Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica

[11/10/2005]

Primer Taller Internacional de Floraciones Algales y su relación con la Maricultura

La experiencia chilena en el Programa CONICYT de Marea Roja fue valorada por la Cámara Nacional de las Industrias Pesqueras y Acuícolas de Baja California a la hora de invitar a Cristián Lagos a dirigir un relevante taller de capacitación orientado a investigadores, acuicultores y pescadores de Ensenada.

El encuentro, realizado el 3 de enero pasado en esta ciudad del Estado de Baja California, perseguía capacitar a productores acuícolas de atún y camarones principalmente sobre los devastadores efectos de las toxinas asociadas al fenómeno de Marea Roja. La Comunidad de Ensenada ya había estado expuesta a floraciones algales nocivas y, siguiendo en la línea inaugurada por el Programa CONICYT de Marea Roja, buscan prevenir y disminuir los efectos de futuros episodios contaminantes.

El evento, realizado en el Hotel Corona de la ciudad de Ensenada, fue organizado por el Centro de Investigación Científica de Educación Superior de Ensenada CICESE, por la Universidad Autónoma de Baja California, UABC y por la Cámara Nacional de Industrias pesqueras y acuícolas, Canainpesca.

Las autoridades mexicanas invitaron al encargado del Programa de Marea Roja en Chile, Cristián Lagos, para poder contar con su experiencia y visión en este tema.

Durante el seminario, el grupo de invitados hizo un análisis de la realidad local y sus puntos débiles. Un escaso número de expertos en el tema, falta de coordinación, inexistencia de bases de datos sobre actores involucrados en el área, insuficiencia de monitoreos y falta de análisis, unidos a la necesidad de desarrollar capacidades automatizadas de observación continua de futuras apariciones de Marea Roja, fueron algunas de las conclusiones obtenidas del diagnóstico aplicado a esta área productiva.

Atunes y delfines

México valora y destaca el modelo de prevención, mitigación e información implementado por Chile en torno al fenómeno de Marea Roja y espera adoptarlo. Eso sí, antes tendrá que lograr coordinación de las instituciones sanitarias involucradas y el respaldo de un sistema de información integrada que permita la toma de decisiones adecuadas dirigidas a la reconversión productiva hacia especies resistentes a floraciones algales nocivas.

Baja California es una zona que no puede permitirse el lujo de no planificar estrictamente sus políticas de pesca y cultivos acuícolas. Desde 1991 hasta 1999 toda la industria de la zona recibió un fuerte golpe con la denuncia hecha por grandes empresas atuneras norteamericanas cuestionando la extracción de atún por empresas mexicanas. Los norteamericanos reclamaron que en la pesca mexicana de atún no se discriminaba entre dicha especie y delfines, por lo que exigieron a las empresas pesqueras de Baja California el uso de un sello denominado dolphin safe que garantiza que la carne procesada es de atún y no de delfín.

Este largo juicio y embargo significó el cierre de 16 plantas procesadoras de atún, afectó el empleo de cerca de 30.000 personas y casi desmanteló las capacidades pesqueras locales. Ahora, enfrentados a un episodio de Marea Roja desastroso, decidieron seguir la experiencia chilena y prepararse a luchar contra este nuevo enemigo con mejores armas.