Publicado 12-10-2010
Octubre, 2010. Desde el 2003, el investigador de la Universidad de Concepción (UdeC), Eduardo Tarifeño, ha estado estudiando el origen del choro araucano, un nuevo mitílido descubierto en Chile y que es diferente al ya conocido chorito chileno (Mytilus chilensis), choro zapato (Choromytilus chorus) y cholga (Aulacomya ater). Fuente: Aqua
Esta nueva especie presentaría hasta el momento buenas expectativas de cultivo, lo que ha sido motivo de alegría para algunos, pero de preocupación para otros, como la Asociación de Cultivadores de Moluscos de Calbuco A.G., que ha manifestado sus aprensiones sobre el tema y ha alertado a la comunidad acuícola sobre los potenciales efectos que podría tener la reproducción de esta especie en la zona sur del país. Específicamente, ante la posibilidad que se cultiven ambas especies -chorito chileno y choro araucano- en las mismas áreas.
AQUA.cl conversó con el académico de la UdeC para conocer con mayor profundidad los alcances de sus investigaciones y el futuro que presenta este producto para la industria acuícola nacional.
Tarifeño explicó que actualmente el choro araucano, que corresponde a la especie conocida científicamente como Mytilus galloprovincialis -mismo nombre científico del mejillón gallego-, aún no es producido a escala comercial en Chile; esto, a pesar de sus excelentes condiciones para el cultivo masivo, como su rápido crecimiento, rendimientos de carnes mayores a un 20% en plantas, tecnología conocida para su cultivo, mercados mundiales establecidos y con demanda insatisfecha.
El proyecto Fondef “Cultivo de un nuevo recurso marinos: el Choro araucano (Mytilus sp.)” finalizado en el 2006 y que fuera dirigido por Tarifeño, demostró definitivamente su presencia en Chile, desde Punta Arenas (Región de Magallanes) hasta Bahía de Coliumo (Región del Biobío). Los investigadores de la UdeC lo encontraron fijado en los sistemas de cultivos experimentales de choro zapato, motivo por el cual se le confundía con esta especie y pasaba desapercibido hasta que realizaron los estudios que evidenciaron que correspondía al Mytilus galloprovincialis.
Considerando las bondades del choro araucano, ¿hay interés por producirlo en Chile?
Conocemos del interés de algunas empresas mitilicultoras por probar su cultivo, pero hay problemas con el abastecimiento de semillas para iniciar los cultivos comerciales debido a que no se conoce la ubicación de bancos naturales que podrían funcionar como centros semilleros. La única alternativa por el momento, es producir semillas en un criadero o hatchery.
Específicamente ustedes, como casa de estudios, ¿qué proyectos se encuentran realizando en este tema?
En nuestros proyectos realizamos producción pilotos de semillas (entre 8 millones y 10 millones) en el hatchery que la Universidad de Concepción tenía en Dichato (Región del Biobío), con las cuales hicimos pruebas de crecimiento engorda y rendimientos en nuestra concesión de acuicultura y también entregamos semillas a dos pequeños mitilicultores de Llico y Coliumo (Región del Biobío) en enero del 2009 para que hicieran pruebas de cultivos en sus concesiones de acuicultura. Estaba planificado hacer las cosechas en marzo de este año para evaluar las tasas de crecimiento y los rendimientos en carne que en los análisis preliminares indicaban muy buenas perspectivas. Desgraciadamente, el maremoto del 27/F destruyó todos los sistemas de cultivos y se perdieron todos los mejillones que estaban a punto de ser cosechados.
¿Fueron estas experiencias conocidas por otros productores?
Sí. Las experiencias piloto fueron conocidas por otros grupos de pescadores artesanales de la Región del Biobío que manifestaron su interés de introducir el cultivo del choro araucano en sus áreas de manejo o concesiones de acuicultura. Lamentablemente, la destrucción total delhatchery de Dichato nos impide por ahora poder abastecer a estos pescadores con semillas de este mejillón.
¿Tiene esta especie futuro en términos comerciales?
Si tomamos en cuenta que el choro araucano corresponde científicamente a la especie del Mytilus galloprovincialis, conocida mundialmente como “mejillón gallego” o del “mediterráneo” que es un producto con alta demanda en los mercados internacionales, su potencial cultivo en Chile podría ser una excelente oportunidad de diversificar nuestra mitilicultura centrada hasta la fecha sólo en el cultivo del chorito chileno que corresponde a la especie Mytilus chilensis. Pero, por el momento, la mitilicultura nacional está pasando por un periodo problemático debido a los bajos precios de este mejillón en los mercados mundiales, como consecuencia de la crisis económica mundial. La producción de chorito chileno llegó a unas 170 mil t en el 2009, con proyecciones de llegar a las 300 mil t en el 2010, pero aún hay producción que está en el agua debido a la baja demanda por las plantas procesadoras.
Los productores nacionales hacen grandes esfuerzos para mantener abierto el mercado del chorito chileno que compite en los mercados internacionales con el mejillón gallego y es posible que cuando la situación económica mundial se estabilice, los mercados mundiales de los mejillones nuevamente retomen el ritmo de crecimiento sostenido que mostraban hasta el 2008.
Si se iniciara la producción a nivel comercial del choro araucano, ¿cuál es el panorama que se vislumbra para este producto?
Nuestros estudios demostraron la total factibilidad de cultivar choro araucano usando las mismas tecnologías de cultivo y de procesamiento que se aplican en el chorito chileno, con la diferencia que el primero tiene mejores tasas de crecimiento, lo cual acorta el tiempo de cultivo y mejora los rendimientos en la fase de procesamiento. En estos momentos, hay preocupación entre los mitilicultores nacionales por los bajos rendimientos que han mostrado las cosechas de chorito chileno durante el 2008 y el 2009, es decir, los moluscos no engordan lo suficiente para ser cosechados y aún se desconoce las causas de este fenómeno. Algunos dicen que se debe a la baja producción de fitoplancton o microalgas (que sirven de alimento) que se ha observado en los mares interiores del sur de Chile (regiones de Los Lagos a la de Magallanes), pero también podría ser por la sobrecarga de los ecosistemas marinos debido a la gran cantidad de centros de mitilicultura que se instalaron en los últimos años.
Varios mitilicultores han mostrado su preocupación ante la posibilidad que se cultiven ambas especies -chorito chileno y choro araucano- en las mismas áreas, ¿qué solución propone para ello?
Es cierto que hay preocupación válida de muchos mitilicultores del potencial impacto que podría ocurrir en los centros de cultivo del chorito chileno, si el cultivo de ambas especies se realiza en las mismas áreas, existiendo razones ecológicas que sugieren separar espacialmente estos cultivos. Por ello, se deben definir los lugares más aptos para desarrollar el cultivo del choro araucano.
Como el cultivo del chorito chileno está bien consolidado desde Chiloé (Región de Los Lagos) al Estrecho de Magallanes (Región de Magallanes), el cultivo del choro araucano podría ser implementado desde el Golfo de Arauco (Región del Biobío) que parece ser el principal punto de distribución hacia el norte, incluyendo Coquimbo (Región de Coquimbo) y Mejillones (Región de Antofagasta). Nuestros estudios indican que el choro araucano se adapta mejor a temperaturas más cálidas que las de Chiloé, es decir, sobre los 15º C. Como no existen bancos naturales de chorito chileno al norte de la Región de la Araucanía, aun cuando hay información científica que así lo expresa por equivocación en la identificación de la especie, hay una gran extensión de costas donde se podría implementar los cultivos de choro araucano.
¿Cuál es la actualidad de los bancos semilleros?
Evidentemente, el tema más crítico para iniciar los cultivos comerciales del choro araucano es la carencia de bancos semilleros naturales que permitan hacer las captaciones de semillas necesarias para las fases de crecimiento y engorda. Por el momento, la única alternativa posible es la producción de semillas en hatchery, pero ello tiene un alto costo que afecta la rentabilidad de la cadena de producción. Nuestros estudios demostraron la total factibilidad técnica y biológica de producción de semillas utilizando dicho sistema, pero para hacerla rentable hay que escalar la producción a niveles muchos más masivos que el de un hatchery experimental como era el que teníamos en Dichato.
El proyecto Fondef que ustedes presentaron arrojó varios resultados. En resumen, ¿cuáles fueron los más relevantes?
A través de nuestros estudios en el Proyecto Fondef D03I-1095 verificamos con las modernas técnicas de la biología molecular que el choro araucano correspondía, sin lugar a dudas, a la especie Mytilus galloprovincialis, que hasta esa fecha no había sido citada específicamente para el Pacífico Sur Oriental, sino que en la literatura científica había sólo referencias de marcadores moleculares del mejillón gallego entre poblaciones del chorito chileno, pero sin afirmar con claridad su presencia en las costas chilenas.
Por otra parte, nuestros cultivos experimentales demostraron la posibilidad técnica y biológica de hacer su cultivo en Chile y sus excelentes condiciones de crecimiento y engorda que cumplen con los exigentes estándares internacionales para este tipo de producto marino.
Otro aporte relevante de nuestros estudios fue demostrar la posibilidad concreta de producir semillas del Mytilus galloprovincialis bajo condiciones controladas, es decir, en un hatchery o criadero. En este punto, fuimos innovadores, dado que los propios investigadores y mitilicultores españoles que dominan el mercado mundial de este mejillón y que lo cultivan por 40 años, reconocieron en el 2008 que ellos no se habían preocupado de este tema, dado que toda su producción está sustentada por captaciones naturales, tal como ocurre con el chorito chileno. Por esta razón, y por los estudios genéticos que realizamos para identificar la especie, se nos concedió el premio al Mejor Póster en el XI Foro de Recursos Marinos y Acuicultura de Galicia, realizado en Vigo (España) en octubre del 2008, al cual fuimos invitados a presentar nuestros resultados.
Estamos convencidos de que cuando la situación del mercado de los mejillones recupere los niveles que tenía antes de la crisis económica mundial, el cultivo del choro araucano en Chile será una excelente oportunidad para la diversificación y crecimiento de la mitilicultura nacional, junto con promover esta actividad productiva en áreas costeras que hoy están disponibles.
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