Astronomía Fondos de Desarrollo de la Astronomía Nacional

El Parque se configura tras recibir una concesión territorial de 36 mil hectáreas de parte del Ministerio de Bienes Nacionales, que tendrán la calidad de reserva científica protegiendo al territorio de contaminación lumínica, de radio y de potenciales explotaciones de índole minera, geotérmica y de agua, que pudieran impedir el desarrollo de la observación astronómica.

Tras una decada de trabajo, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT, inauguró el Parque Astronómico Atacama, que posibilitará la instalación de nuevos proyectos de observación astronómica, que se sumarán a los dos que ya están funcionando en el área, aprovechando las condiciones únicas de este lugar y redundando directamente en el desarrollo de la ciencia astronómica chilena.

El ministro de Bienes Nacionales, Rodrigo Pérez, hizo entrega de la Concesión Territorial por 50 años al Presidente (s) de CONICYT, Mateo Budinich, de un área de 36.381,02 hectáreas en el área denominada Pampa La Bola, Llano de Chajnantor, comuna de San Pedro de Atacama en la Región de Antofagasta, para el desarrollo del proyecto “Parque Astronómico de Atacama”, iniciativa que potenciará a esta zona del país como el centro mundial de la astronomía.

“Creemos que es muy importante que el tremendo activo que tenemos en materia astronómica se optimice, sacándole el máximo provecho, y por ello creíamos que era muy importante que una entidad como CONICYT, con los conocimientos técnicos que tiene, sea la que administre este lugar, y de esa forma maximizar el número de proyectos que se puedan instalar, por los menores costos y con los mayores beneficios, no solo para quienes acceden a esos conocimientos, sino para toda la comunidad”, explicó Rodrigo Pérez, que señaló que ahora espera que “este sea un lugar desde donde podamos descubrir los secretos del universo”.

El ministro de Bienes Nacionales, Rodrigo Pérez, hizo entrega de la Concesión Territorial al Presidente (s) de CONICYT, Mateo Budinich.

En el mismo sentido opinó Mateo Budinich, quien comentó: “Aspiramos a que parte del equipamiento e instrumentación de tecnología de punta de las nuevas instalaciones astronómicas en el país, sea el resultado de la capacidad y el talento de nuestros científicos, ingenieros y otros profesionales. Para ello se contempla promover la instalación de nuevos proyectos astronómicos en el Parque, a través de una serie de estrategias de difusión a nivel mundial destacando sus virtudes.

Mónica Rubio, asesora de Astronomía de CONICYT, destaca que “ahora se inicia una nueva fase de cómo nuestro país aprovecha sus recursos naturales y trabaja en conjunto para desarrollar la ciencia astronómica par a par con el resto del mundo. También es un desafío que este, nuestro primer laboratorio natural, puede marcar senderos y la forma que los otros laboratorios naturales alcancen este grado de desarrollo”.

José Miguel Aguilera, presidente del directorio de la Fundación Parque Astronómico Atacama, que asesora la gestión del proyecto, explicó que a ellos les corresponde administrar e incentivar el desarrollo científico y crear alternativas para la innovación tecnológica en nuestro país a través de la Astronomía. “Así se potenciará a este territorio como capital mundial de la ciencia astronómica, y en definitiva, contribuirá a que nuestro país progrese hacia un desarrollo más pleno. Con esta inauguración invitamos a los astrónomos de todo el mundo a ubicar sus telescopios en este Parque y a compartir sus experiencias e instrumentación con científicos locales”.

Alvaro Fischer, Presidente de Fundación Chile; Mónica Rubio, asesora de Astronomía de la Presidencia de CONICYT; ministro de Bienes Nacionales, Rodrigo Pérez; y Mateo Budinich, presidente (s) de CONICYT.

Finalmente, Alvaro Fisher, Presidente de Fundación Chile y miembro del directorio de la Fundación Parque Astronómico, señaló que esta fecha marca un hito, pues el país comienza a tomar el tema de la astronomía “muy en serio” al dotarle de una institucionalidad apropiada en el largo plazo.

“Tener una institucionalidad permanente con reglas claras, contribuirá a aumentar la densidad de esta área de las ciencias, lo que evidentemente impactará a todas las disciplinas que se agrupan a su alrededor. Además servirá para que el país se identifique con la astronomía, una disciplina que combina las preguntas fundamentales que los humanos nos hemos planteado desde nuestra aparición en la tierra, con la ciencia de punta y en ese sentido conecta a Chile con el corazón del siglo XXI”, puntualizó Fisher.

Proyecto
El Parque Astronómico reúne condiciones únicas para la observación del Universo, gracias a los cielos excepcionalmente claros y transparentes, que permiten trabajar en el rango sub-milimétrico, infrarrojo y óptico. A esto se suma el acceso expedito a la planicie, ubicada a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar y que gracias a su relativo aislamiento de centros urbanos la convierten en un lugar de condiciones inmejorables para la observación astronómica.

Una vista del Parque Astronómico Atacama, donde se pueden divisar el Atacama Cosmology Telescope (ACT); y el telescopio PolarBear.

En el Parque Astronómico de Atacama ya se encuentran instalados una serie de proyectos. En el Cerro Toco están PolarBear, fruto de la colaboración entre EE.UU, Canadá, Reino Unido, Japón y Francia, que funciona desde 2010; y Atacama Cosmology Telescope (ACT), telescopio de 6 m. que funciona desde 2007, estudiando el universo temprano y grandes galaxias; y próximamente CLASS, a 5.200 metros.

En el cerro Chajnantor a 5.640 metros de altura está instalado el proyecto mini-TAO (Tokyo Atacama Observatory), el cual cuenta con un telescopio experimental de un metro de diámetro (el que está a mayor altura en el mundo). También en el cerro Chajnantor, a 5.570 metros, están la estaciónes de monitoreo del proyecto CCAT y de la Universidad de Concepción. Dadas las excepcionales características obtenidas durante el período de monitoreo, los representantes de CCAT han manifestado al Gobierno de Chile su interés por instalar un telescopio de 25 metros, el cual se convertirá en el telescopio más grande del mundo operado a dicha altura.

El territorio que cubre el Parque Astronómico de Atacama fue declarado “área de interés científico para efectos mineros” por primera vez en 1998 y, posteriormente, se entregó el área en concesión de corto plazo a CONICYT. Mediante D.S. Nº 90 de fecha 21 de octubre del 2005, se expresa la protección periférica de las instalaciones astronómicas existentes, impidiendo la instalación de faenas que pueden causar perturbaciones ópticas y de radio en los cielos de la zona.

La doctora Mónica Rubio explica que adicionalmente, los científicos chilenos podrán participar directamente de los avances y la tecnología de punta que implementarán estos proyectos, pues obtendrán un 10% del tiempo de observación disponible.

La coordinación de los proyectos y administración de los espacios comunes estará dada por CONICYT, que incluirá, la promoción de inversiones astronómicas y ciencias afines, el monitoreo ambiental, el control de interferencias y la protección y seguridad del área, como también el desarrollo de turismo de intereses especiales.

Durante la etapa de construcción y operaciones se prevé la generación de una importante fuente de empleos locales y regionales, así como también la formación de personal técnico en áreas de desarrollo de punta.