Publicado 12-07-2010
Julio 2010. Uno de los objetivos del Programa para la Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACH) es apoyar el desarrollo de programas integrados del bacalao de profundidad y la merluza austral. Reproducimos un artículo que dimensiona el estado de esta especie, de alto interés comercial, debido al elevado precio que logra en los mercados. Fuente: Mundo Acuícola
El bacalao de profundidad es una especie de alto interés comercial debido al elevado precio que logra en los mercados, llegando a tener un valor de US$25/kg., durante los últimos años. Sin embargo, esta especie es de lento crecimiento y su madurez sexual ocurre alrededor de los 10 años de edad, por lo que su reproducción no es un tema sencillo, más si se considera la demanda de la pesquería nacional e internacional y los depredadores. Este pez de aguas sur antárticas habita también en las costas de Chile y es precisamente en nuestro país donde han comenzado los primeros esfuerzos a nivel mundial por lograr cultivar esta especie.
El bacalao de profundidad, Dissostichus eleginoides es una especie dioica con dimorfismo sexual, que habita en las aguas frías del océano en el área subantártica, distribuyéndose (más allá de los) hasta los 2.500 metros de profundidad. Se agrupa en forma de cardúmenes, por lo general separados por sexo y talla. Según registros del Instituto de Fomento Pesquero de Chile IFOP, es una especie longeva que llega a vivir 50 años, se caracteriza por poseer bajas tasas de fecundidad, baja mortalidad natural. Los machos alcanzan la madurez sexual de 1 a 3 años antes que la hembras y ocurre cuando éstos alcanzan entre 72-90 cm. (7 a 11 años). Las hembras, en cambio, tienen entre 90 y 110 cm. con 9 a 12 años de edad. Esto, junto a la gran demanda de la pesquería, hace que esta especie sea muy vulnerable, ya que además de las capturas, los peces también deben evadir a los depredadores durante muchos años antes de poder reproducirse.
La pesca extractiva de Dissostichus eleginoides se realiza con fines comerciales desde los años 70. Debido a su gran demanda en los mercados y a su alto valor comercial, hoy el bacalao se ha convertido en una especie de mucho interés económico. La pesca de esta especie se encuentra regulada por cuotas de captura asignadas una vez por año,
El recurso es objeto de una importante pesquería nacional al sur del paralelo 47° L.S., extracción que comenzó en septiembre de 1991, en el marco del desarrollo de la pesca de investigación, destinada a estimar la abundancia del recurso, la cual se extendió hasta junio de 1992. A partir de 1993, comenzaron a licitarse cuotas anuales de capturas.
De acuerdo a registros de Sernapesca, el desembarque total de bacalao en Chile se ha mantenido durante los últimos cinco años en un promedio de 5.600 T. El mercado principal es Estados Unidos, donde es comercializado en forma de fresco-enfriado bajo el nombre comercial de “Chilean seabass”, mientras que en Japón se comercializa como “Mero” y en Europa como “Patagonian toothfish”. Sus valores son muy atractivos y han fluctuado entre los US$14/kg hasta US$25/kg, durante los últimos cuatro años. Estas cifras económicas, más la posibilidad de diversificar la acuicultura en Chile, fueron las principales razones para incentivar el desarrollo de tecnología de producción en cautiverio de esta especie a través del proyecto FONDEF D06i 1077 “Desarrollo del cultivo del bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides)”, iniciativa que está encabezando la Corporación de Educación La Araucana. También participan en este proyecto las empresas Atlantech Chile, Pacific Chile, Pesquera Landes y Skysal.
Bacalao de profundidad en cautiverio
Cultivar el bacalao de profundidad en Chile es todo un desafío, tanto a nivel nacional como internacional. Actualmente, en nuestro país se está realizando el primer proyecto dedicado a desarrollar técnicas de cultivo para D. eleginoides, lo que es más interesante si se considera que ésta es la primera iniciativa en el mundo. El proyecto “Desarrollo de técnicas de cultivo de bacalao de profundidad a partir de peces silvestres capturados del medio” lo desarrolla la Corporación de Educación La Araucana, cuyo centro operacional se encuentra en el sector de Chinquihue, en la Región de Los Lagos; lugar hasta donde nos trasladamos para ver en terreno los peces en cautiverio, los avances del proyecto y en el desarrollo de la tecnología de cultivo.
La iniciativa comenzó con la captura de los primeros ejemplares de D. eleginoides en la zona costera de la X Región, desde Maullín a Cucao, los que llegaron hasta esta unidad experimental a principios de 2009, los que fueron destinados a estanques disponibles en instalaciones de fundación Chinquihue en Quillaipe, en el marco de un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones. Alberto Reyes, director del proyecto, explicó a Mundo Acuícola el gran desafío que significó capturar los ejemplares del medio ya que los ejemplares capturados se encontraban entre 850 m. y 1200 m. de profundidad. “Probamos y comparamos diferentes diseños de trampas, con resultados bastante limitados al principio. Hubo un largo y costoso periodo de aprendizaje y ajuste de procedimientos, hasta que logramos tener los primeros peces vivos en tierra. Las principales dificultades eran la variación de temperatura y efectos de la descompresión, por lo que tuvimos que ir modificando las técnicas de pesca y la velocidad de captura”, indicó Reyes.
Así, capturar peces vivos y en buenas condiciones no fue una tarea fácil. Probaron con distintas artes de pesca, tales como espinel y trampas de fondo. Éstas últimas también sufrieron modificaciones y adaptaciones a medida que se hacía necesario, ya que los investigadores no lograban los resultados deseados. Inicialmente, probaron con trampas de fierro de 1,60 m., cubiertas con malla de 2 pulgadas de abertura y con túneles de entrada laterales. No obstante, consideraron que estos resultados no eran satisfactorios, por lo que modificaron el diseño y probaron además con una variedad de carnada para atraer a los peces. “Utilizamos distintos tipos de carnada. La verdad es que no hay una especial, utilizamos cabezas de pescado (subproductos de salmón, merluza, congrio, sardinas y ocasionalmente jibia) y nos hemos dado cuenta que la combinación de carnadas es lo que funciona mejor”, indicó el director de proyecto.
Como este desafío es el primero a nivel mundial, los investigadores tuvieron que ir desarrollando técnicas de captura y mantenimiento de peces vivos a partir de sus propias experiencias. Se debió partir desde cero, con varios intentos fallidos iniciales, hasta lograr capturas y sobrevivencias exitosas. Según relata el director de proyecto, “la manipulación a bordo es muy importante, ideamos técnicas para el traslado y el año 2009 hicimos cinco viajes, de los cuales los primeros tres fueron fallidos. Primero aprendimos la mejor forma de captura, después a mantenerlos vivos en cubierta y, luego, superamos la llegada a tierra con peces vivos. Estos resultados positivos permiten que hoy en día aún mantengamos los peces en estanques”.
Alberto Reyes agregó que “este año repetimos nuestros procedimientos mejorados, que sin ser óptimos, llegamos con ellos al 80% de sobrevivencia, lo que es efectivo. El problema que tenemos ahora son los depredadores. Nos atacan manadas de lobos que causan muerte y lesiones a los peces, lo que se suma a la mortalidad por descompresión, pero así y todo, el 80% sobrevive”.
Después de lograr la supervivencia del 80% de la captura y llegar con peces vivos a tierra, éstos son dispuestos en estanques de cultivo con recirculación de agua. Los estanques, que fueron especialmente diseñados para este tipo de especies de peces marinos, son circulares, de 30 metros cúbicos y 4 metros de diámetros. Una de las características de estas estructuras es su oscuridad al interior, además de una altura de 2,5 m. de la columna de agua, la que se mantiene a baja temperatura. Así, para albergar a los peces que llegan del océano, se pretende mantener las condiciones más parecidas al ambiente natural. Sin embargo, el 35% de ellos muere dentro de los primeros 25 días, luego de llegar a los estanques en tierra, lo que según Alberto Reyes, se ha transformado en una tendencia frecuente. El director señala que “la mortalidad disminuye considerablemente transcurridos 30 días, pero notamos que les cuesta recuperarse y vemos a los peces con poca movilidad y falta de apetito. Lo que necesitamos seguir perfeccionando no es lograr más peces en cada lance, sino trabajar en recobrar prontamente su vitalidad”, señaló.
Resultados alentadores
Actualmente, y gracias al esfuerzo realizado anteriormente, los peces se desarrollan en perfectas condiciones e incluso más de lo que crecen en su ambiente natural, según las comparaciones que ha realizado Alberto Reyes y su equipo de trabajo, a través de datos de crecimiento y estimaciones para la pesquería del recurso. Los resultados cada vez son más alentadores, considerando que los ejemplares capturados durante el 2010, se adaptan con mayor rapidez a las condiciones de cautiverio que los primeros peces. El objetivo de esto, explica Reyes, es mantener estos peces vivos y convertirlos en futuros reproductores. “Sentimos que hemos logrado generar evidencias técnicas que permiten decir que es posible capturar peces vivos desde esa profundidad y mantenerlos vivos. Lo que viene ahora es la etapa de reproducción ya que nadie ha cultivado esta especie. Pero tenemos antecedentes de reproducción, según estudios pesqueros, y sabemos que no basta con otorgarles las mejores condiciones, sino que influye el ambiente en general. Éste es nuestro próximo desafío, que consiste en lograr desoves e iniciar incubaciones para poder tener cultivos larvarios”.
A los peces se les brinda alimento húmedo formulado en base a premix para reproductores de peces marinos, al que se le adicionan aceites y proteínas. Adicionalmente, se alimentan con producto fresco. “Actualmente nuestra meta en este momento no es lograr tasas de crecimiento espectaculares sino que lograr peces robustos en condiciones de enfrentar un evento reproductivo este año”, finalizó Reyes.
Motivación del proyecto
“El tema parte por la diversificación de la acuicultura y la necesidad de impulsar el desarrollo de cultivo de otras especies. En la búsqueda de un perfil propio y distintivo de la carrera de acuicultura, visualizamos la conveniencia de no ser un repetidor de contenidos de libros de acuicultura o de lo que hacen los demás, y optamos por generar conocimiento propio, de primera mano, y así nace la idea de incursionar en proyectos de diversificación y desarrollo.
Dentro del espectro de alternativas posibles nos decidimos por esta atractiva especie. Lo más importante ha sido esta suerte de hacer converger las cosas, por un lado, Chile está participando activamente en la pesquería del bacalao de profundidad, la especie tiene mercado y alto valor comercial”, indica el director de proyecto Alberto Reyes.
Ventajas de Chile para desarrollar este cultivo
“Tenemos una posición privilegiada. Para nuestra suerte, toda la costa chilena es fría, por lo que esta especie se encuentra no sólo en las zonas sur antárticas, sino que más al norte también. Esto nos permite tener acceso a capturar peces vivos, para trasladarlos a estanques en tierra con mayor facilidad que otros países.
Chile participa de la pesca e incluso en aguas internacionales. Para esto se manejan cuotas, es una pesquería regulada con cuotas estrictas y dada la gran demanda que tiene hay pesca ilegal o amenazas de esto, de modo que emprender el desafió de esta especie es una tremenda oportunidad para el país, porque Chile ya es parte del negocio, tiene mercado y principalmente porque Chile tiene toda la experiencia como país acuicultor”, sostiene Reyes.
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