Publicado 29-11-2006
Tal como se ha presentado en artículos anteriores, el Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard, se basa en la idea de que los gerentes y ejecutivos tienen que ser capaces de evaluar a sus empresas desde al menos cuatro perspectivas: a partir de la mirada de los clientes, los procesos de negocios internos, la innovación y crecimiento, y una óptica financiera.
El Cuadro de Mando Integral proporciona a los gerentes una visión global de sus principales actividades, a través de la verificación constante de un conjunto de medidas, las que capturan el pulso de la empresa en unos pocos indicadores clave.
Por su parte, el Costeo Basado en Actividades (Activity Based Costing, ABC) como sistema de costeo mide los recursos que son usados por las distintas actividades desarrolladas por la empresa para, posteriormente, mediante dichas actividades, lograr producir los resultados que la empresa debe conseguir, esto es: bienes, servicios, entregas a clientes, etc.
El Costeo Basado en Actividades se puede aplicar a los principales procesos y actividades de una organización, así como también a toda la cadena de suministros. Uno de los sectores donde se ha utilizado ABC es en el de la manufactura, donde se reconoció, primeramente, la poca utilidad de los sistemas tradicionales de costeo.
El Costeo Basado en Actividades proporciona información valiosa para definir inductores sobre los cuales centrar la gestión en las empresas y, obviamente, encontrar los indicadores para determinados objetivos en particular. Así, mientras el ABC entrega datos importantes para el desarrollo de los procesos internos clave, el Balanced Scorecard ayuda a monitorear y gestionar la empresa, según lo establecido en la estrategia que se definió para esos procesos clave.
La integración de estas metodologías puede pensarse de la siguiente forma: Primero debemos conocer bien la misión; una segunda etapa consiste en que la empresa debe evaluar su posición interna y externa. Hecha esta definición, ya estamos en condiciones de cumplir con los mandatos establecidos en su misión. Finalmente, se desarrollarán las estrategias estableciendo aquellos objetivos que resultaron de la segunda etapa. Son estos objetivos los que el ABC complementa adecuadamente al Balanced Scorecard.
Así lo muestra la siguiente figura, en la que relacionamos ABC con Balanced Scorecard, siendo este último quien establece los desempeños requeridos, los cuales son monitoreados permanentemente para saber cómo se está cumpliendo la misión de la empresa. Todo esto se logra a través de medidas o indicadores de desempeño, los que fueron suministradas desde la estrategia mediante los inductores de desempeño esperado y la información más adecuada y real de los costos que es entregada directamente por ABC.
Por su parte, el sistema de costeo ABC entrega antecedentes analíticos y de soporte para la generación de estrategias acordes a los procesos y realidad de la empresa, para así hacerlos más efectivos.
La primera etapa en desarrollo para el proyecto FONDEF “Modelos y Herramientas para la Gestión en Salud”, en el que participo como directora alterna e investigadora, ha sido el análisis de los procesos, utilizando herramientas de simulación y costeo ABC, que son un insumo indispensable para generar modelos más integrados para una gestión de mayor efectividad y eficiencia de las instituciones de salud. El análisis acabado de los procesos y su dimensión económica permitirá a las clínicas y hospitales no sólo conocer y gestionar su realidad inmediata, sino que proyectarse al futuro de manera más confiada y exitosa.
Fuente: CL.ESTRATEGIA
Fecha: 29/NOV/2006
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