuela de Pequerías y Cultivos
Universidad Nacional Andrés Bello, Facultad de Recursos Naturales y Ecología.
Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Veterinarias.
Pontificia Universidad Católica de Chile, Facultad de Ciencias Biológicas.
Institutos
Instituto de Fomento Pesquero
Instituto de Investigación Pesquera, VIII Región
Instituto Tecnológico del Salmón
Fundación Chile
Centro de Estudios Pesqueros
Fuente: Revista Chile pesquero
Fecha: 17 de mayo
Periodista: no identificado
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