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Sistema transforma el rostro humano en un verdadero “tag”

Publicado 20-05-2009

20 de Mayo. En la Universidad de Chile crearon un software que identifica las caras de las personas sin necesidad de que se detengan. Así, puede alertar si alguien no es de fiar. Y dar la alarma. Fuente: El Mercurio

 

Nicolás Luco Rojas

 

“Una caricatura no sirve para reconocer un rostro”, dice Claudio Pérez, investigador de la Universidad de Chile. Por $240 millones, él y su equipo generaron un sistema de “tags”, no para vehículos, sino para rostros. Reconoce las caras en movimiento y las identifica, les pone nombre. Incluso, si llevan anteojos.

 

Son tres las etapas: el sistema, conectado a una cámara, sabe cuándo está viendo rostros; lo que no es sencillo. Podría estar viendo sombreros, hojas, perros, carteras. Luego se ancla en los ojos. Y desde ahí toma ¡miles de medidas! para producir la identificación.

 

Podrían alimentarlo con la imagen de Osama Bin Laden, por ejemplo, y si el líder Al Qaeda pasa frente a la cámara, sonará la alarma.

 

Es fácil identificar rostros en fotos estáticas, dice Claudio Pérez. Lo duro es seguirlos mientras se desplazan. Con esto Chile se instala a la cabeza de quienes pueden lograrlo.

 

Seguridad mundial

 

NEC, la empresa japonesa que apoyó la investigación, está feliz. Ahora podrán perfeccionar sus sistemas de identificación biométrica. Esperan tener éxito en Chile, extender el sistema al Cono Sur y, eventualmente, seducir al mundo desde Japón, dice su gerente Sebastian Grove.

 

El Metro, la otra entidad que colaboró, tiene 850 cámaras de seguridad en acción. “Pero pensamos expandir sustancialmente esa cantidad”, dice Conrad Ziebold. El metro de Londres tiene 12 mil cámaras; el de París, 6 mil; el de Madrid, 4 mil. Con este sistema podrían aumentar, por ejemplo, la seguridad del tren subterráneo.

 

Claudio Pérez compara la velocidad de respuesta del software chileno con otros que se han desarrollado en el mundo. Éstos últimos fallan repetidamente. El de Chile, funciona siempre.

 

El científico dice que su equipo está en la avanzada. La mayoría de las aplicaciones de reconocimiento (un 28,4%) opera con la huella digital, pero el que utiliza el rostro ya avanza (un 11,4% lo usa); el chileno tiene la ventaja que el sujeto no necesita acercarse. Puede ser identificado incluso contra su voluntad. Además, puede seguir a una misma persona a medida que se desplaza de cámara en cámara.

 

Siete estudiantes de posgrado participaron en el equipo. Y ahora, “¿Quién genera las condiciones para que focalicen su talento en el país?”, preguntó el decano de Ciencias Físicas y Matemáticas, Francisco Brieva. “Somos capaces de levantar recursos del más alto talento, pero no se refleja en hacer avanzar el país en las fronteras más duras y más tecnológicas”, se quejó.

 

Ahora quieren crear aplicaciones prácticas: idear el primer software que reconoce rostros a la vez que identifica a una persona por su iris; incluso pueden adaptar el algoritmo para que distinga distintos tipos de roca o madera y, así, darle usos en la industria nacional.

 

Reconoce a los empleados por su voz

 

Mediante un sistema telefónico, el programa Victoria identifica la voz de los trabajadores que llegan y se van, reemplazando a la clásica “marcación de tarjeta”.

 

“A veces tratan de imitar la voz de otros, o echan garabatos a la operadora, lo que causa bastante risa”, cuenta Patricia Quiero, encargada de administrar el programa Victoria, un software diseñado por Atcom Telecomunicaciones.

 

Para notificar la hora de entrada y salida, el funcionario llama desde una línea telefónica previamente registrada, dice su nombre, y el sistema automáticamente reconoce su voz. Antes debió grabarla para generar su “huella de voz”, es decir, identificar los patrones de entonación y dicción que la hacen única. Una base de datos registra todo: hora de llegada, salida y teléfono desde el cual llamó. Victoria también puede registrar los turnos de trabajo, horas extras, permisos y días festivos, además de contabilizar las horas laborales de cada trabajador.

 

Caras conocidas en su casa

 

Programas como el iPhoto (de Apple), identifican y clasifican las imágenes según las personas que aparecen en ella. Lo que hace es identificar los rostros en una imagen, el usuario le asigna un nombre y, luego, el software rastrea las fotos donde ese rostro vuelve a aparecer.

 

Las cámaras de fotos digitales también identifican rostros, incluso, algunos modelos de Cybershot, de Sony, pueden captar patrones que le permiten obtener la instantánea justo cuando la persona esboza una sonrisa.

 

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