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Científicos chilenos y del Reino Unido miden el impacto del deshielo de los glaciares patagónicos en los ecosistemas marinos

Publicado 23-06-2017

  • La iniciativa PISCES que involucra a un destacado equipo científico, integrado por profesionales de distintas universidades y centros de investigación, estudia los efectos en la biodiversidad y productividad de los ecosistemas marinos causados por los deshielos en los glaciares de la Patagonia.
Glaciar Steffen

Los investigadores realizaron trabajo en terreno, durante enero y febrero de 2017, estableciendo una estación de medición hidrológica en el Río Huemules, afluente que drena el glaciar Steffen.

El aumento de la temperatura ha incrementado la velocidad del deshielo de los glaciares de la Patagonia, provocando diversos efectos en las cuencas oceánicas contiguas. Para estudiar el impacto en los ecosistemas costeros y fiordos, se creó el proyecto PISCES (Patagonian Ice field Shrinkage impacts on Coastal and fjord Ecosystems), patrocinado por CONICYT, a través de su Programa de Cooperación Internacional y el concurso NERC, el cual representa una investigación conjunta entre Chile y el Reino Unido.

El trabajo llamado “Impactos de la reducción de los Campos de Hielo Patagónicos, sobre los ecosistemas costeros y fiordos”, tiene como principales investigadores a las doctoras Jemma Wadham, Laura Robinson y el doctor Jon Hawkings de la Universidad de Bristol, y a la doctora Vreni Haussermann de la Fundación Huinay-PUCV. Además, el proyecto requirió de un gran esfuerzo colaborativo del que actualmente participan la Universidad de Southampton, el Centro Nacional de Oceanografía (Reino Unido), la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Florida (USA), el Centro de Estudios Científicos, CECs, y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia, CIEP, mediante el trabajo de los doctores Giovanni Daneri, Brian Reid, Rodrigo Torres y la técnico en acuicultura, Gabriela Igor.

Equipo CIEP-Bristol

El equipo de científicos que trabajan en el proyecto PISCES representa el esfuerzo colaborativo de diferentes universidades y centros de investigación de Chile y Reino Unido.

Durante la campaña en terreno, desarrollada durante enero y febrero de 2017, se estableció una estación de medición hidrológica en el Río Huemules, afluente que drena el glaciar Steffen y es una de las áreas de mayor descarga del campo de hielo de Patagonia Norte al mar costero. La principal acción fue medir las características geoquímicas del río en un período de dos meses y lograr una estimación de los flujos de los elementos clave -hierro, CO2, alcalinidad, nutrientes, entre otros-, desde el glaciar hasta el fiordo ubicado río abajo.

El investigador de la Universidad de Bristol, Jon Hawkings, experto en biodisponibilidad de nutrientes derivados de glaciares, cree que si bien los efectos de los deshielos podrían ser positivos en el corto plazo -por ejemplo, proporcionando más nutrientes- también se advierten consecuencias negativas relacionadas con el aumento de sedimentos que bloquearían la luz solar en la parte superior de la columna de agua.

Hawkins señala que el objetivo es “entender el impacto que el aumento de la fusión del hielo tendrá en el ecosistema de los fiordos, pues será importante para evaluar los futuros cambios en la productividad (efectos de la pesca y acuicultura) y la salud de la biodiversidad en estos sistemas. Por esta razón, estamos midiendo qué concentraciones de nutrientes están presentes en diferentes masas de agua y nos hemos concentrado en la zona de Tortel, pues tiene ríos con distintas condiciones hidrológicas y constante presencia de cobertura glacial (Campos de Hielo Norte y Sur)”.

Un equipo de investigadores realizó, además, un transecto siguiendo una ruta para tomar muestras de agua desde Puerto Montt a Tortel y así evaluar cómo el cambio climático podría influir en la química del agua y qué fluviales –ríos y arroyos- podrían ser más importantes para los ecosistemas de fiordos patagónicos.

“De esta temporada en terreno, tenemos muchas muestras para estudiar. Esto incluye el análisis de parámetros geoquímicos -nutrientes, química del agua, metales traza y contaminantes, sistemas de isótopos, etc.- material orgánico (incluyendo espectrometría de masas de alta resolución para determinar los componentes de materia orgánica), comunidades planctónicas, comunidades bacterianas y sedimentos tanto desde el fiordo como desde la región terrestre”, destacó Hawkings.

Por su parte, el investigador del CIEP, Rodrigo Torres, subraya que “uno de los aspectos particularmente atractivos de este proyecto es que se está midiendo la cantidad de hierro que contiene el agua de mar y el agua estuarina afectada por el deshielo de glaciares, un tema importante pues una característica del agua subantártica es su baja concentración de hierro disuelto, lo que en ciertas condiciones puede limitar la productividad marina. El hierro es un micro-nutriente esencial requerido para el crecimiento del fitoplancton -base de la cadena alimentaria- y favorece la eliminación natural del dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera, un factor esencial para reducir el aumento de las temperaturas registrado en las últimas décadas”.

Los científicos han estado desarrollando tres líneas de trabajo: cuantificar los inputs de nutrientes de la tierra al océano y desde los campos de hielo y  los ríos; investigar la respuesta química y biológica de los fiordos frente a estos inputs y evaluar los cambios pasados utilizando nuevos (paleo) indicadores en sedimentos y corales, en orden a predecir qué ocurrirá en un escenario de aumento de los deshielos.

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