Publicado 09-09-2011
Septiembre, 2011. Estudiarán en terreno historial de terremotos para saber cómo será el megasismo que se espera en la zona. Fuente: La Tercera
POR CARLOS PÉREZ ESCOBAR
Aunque los terremotos han sido habituales a lo largo de nuestra historia, sólo cuando ocurren grandes eventos la población y las autoridades toman conciencia de la importancia de estar preparados para enfrentarlos.
Como todo apunta a que el próximo gran sismo ocurrirá en el norte del país, un grupo de expertos chilenos -liderados por el geofísico de la UC Gonzalo Yáñez- está trabajando en la creación del primer mapa de amenaza sísmica para las ciudades de Arica, Iquique y Antofagasta, ubicadas en la “laguna sísmica” del Norte Grande del país.
No se trata de un atlas de papel, sino de un sistema computacional de información geográfica (GIS), que incluirá información digital, cualitativa y cuantitativa en formato análogo a Google Earth. La idea es subir el GIS a internet para convertirlo en un sitio web abierto que permita agregar nuevos datos a medida que se vayan generando.
La iniciativa, que recibió 350 millones de pesos del Fondef, se ejecutará durante los próximos tres años y, según Yáñez, tiene por fin fortalecer las condiciones del Norte Grande de cara al gran terremoto que se espera para la región en los próximos años, pronosticando sobre datos científicos cuál será la capacidad de respuesta de edificios, puentes y caminos. No es todo: también busca arrojar un informe con sugerencias para la actualización de las normas sísmicas de la zona, que datan del terremoto de Santiago en 1985 y son iguales para todo el país.
Terremotos prehistóricos
La primera parte del proyecto consistirá en hacer un catastro completo sobre lo que pasó, a nivel de estructuras, el 27 de febrero de 2010. “Cómo se movió el terreno, cómo respondieron las estructuras y cómo debieron haberlo hecho. En base a eso pensaremos la primera parte de las modificaciones que serán necesarias para una nueva norma sísmica en el país”.
La segunda fase, la más larga y compleja, se llevará a cabo en el norte y estará a cargo de paleosismólogos, que estudiarán los grandes terremotos prehistóricos (superiores a seis grados) ocurridos en el pasado a través de las huellas dejadas en las capas de sedimentos.
Los paleosismólogos que se trasladarán a la zona realizarán estudios geológicos para descifrar cuándo, dónde y con qué potencia y frecuencia se desarrollaron los terremotos en estos sitios. “Se piensa que va a haber uno de 8,8 en la zona, pero no se sabe cuándo, porque no hay registros históricos de su frecuencia en la región y eso es lo que sabremos con el trabajo de los geólogos”, explica Yáñez. Para eso, los especialistas revisarán las remociones de prueba acumuladas en las quebradas costeras de la región para, después de analizarlas, conocer con qué ubicación, tamaño y recurrencia ocurrieron los sismos hace 1.000 o 5.000 años.
Con los resultados, los ingenieros llevarán a cabo la tercera y última parte del proyecto: ir a las ciudades para analizar cómo los sismos tipo (recreados en base al informe históricos de los geólogos) las afectarán. Este análisis lo realizarán sobre edificios estatales, caminos y puentes, según un examen al tipo de suelo, la manera en que deberían llegar las ondas del potencial terremoto a los lugares y el tipo de construcciones. “Tras ese proceso el equipo emitirá las sugerencias de modificación a las normas de diseño de ciudades como Antofagasta, Iquique y Arica”, dice Yáñez. La idea es que las autoridades tomen buenas decisiones de intervención o construcción según el riesgo sísmico específico de cada lugar.
Las conclusiones estarán en tres años. “Luego esperamos realizar el mismo ejercicio en otras zonas, de manera de tener todo el país preparado para futuros sismos”, dice el investigador.
El proyecto contará con la participación de un equipo interdisciplinario de expertos de varias universidades nacionales (ver recuadro), además, del aporte logístico de los ministerios de Obras Públicas y Vivienda, avaluado en 120 millones de pesos.
Red de colaboraciones
Aunque el equipo es conducido por Ingeniería UC, el proyecto cuenta con el aporte multidisciplinario de especialistas de las principales universidades del país: Jaime Campos, Sofía Rebolledo y Sergio Sepúlveda, de la U. de Chile; Andrés Tassara, de la U. de Concepción; Gabriel González, de la U. Católica del Norte, y Felipe Leyton, de la U. Diego Portales. También, debido a los vínculos de algunos investigadores, están colaborando el Instituto Tecnológico de Tokio (TIT) y otros centros de investigación de EE.UU., Francia y Alemania.
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