Publicado 31-07-2013
Está analizando plantas autóctonas micorrizables que viven bajo condiciones de estrés abiótico en los distintos pisos ecológicos de la región de Tarapacá.
Realizar un aporte significativo a la agricultura que se desarrolla en las zonas áridas e innovar en el conocimiento de las plantas micorrizadas de la región es la motivación del agrónomo y científico del CIDERH, Christian Santander, quien junto al Doctor e investigador del Centro, Jorge Olave, y al especialista Pablo Cornejo, Dr. en Biología Agraria y encargado del laboratorio de micorrizas del departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales de la Universidad de la Frontera, realiza la investigación: “Identificación de la diversidad de comunidades de hongos micorrízicos arbusculares, presentes en los pisos ecológicos de la región de Tarapacá y efecto de los ecotipos adaptados a estrés hídrico y salino, como promotores de crecimiento en cultivos hortícolas”.
La investigación busca identificar los hongos que viven en las raíces de las plantas (simbiosis) ayudándolas a capturar de manera eficiente los nutrientes y agua que se encuentran en la tierra. Esta situación particular se denomina micorrización arbuscular de la planta, lo que implica un beneficio mutuo entre planta y hongo. Por un lado, la planta mejora su crecimiento y adaptabilidad a condiciones extremas. Y por su parte, el hongo recibe hidratos de carbono que, por sí mismos, son incapaces de sintetizar.
Bajo esta premisa, Santander ha muestreado diversas familias de plantas reconocidas como micorrizables y que crecen bajo condiciones adversas como bajas temperaturas, altos niveles de radiación, salinidad y pH elevados y condiciones de estrés hídrico. “Necesitamos abarcar todo los tipos de climas presentes en la región y por ello tomamos 63 muestras de plantas de diferentes sectores del desierto de Atacama, como por ejemplo: la quebrada de Camiña, Salar de Llamara, Salar Zapiga, Salar de Pintados, quebrada de Huatacondo y el salar del Huasco”, aclara el agrónomo de CIDERH.
En una primera fase- explica Santander- “queremos aislar, identificar y seleccionar los hongos micorrízicos arbusculares presentes en los ecosistemas de la región de Tarapacá. Luego, evaluaremos los ecotipos de hongos micorrízicos, identificados como promotores de crecimiento en los cultivos agrícolas que se desarrollan en las zonas desérticas. Por último, analizaremos la efectividad de los ecotipos identificados en estudios de biorremediación de agua y suelo, tomando en cuenta que la región de Tarapacá posee altos niveles de arsénico en el agua y en los suelos, como es el caso de la quebrada de Camiña y Huatacondo”.
Hasta el momento, se han logrado analizar 23 muestras de suelo rizosférico y se ha encontrando una gran diversidad de hongos micorrízicos, destacando entre ellos los 5 cultivos principales que se realizan en la quebrada de Camiña.
Dentro del proyecto también está la participación de la biotecnóloga de la Universidad de la Frontera, Catalina Vidal, quien está trabajando en la identificación de especies a nivel molecular a través de técnicas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa).
02-12-2019
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