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Investigadores del CIHDE aprenden de arqueólogo argentino la metodología para entender a antiguos habitantes del desierto

Publicado 24-04-2013

Una nueva metodología arqueológica que permitirá comprender mejor la vida de los antiguos habitantes del Desierto de Atacama recibieron los profesionales del Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto, proyecto del Programa Regional de CONICYT, CIHDE, que participaron en el taller dictado por el arqueólogo argentino Dr. Salomón Hocsman.

La implementación de este sistema permitirá establecer criterios comunes, comparar realidades y elaborar publicaciones internacionales, que según dicen los expertos, abrirá un mundo nuevo en lo que respecta al material lítico, al poder identificar procesos de manufactura y usos antes no visualizados, desarrollando una amplitud de mirada que antes estaba un tanto restringida.

En el taller, Hocsman, doctor en ciencias naturales, enseñó cómo por medio de artefactos líticos (piedra) como puntas de proyectil y otros, se pueden entender de mejor manera la forma de vida y particularidades que encaraban nuestros antepasados desde hace 11 mil años, en esta parte del globo terráqueo.

El trasandino ha podido realizar algunas aproximaciones con los vestigios que existen en la zona, dando una visión al respecto, pero explicando que falta mucho por hacer. Por lo anterior, este trabajo cobra gran valor con miras a comparar realidades de los primeros pobladores del cono sur.

“Hay aspectos similares, por ejemplo tenemos puntas de proyectiles triangulares que son similares entre lo que sería el Salar de Atacama y la Puna Argentina, pero se sabe muy poco. La idea es realizar comparaciones en ambas vertientes de los Andes incorporando investigadores, para eso hacemos estos talleres”, explicó.

Por otra parte, el aplicar en el futuro esta metodología en las investigaciones de campo, laboratorio y en las colecciones nacionales permitirá comparar los resultados que tienen los expertos que trabajan con Hocsman en Argentina, pero además en Uruguay, donde también se aplica este método creando así una corriente de conocimiento en común de escala internacional.

“El proyecto implica trabajos en conjunto, publicaciones y presentar proyectos de cooperación binacional, además estamos generando convenios marco entre universidades de ambos países, y aprovechar el convenio entre el CIHDE y la Universidad Nacional de Tucumán. Eso refleja las intenciones de trabajar en conjunto”.

NUEVA FORMA DE PENSAR

En el taller estuvieron presentes Paula Ugalde y Daniela Osorio, investigadoras del CIHDE, quienes narraron la experiencia y detallaron qué significa para su quehacer el aprender y aplicar la forma de trabajo de Hocsman.

Ugalde detalló que ha sido importante, porque contribuye de manera significativa a su formación profesional, por la meticulosidad, pero además de eso, por la posibilidad de comparaciones entre distintas áreas.

“Este trabajo será súper importante, porque vamos a analizar una secuencia cronológica de todo el arcaico, 8 mil años, desde casi los primeros poblamientos hasta que las sociedades humanas del área andina cambiaron a un estilo de vida más sedentario, con agricultura y cerámica; con todos estos cambios que se llaman neolíticos. Toda esa secuencia hasta ahora está analizada con metodologías un tanto obsoletas o que tienen muchos vacíos, por ejemplo sólo están analizadas las puntas de proyectil. Si logramos tener toda esa secuencia se facilitará mucho el trabajo en campo y en laboratorio”, explicó.

En tanto, Osorio señaló que esto permitirá acercarse más a la reconstrucción de cómo vivían los antiguos pobladores de esta parte del país y del continente, a partir de los artefactos analizados desde esta otra mirada.

“Los líticos se asocian a interpretaciones más duras, a veces alejada de las personas, pero esto es una nueva mirada a los instrumentos, lo que permite llegar a lo que los arqueólogos buscamos, acercarnos a cómo funcionaba la sociedad en términos generales. Esto permitirá determinar cómo se utilizó el artefacto y cuál es su historia de vida, desde que se elaboró y cómo se utilizó, si se recicló o no, si tuvo otras funciones, si fue utilizada por ejemplo por una persona diestra o zurda y generar comparaciones y análisis que son replicables”, dijo.

El coordinador de línea, el arqueólogo Calogero Santoro, valoró la llegada de Hocsman y que las profesionales del CIHDE, Ugalde y Osorio, además de él, puedan participar y ampliar su horizonte para poder obtener más y mejor información de los vestigios, pero ya planificando y proyectando a escala internacional.

“Los arqueólogos argentinos nos llevan la delantera en el estudio de materiales líticos, por lo tanto, aprender de ellos la metodología para analizar me parece súper importante, no sólo para entender nuestra colección, sino para establecer comparaciones entre la vertiente oriental y occidental de Los Andes. Esta es una manera de afrontar algo propio local desde una mirada supraregional”.

Además, agregó que: “Uno de los desafíos del CIHDE es conseguir que investigadores y profesionales se vayan perfeccionando en temáticas del Centro, y lo anterior es un ejemplo claro. Que venga gente de afuera y vea la capacidad instalada ayuda a promover el CIHDE”.

La actividad se desarrolló gracias a la obtención de fondos del proyecto de atracción de capital humano avanzado, Modalidad Estancias Cortas 2012 (MEC), de CONICYT, desarrollado por Marcela Sepúlveda, de la Universidad de Tarapacá, quien destacó la labor que se hace para formar mejores investigadores.

 

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